El rapero Jay Z califica de “fracaso épico” la guerra contra las drogas en Estados Unidos
El cantante analiza la relación entre las drogas y el sistema penitenciario en un vídeo
“La guerra contra las drogas es un fracaso épico”. Así cierra Jay Z, el conocido rapero estadounidense, un vídeo publicado este jueves en el que analiza los principales datos sobre el tráfico y consumo de drogas en Estados Unidos, así como su impacto en las cifras de encarcelamiento de las minorías.
Que el consumo y el tráfico de drogas en EE UU se ha convertido en un fenómeno endémico no es noticia. En 2014, el último años con datos, murieron más personas por sobredosis que en cualquier año anterior en la historia del país. Hubo más muertos por drogas que por accidentes de tráfico. Los opiáceos son las sustancias que más muertes generan, un 61% del total al año. La heroína es uno de ellos y el número de sobredosis mortales por su consumo se cuadruplicó de 2.089 a 8.257 entre los años 2002 y 2013.
Sobre un fondo blanco en el que una mano pinta escenas a toda velocidad, Jay Z narra en un cortometraje la historia de la guerra contra las drogas en EE UU. El propio Jay, una de las referencias de hip hop estadounidense, creció en el barrio neoyorquino de Brooklyn en una familia humilde y recurrió a las drogas como una fuente de ingresos. En una entrevista con la revista Vanity Fair, admitió haber consumido crack y cocaína durante la epidemia de los 80 en Nueva York.
“La guerra contra las drogas en EE UU comenzó en los años 70, cuando el presidente republicano Richard Nixon comenzó una campaña agresiva para acabar con el tráfico y la posesión de drogas”, comienza narrando el cantante.
Según informó la cadena CNN en 2015, una entrevista con un asesor de Nixon reveló que esa campaña se utilizó además como una estrategia política para atacar el auge de la población negra, que pocos años antes había ganado la batalla contra la segregación racial con la firma de la Ley de Derechos Civiles.
“Las drogas eran malas y los traficantes monstruos. Eran la única razón por la que los barrios fracasaban y las grandes ciudades iban mal. Nadie quería hablar del Reaganismo --en alusión a las políticas del expresidente Ronald Reagan de reducción del gasto público--, y el fin de los programas sociales, los recortes en el presupuesto para colegios públicos y la pérdida de trabajos”, narra Jay Z, cuyo nombre real es Shawn Carter. “Jóvenes como yo, que teníamos dificultades económicas, nos convertimos en villanos por acceder a las drogas y a los adictos se les consideraba faltos de fuerza moral”, continúa.
A partir de los 90, EE UU empezó una política de mano dura ante el crimen en auge, que llevó a un proceso de encarcelamiento masivo de los arrestados por posesión o tráfico de drogas. Las leyes estipulan cadenas perpetuas por la posesión incluso de pequeñas cantidades, aunque en los últimos años algunos estados han rebajado sus castigos.
“Aunque los blancos consumían más crack que los negros, de alguna manera sólo los negros iban a la cárcel y todavía hoy se habla del problema del crack como un problema negro”, dice. “Mientras en Manhattan los banqueros consumían crack sin represalias, la policía hacía redadas constantes en Brooklyn”, explica Jay Z, que creció en esta zona de Nueva York.
“Negros y latinos eran los que iban a la cárcel. En 1971, había 200.000 presos, hoy hay más de dos millones”, continúa. La mayoría siguen siendo latinos y negros, aunque estas demografías suman alrededor del 30% de la población total del país.
“En 2014, más de un millón y medio de personas fueron arrestadas por cargos relacionados a la droga. Más del 80% de estos fueron sólo por posesión y la mitad de estos por posesión de marihuana”, prosigue el vídeo. El consumo de marihuana es legal en algunos estados como Colorado, Washington o Alaska. En la capital, Washington DC, se pueden cultivar plantas de marihuana en los hogares.
El problema de las drogas sigue siendo un tema racial, según insinúa Jay Z. “En el Estado de Nueva York, donde la posesión de marihuana también es legal, los negros y latinos en los barrios más humildes reciben muchas más citaciones por una actividad que en muchos casos es una manera de subsistir, mientras que los privilegiados estudiantes de la Universidad de Columbia viven sin impunidad por la posesión de la misma droga”.
En el último año, el presidente Barack Obama ha abogado por reformar el sistema penitenciario que continúa imponiendo elevadas penas de cárcel por delitos como la posesión o el tráfico de drogas como la marihuana, una sustancia menos fuerte que otras como la heroína o la cocaína.
En un documental de Vice News desde una cárcel de máxima seguridad en Oklahoma, Obama explicó el año pasado el círculo vicioso que se produce en las comunidades humildes de latinos y negros, cuyo resorte a la droga es fruto de otros fallos sistemáticos, entre ellos la falta de acceso a una buena educación o la estructura familiar.
En EE UU, uno de cada tres afroamericanos que nace hoy día irá a la cárcel, por lo que miles de niños crecen sin una figura paterna. Esto hace que muchos jóvenes sean más vulnerables a las drogas y otras actividades ilícitas que a su vez les llevan a los barrotes.
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