París y Berlín proponen fuerzas militares estables de la UE para operaciones en el exterior
El Brexit elimina obstáculos para el objetivo franco-alemán de crear la Europa de la Defensa
La construcción europea comenzó por la economía y siguió con la moneda única, pero “es hora de invertir los términos” y situar como prioridad la defensa y seguridad. Es el objetivo del presidente francés, François Hollande, que ha convencido a la canciller Angela Merkel para presentar un plan conjunto en la cumbre europea de Bratislava del día 16. Invitan a los países que quieran a sumarse a una estructura militar permanente con un cuartel general y unidades de combate listas para trasladarse a cualquier frente en un plazo de 5 a 30 días.
“Hacia una defensa global, realista y creíble en la UE”, es el encabezamiento del documento de París y Berlín. La propuesta se hace “en un contexto de un degradado ambiente de seguridad”, señala el documento, y “teniendo en cuenta que”, tras la salida de Inglaterra, “tendremos que actuar los 27 a partir de ahora”.
Ha sido Londres, hasta ahora, el país de la UE que ha torpedeado el desarrollo de la Europa de Defensa. Siempre, por ejemplo, que se estudiara la opción de contar con un Cuartel General de fuerzas militares europeas o de crear la Agencia Europea de Defensa para desarrollos industriales conjuntos. Son dos proyectos que ahora plantean Hollande y Merkel.
Uno de los principales objetivos es el despliegue de unidades de combate. “Es hora de reforzar nuestra solidaridad y las capacidades de defensa para proteger más eficazmente nuestras fronteras”. Para ello, propone “mejorar la capacidad de despliegue de grupos tácticos de la UE”.
Francia, que ahora tiene 6.500 militares desplegados en África y Oriente Próximo, se queja reiteradamente de la escasa participación y apoyo de otros países europeos en la lucha antiterrorista en el exterior. Ahora exige que se creen unidades de transporte estratégico para el traslado de soldados y material a las zonas donde puedan actuar esos grupos tácticos.
Lo que desea París es que se activen por vez primera los artículos del Tratado de la UE que prevén esa “cooperación estructurada permanente” que cumpliría las misiones que le encomiende el Consejo Europeo “para defender los valores y favorecer los intereses de la Unión”. El Tratado preveía –y se incumplió- que antes de 2010 se crearan unidades de combate aportadas por los países que pudieran desplegarse en un plazo máximo de un mes y con una capacidad de autonomía de 30 a 120 días en el lugar al que se desplazara.
A esa “cooperación permanente” podrían sumarse los países que lo deseen. Sería como “un Schengen de la Defensa”, en palabras de la ministra alemana de Defensa, Ursula von der Leyen.
En paralelo, París y Berlín quieren desarrollar un fondo común para proyectos industriales en áreas como la ciberseguridad, los drones o los satélites. Se trata de sectores en los que Francia tiene un nivel muy superior a la media europea. Tras el Brexit, Francia será el único país de la UE con armas nucleares y el único presente en el Consejo de Seguridad de la ONU.
La defensa, por tanto, es un área básica para reforzar su capacidad de influencia en Europa cuando Berlín le ha sobrepasado en el terreno económico. “Europa debe dotarse de todas sus capacidades militares, de los recursos industriales necesarios, para construir su autonomía estratégica”, ha dicho Hollande.
Como embriones de una fuerza militar europea estable existe la brigada franco-alemana, creada en 1991, y el Eurocuerpo (1995), en el que participan siete países, incluida España.
París y Berlín plantean ahora una Europa de la Defensa real, operativa, con los medios apropiados: unidades de combate listas para desplazarse en pocos días, transporte para conseguirlo, financiación y una Agencia de Defensa para desarrollos industriales. Un frente más para los partidos opuestos a una mayor integración, pese a que Francia y Alemania insisten en que la base de la defensa de los ciudadanos seguirá estando en manos de cada país.
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