Un gran jurado exime al policía de Cleveland que mató a Tamir Rice
La sentencia llega más de un año después de la muerte del niño de 12 años
Un gran jurado de Cleveland decidió este lunes que no se presentarán cargos contra los dos policías responsables de la muerte de Tamir Rice, el niño de 12 años que murió por los disparos de los agentes cuando jugaba en un parque de la localidad. El fallecimiento de Rice, que tenía una pistola de juguete en sus manos, cuando le hallaron los agentes, se debió a “una tormenta perfecta de errores humanos”, según las autoridades.
La grabación de la muerte de Rice en un parque cubierto de nieve escandalizó a Estados Unidos. A pesar de que el suceso no desató las mismas protestas que en el caso del fallecimiento de Michael Brown en Ferguson (Missouri) o Freddie Gray en Baltimore (Maryland), el nombre de Rice está presente en la mayoría de las protestas en contra de la violencia policial contra la comunidad afroamericana.
La familia Rice ha denunciado en varias ocasiones tanto la extensión de este proceso como el hecho de que no se acusara a los dos agentes de asesinato desde un primer momento. Rice recibió los disparos del agente Timothy Loehmann menos de dos segundos después de que éste llegara a su localización. Su compañero de patrulla ese día tampoco ha sido acusado. Ni la policía ni el fiscal del caso recomendaron la acusación formal contra los agentes por asesinato.
Según el fiscal del condado, Tim McGinty, los miembros del gran jurado revisaron estas y otras pruebas del suceso durante sus deliberaciones. “El resultado no va a alegrar a nadie, y nunca debería hacerlo”, afirmó McGinty, que defendió este lunes ante los medios que era “indiscutible” que el niño portaba un arma y que el agente Loehmann tenía “razones para temer por su vida”.
El fiscal también reconoció que vecinos de las inmediaciones habían alertado al servicio de emergencias de que había un niño jugando solo con lo que parecía una pistola y que podría ser de juguete, pero que este mensaje nunca llegó a los agentes que acudieron al parque. Ambos agentes alegaron que el niño aparentaba ser más mayor y que cuando se acercaron a él intentó agarrar la pistola que tenía guardada en el cinturón.
La muerte de Tamir Rice en noviembre de 2014 se produjo apenas unos días antes de que otros dos grandes jurados también decidieron que no se debían presentar cargos contra los policías responsables de la muerte de Michael Brown en Ferguson y Eric Garner en Nueva York. El gran jurado es un fórmula preliminar empleada por la jurisdicción estadounidense para determinar si hay suficientes pruebas para acusar a una persona de un delito. A pesar de que en los casos de Rice y Garner sus muertes a manos de la policía fueron grabadas en vídeo, la legislación respalda a los agentes que actúen cuando temen por su propia vida “y que deben tomar una decisión en menos de un segundo”, según explicó el fiscal.
“Hemos aprendido muchas lecciones, esto no debería ocurrir nunca más y la ciudad ya ha tomado medidas para impedirlo”, dijo McGinty. La Policía de Cleveland alcanzó un acuerdo este año con el Departamento de Justicia para que un organismo intermediario supervise las actuaciones de sus agentes y pueda imponer los cambios necesarios en su manera de actuar.
Dos muertos más en Chicago por disparos de la policía
“Llamas para pedir ayuda y se supone que la policía debe servirnos y protegernos, y aún así nos quitan la vida”. Así resumió su indignación este fin de semana la madre de una de las últimas víctimas de los disparos de un policía en Chicago (Illinois). Allí, la figura del alcalde Rahm Emanuel soporta cada vez una tensión mayor tras la publicación de un vídeo en el que se ve cómo un agente disparó 16 veces contra un joven negro. Emanuel se ha visto obligado a acortar sus vacaciones para responder por la muerte por disparos de la policía de un joven de 19 años y de una mujer de 55, a pesar de que los agentes respondían a una llamada por un altercado en una vivienda. Las autoridades apenas han revelado detalles del incidente en el que fallecieron Quintonio LeGrier, un estudiante universitario que estaba visitando a su padre, y Bettie Jones, residente en la vivienda inferior, que no estaba implicada en la discusión pero que recibió el impacto de las balas por error.
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