Los socialistas alemanes reeligen presidente con un voto crítico
Sigmar Gabriel, vicecanciller de Merkel, recibe el 74% de apoyo, el peor resultado en 20 años
El presidente del partido Social Demócrata alemán (SPD), Sigmar Gabriel, sufrió este viernes una inesperada humillación política al ser reelegido en el cargo con solo un 74,2% de los votos de los delegados que asisten a un congreso nacional del partido. El resultado, nueve puntos menos que el obtenido hace dos años, colocó la posible candidatura de Gabriel a la cancillería en un limbo y sumió al partido en una nueva crisis de identidad.
“Así es la vida”, dijo Gabriel al conocer el resultado de la votación, sin poder ocultar un gesto parecido a la resignación. “¿Qué dirán los periódicos mañana? ¿Gabriel castigado? Hay algo de cierto en ello”, añadió el político, al admitir que el resultado era el peor que ha recibido un presidente del SPD desde 1995. Cuando Gabriel fue elegido presidente del SPD por primera vez, en 2009, obtuvo un 94,2% de los votos, dos años después un 91,6% y hace dos años solo un 84,3%.
“Es una humillación histórica”, señaló el periódico Die Welt en su edición digital, al resumir en pocas palabras el significado de la votación, que fue valorado como un severo castigo a su gestión al frente del partido e, indirectamente, al trabajo que ha cumplido como ministro de Economía y vicecanciller en el Gobierno de gran coalición. Aun así, Gabriel aceptó el resultado de la votación con una frase de consuelo. “Dos tercios del partido han dicho lo que quieren, por eso acepto el resultado”.
La jornada para Gabriel había comenzado de forma diferente. Intentando ganar el voto de los delegados y, de esta forma, asegurarse un buen resultado, Gabriel utilizó 105 minutos para atacar a la canciller y acariciar el alma del SPD, resuelto a despertar las ansias de triunfo en el viejo partido. “Queremos volver a gobernar en Alemania, por supuesto desde la Cancillería”, dijo Gabriel, quien contó una anécdota familiar a sus correligionarios: “Mi hija me pregunto: ‘¿Papá, cuánto tiempo más tienes que ir a ver a la señora Merkel?’. Yo le respondí: ‘No tengas miedo solo hasta 2017”. Risas y aplausos.
Aunque el SPD cogobierna en Alemania desde hace dos años, Gabriel no ahorró adjetivos negativos para criticar la gestión de la canciller alemana. En un pasaje de su discurso responsabilizo a Merkel del triunfo electoral de Marine Le Pen en Francia. “He advertido siempre a Angela Merkel que no debía imponer el dictado de la austeridad en Francia. Si me hubiera escuchado, tal vez la señora Le Pen no habría llegado tan lejos”, dijo Gabriel.
El político socialdemócrata, de 56 años, también critico las presiones ejercidas por la canciller sobre los países más afectados por la crisis, sobre todo en el sur de Europa, a los que impuso una severa política de austeridad fiscal. “Tenemos que romper ese círculo vicioso para evitar que los países afectados se sientan dominados [por Alemania]. Si cerramos los ojos ante la situación de esos países, la Unión Europea puede quedar confrontada a una situación explosiva y se corre el riesgo de que acabe volando en pedazos por los aires”.
Gabriel también se refirió a la peligrosa misión militar alemana en Siria y confeso que su partido participaría activamente, pero prometió consultar a las bases si Alemania decidía enviar tropas a combatir al Estado Islámico. “Solo los militantes, y nadie más, tienen el derecho a determinar la posición del partido en una cuestión tan decisiva”, prometió.
El discurso de Gabriel fue recibido con aplausos, pero no con emoción ni entusiasmo, una reacción que quedó reflejada en el resultado de la votación.
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