Moscú junta a catalanes, hawaianos y portorriqueños en una “internacional” independentista.
Ni tibetanos, ni tártaros,ni kurdos ni montañeses del norte del Cáucaso ni pueblos de la ex Yugoslavia fueron invitados a la conferencia que pretendía reunir en Moscú a los representantes de movimientos independentistas y de autodeterminación que “demuestran de forma evidente la crisis e ineficacia del modelo occidental de dirección del Estado”.
El evento se celebró el 20 de septiembre en el hotel President, perteneciente a la Administración del Kremlin, y en un 30% fue financiado por el Estado ruso mediante una beca, obtenida en concurso público, según Alexandr Iónov, presidente del Movimiento Antiglobalista de Rusia, la entidad organizadora. En el establecimiento donde suelen alojarse invitados oficiales del Estado, en torno a una mesa que en múltiples ocasiones ha reunido a su alrededor a los altos dirigentes rusos con sus socios de la Comunidad de Estados Independientes (asociación de Estados postsoviéticos), se dieron cita el domingo los delegados del “reino del Hawai”, del “Estado nacional soberano de Borinken” (Puerto Rico), el movimiento revolucionario “Uhuru”, de Solidaritat Catalana per la Independencia, del Sinn Fein irlandés, del partido Republicano de Irlanda, del Frente Polisario del Sáhara Occidental y hasta una docena de delegaciones extranjeras.
La reunión de Moscú llevaba por título “Diálogo de naciones. Derecho de los pueblos a la autodeterminación y construcción de un mundo multipolar”. Iónov, de 25 años, explicó a esta corresponsal que había destinado a la conferencia los 3 millones de rublos del conjunto de dos subvenciones (algo más de 40.000 euros al cambio actual) obtenidas en 2014 y 2015 procedentes del Fondo de Beneficencia Estatal de Rusia, lo cual sirvió para cubrir menos de una tercera parte de los costes, según dijo. “Un billete desde Hawai a Moscú cuesta un mínimo de 200.000 rublos”, exclamó, a título de ejemplo. El Fondo de Beneficencia Estatal de Rusia fue creado por iniciativa de Vladímir Putin, está “bajo el patronato” del jefe del Estado y funciona “en contacto” con la Administración presidencial e instituciones oficiales y gubernamentales, según consta en su página web. El patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Kiril, está al frente del consejo del patronato de la entidad.
Iónov parece orgulloso de sus numerosas relaciones con líderes extranjeros, desde el venezolano Nicolás Maduro a la argentina Cristina Fernández de Kirchner, y dice haber conocido también a los hijos de Gadaffi. En su móvil, lleva una foto donde se le ve en compañía del presidente de Siria, Bashar al Asad, y otra dándose la mano con el expresidente iraní Mahmud Ahmadineyad. Me enseña una imagen del diploma en agradecimiento de sus actividades internacionales firmado por Putin con fecha del 31 de marzo de 2014.
En su nota de prensa, la cita en el hotel President de Moscú se describía por anticipado como “la primera conferencia en el mundo que reunirá a más de dos decenas de activistas políticos de diversos Estados cuyas regiones están por la independencia y la autodeterminación”. La realidad fue más modesta. De los dos partidos catalanes invitados acudió solo uno, Solidaritat Catalana, representado por J. Enric Folch Vila y David Folch. Los representantes de Texas no acudieron (según fuentes del evento por estar muy ocupados preparando el referéndum del año próximo) y no hubo delegación de Euskadi, aunque se cursó una invitación “a la que nadie respondió”, como tampoco respondieron otros partidos catalanes a los que se les había cursado.
El empeño que Rusia pone hoy en apoyar a los independentistas de Occidente, que cuestionan a EE UU y a los europeos, contrasta con su actitud hacia sus propios disidentes. Tras la anexión de Crimea, Rusia ha introducido un nuevo artículo en su código penal que permite castigar con penas de prisión a quien exprese ideas que supuestamente atenten contra la integridad del Estado. En Tatarstán se acaba de dictar la primera sentencia basada en este nuevo artículo y el activista Rafis Kashápov, de la ciudad de Naberezhnii Chelni, ha sido condenado a tres años de prisión por difundir varios artículos en las redes sociales, según el servicio informativo Meduza. Crimea y Ucrania serán libres de los ocupantes, Ayer Hitler y Danzig, hoy Putin y Donetsk eran los títulos de dos de los textos considerados delictivos, junto con un collage que asociaba a Rusia con el padecimiento y las lágrimas, según informó Radio Svoboda. Acusados de aventar el separatismo están hoy otros activistas que organizaron una marcha a favor de federalizar la región de Kubán, en el sur del país.
“En Rusia no hay separatistas” porque “Rusia no tiene un pasado colonial”, afirmaba Iónov para explicar por qué no había independentistas de la Federación Rusa en la cita de Moscú. Ni siquiera “teóricamente” quería Iónov admitir que el separatismo y el independentismo puedan darse en su país. “Teóricamente sólo puedo admitir que los territorios se nos unan, no que se nos separen”, afirmaba. Según él, las manifestaciones secesionistas que hayan podido existir en territorio de Rusia, como en Chechenia, o bien han sido aventadas desde el extranjero o bien son producto de la “traición”.
Iónov tuvo palabras de acogida para todos los extranjeros, a unos les recordó los “tradicionales lazos” y a otros, incluidos los catalanes, los acogió como “nuevos” amigos y con todos ellos propuso formar un grupo de trabajo para coordinarse en el futuro.
Las intervenciones de los invitados fueron variopintas. El profesor Ramón Nenádich, “presidente del Estado Nacional Soberano de Borinke”, en Puerto Rico, pidió la “retirada de todos los representantes militares y administrativos del Gobierno colonial” de EE UU y que éste asuma la deuda de la isla. El representante del "reino de Hawai", Lanny Sinkin (que afirma ser oriundo de Texas) trasmitió los “saludos del rey Edmund K. Silva Jr.” y pidió el restablecimiento de independencia de la que gozaba “el reino” hasta fines del siglo XIX. Omali Yeshitela, de Uhuru, advirtió que su movimiento tenía carácter “revolucionario” y reivindicó el derecho a oponerse al “colonialismo norteamericano” en África. En nombre de Ródina, un partido nacionalista ruso, Fiódor Biriukov “exhortó a los presentes a usar todos los recursos a su alcance para crear una organización de países soberanos y un frente contra Washington”. El ruso Vladímir Rógov manifestó que el mismo concepto de “ruso” quiere decir “representante de cientos de pueblos” y aseguró que Novorossia es “el más joven de nuestros Estados, que nace en el territorio postucraniano”. El politólogo Georgui Fiódorov llamó a la coordinación “mediante las ONG existentes” para crear “un sistema de apoyo a los movimientos de liberación de todo el mundo”.
Enric Folch, de Solidaritat Catalana, realizó una exposición histórica en inglés y manifestó que líderes europeos como Angela Merkel o David Cameron tratan de “asustar a la población” asegurando que Cataluña no podrá ser parte de la UE. “Ya veremos. La liberación de Cataluña de España es el tema prioritario y lo otro ya lo decidiremos cuando seamos independientes, porque lo que preocupa a los líderes europeos es quién pagará la gran deuda de España si Cataluña se independiza”. Tras un “Visca Catalunya” y un vídeo de las manifestaciones independentistas y las “esteladas”, los presentes aplaudieron y el anfitrión expresó el deseo de que la “próxima conferencia sea en Barcelona”.
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