Las autoridades apuntan a fallos de seguridad en el incendio de Bucarest

El presidente de Rumanía, Klaus Iohannis, ha apuntado este sábado a irregularidades en el incendio en una discoteca en Bucarest, en el que han muerto al menos 27 personas y cerca de 200 han resultado heridas en la noche del viernes al sábado. El club Colectiv, en el que se celebraba un concierto de rock al que asistían 400 personas, no tenía todos los permisos ni las medidas de seguridad en regla, según las primeras investigaciones. "Es un local totalmente inapropiado", ha dicho Iohannis tras visitar el lugar del accidente. "Se han ignorado normas simples de seguridad", ha dicho. Entre los heridos, una decena de ellos en estado muy grave, hay dos españoles que se encuentran fuera de peligro.

El Gobierno rumano ha declarado tres días de luto oficial y ha acelerado las investigaciones del suceso. "Me resulta inimaginable que pudiera haber tanta gente reunida para un concierto en un espacio similar, y que una tragedia se haya producido en tan corto espacio de tiempo porque las normas más simples [de seguridad] no se hayan respetado", ha declarado este sábado el presidente Iohannis, que se ha mostrado sorprendido de que el local acogiera a tal cantidad de gente. "Espero que las autoridades lleven a cabo las pesquisas para aclarar lo ocurrido con celeridad y seriedad", ha dicho.

Los primeros indicios apuntan a que el incendio se produjo durante el espectáculo del grupo rumano Goodbye to Gravity, debido a algún tipo de artefacto pirotécnico. Las llamas se extendieron rápidamente, alimentadas por los materiales de aislamiento acústico y la sala se llenó de humo, sembrando el pánico entre los asistentes al concierto, la gran mayoría jóvenes que habían acudido a la presentación del nuevo disco del grupo. Con el caos, las personas trataron de salir y se produjo una estampida, lo que agudizó la tragedia. Varios testigos han explicado a los medios rumanos que sólo había una salida disponible en la sala. 

El secretario de Estado de Interior, Raed Arafat, ha explicado que las autoridades recibieron la primera llamada de alerta a las 22.43 y ha asegurado que los servicios de emergencia llegaron al club, situado en el centro de la capital rumana, 11 minutos después. Varios testigos, sin embargo, han remarcado que tardaron más de 30 minutos.

"La gente no pudo salir de la discoteca porque había solo una salida abierta, así que se formó una estampida y un tapón inmediatamente", aseguró Alin Panduro, un joven asistente al concierto, al portal de información Hotnews. "La gente se desmayaba, se desvanecía a causa del humo. Había un caos total, la gente se empujaba", ha relatado Victor Ionescu, otro testigo, a la cadena de televisión local Antena 1.

Numerosos heridos sufren quemaduras en las piernas y en los brazos, intoxicación por humo y contusiones, según han explicado las autoridades sanitarias. Veintiséis personas murieron en el interior del club y otra más en el hospital. Las labores de identificación de las víctimas (tanto fallecidos como heridos) están en marcha ya que, según han apuntado fuentes de la investigación, no se ha encontrado la documentación de muchos de ellos.

Entre los lesionados hay dos ciudadanos españoles que se encuentran fuera de peligro e ingresados en un hospital de Bucarest, según han confirmado fuentes diplomáticas a la agencia Efe. No se descarta, sin embargo, que pueda haber más víctimas ya que aún no se ha identificado a todos los heridos ni los fallecidos, apuntan fuentes de la legación española a la agencia.

El primer ministro, Victor Ponta, que ha reunido de urgencia a su Gabinete, ha declarado que hay más víctimas extranjeras. El socialdemócrata Ponta ha mostrado su "solidaridad hacia los extranjeros que han resultado heridos o han perecido" en el incendio, pero no ha especificado más. Fuentes hospitalarias han confirmado a la cadena Digi24 que uno de los heridos es italiano.