París propone anular por seguridad la parte lúdica de la cumbre del Clima

La necesidad de reforzar la seguridad contra el terrorismo está poniendo en peligro algunos de los eventos ajenos a las negociaciones para la cumbre del Clima. El primer ministro francés, Manuel Valls, ha mencionado, sobre todo, la posibilidad de anular la gran manifestación lúdica por las calles de París para el domingo 29. Más de un centenar de ONG están manteniendo contactos para analizar cómo reaccionar al desafío de seguridad que suponen sus acciones y están a la espera de las decisiones gubernamentales. Exposiciones y muestras artísticas podrían anularse para evitar contratiempos.

La determinación del Gobierno francés de mantener la cumbre del Clima para las fechas previstas (del 30 de noviembre al 11 de diciembre) supone un desafío para la seguridad. Lo era antes de los atentados. De hecho, el mismo viernes se restablecieron los controles fronterizos justamente por este acontecimiento antes de las matanzas. Ahora, planea la idea de restringir la llamada COP21 a las negociaciones oficiales, lo que incluye el encuentro extraordinario de 117 jefes de Estado y de Gobierno el día 30.

Ningún mandatario ha anulado su viaje a París hasta el momento y, por el contrario, muchos manifiestan su interés en venir como gesto solidario, según un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores francés. El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, así lo ha ratificado esta mañana a su salida del palacio del Elíseo. Cree que un acto de terror no puede interrumpir un asunto de la comunidad internacional y ha añadido: “La COP21 será una importante señal dada al mundo”.

El Gobierno no quiere ahora, sin embargo, afrontar riesgos suplementarios. En la cuerda floja está, fundamentalmente, la gran manifestación festiva prevista para el domingo 29 entre la plaza de la República y Nación. La prolongación del estado de emergencia puede que incluya la prórroga de prohibir cualquier manifestación callejera. Pero, además, el refuerzo de la seguridad, tras los atentados, exige no desviar muchos efectivos a otros acontecimientos que no están en el corazón de las negociaciones, como le expresó el líder de la oposición, Nicolas Sarkozy, al presidente, François Hollande, el sábado. “Toda una serie de conciertos y manifestaciones festivas serán sin duda anuladas”, ha dicho ya Valls. A la amenaza terrorista se une el miedo a que haya momentos de pánico como los ocurridos en la noche del domingo en la zona castigada por los ataques.

Además de los 117 jefes de gobierno y de Estado, se esperaba la participación de 40.000 personas en esta cumbre. Los actos paralelos son diversos. Para el 5 y 6 de diciembre, por ejemplo, estaba previsto el Foro del Clima en Montreuil, al este de París. También, la red de ONG Albernatiba estaba preparando la muestra Ciudad de las alternativas. Pero la reunión más importante será la de la Cumbre de los electos locales por el clima que ha organizado para el día 4 de diciembre la alcaldesa de París, Anne Hidalgo. Se espera la asistencia en el céntrico edifico del Ayuntamiento de un millar de alcaldes de todo el mundo. Es un acontecimiento que no se anulará, según informa una portavoz de Hidalgo, si bien es probable que haya cambios para reforzar la seguridad.

La Cumbre del Clima, también llamada COP21 (21ª conferencia de las partes), se celebrará en las instalaciones del aeropuerto de Le Bourget, al norte de París, cerca del Charles de Gaulle. Allí tendrá lugar la reunión de los mandatarios y se desarrollarán las negociaciones. Los viajes preparatorios de los presidentes se están acortando y la sociedad civil tiene previsto ocupar el lugar con exposiciones sobre el clima que también están ahora en peligro. El dispositivo previsto de seguridad solo para este lugar es de 1.500 agentes y bomberos. La ONU, además, dispondrá de 400 agentes de seguridad. Lo que es seguro es que los controles de acceso y los trayectos para acudir al lugar serán mucho más minuciosos de lo previsto.

Pero a Francia le preocupa también la organización del torneo de fútbol Euro 2016 a celebrar en este país, aunque la UEFA ya ha comunicado que se mantiene. El desafío para la seguridad francesa es aún mayor. El torneo, a celebrar entre el 10 de junio y el 10 de julio del próximo año, pone a la venta 2,5 millones de billetes. Se espera la llegada de un millón de extranjeros.