Una enfermera en Hebrón: “El que iba de mujer sacó una pistola”
Una española presenció el asalto de soldados israelíes a un hospital para arrestar a un palestino acusado de acuchillar a un colono
Varios soldados israelíes infiltrados en los territorios palestinos irrumpieron el jueves de madrugada en un hospital de Hebrón (sur de Cisjordania) con el fin de detener a un palestino, presunto autor de un ataque con arma blanca en octubre. Durante la operación mataron a un palestino de 27 años, pariente del joven arrestado, que se encontraba visitándolo en el centro médico, ha informado el Ministerio palestino de Salud.
Imágenes de la irrupción del comando de Israel en un hospital de Hebrón.
Según la agencia de noticias palestina Maan, una unidad de mustarabin, soldados infiltrados en los territorios palestinos, llegó en medio de la noche al hospital Al Ahli donde estaba ingresado desde hace varios días Azzam Ezzat Shalaldah, quien, según informaciones del Ejército israelí, había recibido un disparo tras apuñalar y herir gravemente a un israelí el 25 de octubre. Pero según fuentes oficiales palestinas, Shalaldah estaba ingresado en el hospital "a raíz de sus heridas a manos de los colonos cuando recogía aceitunas de su propiedad" cerca de un asentamiento israelí.
"Eran unos 10 o 15 hombres. Parecían físicamente palestinos. Uno de ellos iba disfrazado de mujer, había entrado en una silla de ruedas en el hospital fingiendo estar de parto. De repente sacó una pistola de debajo de la chaqueta. Todos ellos estaban armados. Nos dijeron, en hebreo y en árabe, que no nos moviéramos. Durante unos segundos no entendí nada, pensé incluso que era una broma pero vi rápidamente que no", explica a EL PAÍS, Amanda, una joven enfermera española que trabaja en este hospital de Hebrón desde hace algunos meses y se encontraba en la misma planta donde ocurrieron los hechos.
Los videos de las cámaras de seguridad del hospital muestran a una decena de hombres, aparentemente palestinos, pero todos ellos armados, que entran en una habitación del hospital y se llevan en una silla de ruedas a un joven.
"Todos iban con el rostro descubierto menos uno, el que les indicó en qué habitación debían entrar. Cuando encontraron al chico lo ataron y lo pusieron en la silla de ruedas. A su hermano, que estaba en la habitación con él, lo esposaron en el cabezal de la cama", añade Amanda, que prefiere no divulgar su nombre completo.
Abatido a tiros el primo
Un primo del presunto agresor estaba en el baño y salió precipitadamente al oír a los soldados, quienes le dispararon tres veces. El hombre murió en el acto y el comando abandonó rápidamente el hospital llevando consigo a Shalaldah. Según testigos, la policía israelí había acordonado la zona del hospital en cuestión de minutos para garantizar la seguridad durante la salida de los soldados del hospital
Según informó el Shin Bet, el servicio de seguridad interior israelí, al diario Haaretz, la víctima intentó impedir el arresto de su primo.
Según la enfermera española, Shalaldah había recibido el alta médica hacía tres días pero no quería abandonar el hospital y regresar a su casa "por miedo".
"Fueron cinco minutos de muchísimo miedo. Antes de venir a Hebrón, sabía que aquí había problemas pero nunca me imaginé vivir un momento parecido", explica esta joven de Barcelona, que reside desde hace un año en esta ciudad cisjordana, de donde es su marido.
Al menos 80 palestinos y 10 israelíes han muerto violentamente desde principios de octubre. Los diez israelíes han fallecido en ataques con arma blanca, tiroteados o atropellados en ataques perpetrados por palestinos. Casi la mitad de las víctimas palestinas son agresores o presuntos agresores. Prácticamente el resto, la inmensa mayoría jóvenes, ha muerto tiroteado por soldados israelíes durante la represión de manifestaciones en Gaza, Cisjordania o Jerusalén.
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