El Parlamento iraquí culpa a Al Maliki de la caída de Mosul
Una comisión responsabiliza al ex primer ministro y otra treintena de altos mandos
El grupo yihadista Estado Islámico conquistó la ciudad iraquí de Mosul y proclamó el califato el 10 de junio de 2014. Este lunes, algo más de 14 meses después, el Parlamento iraquí respaldó un informe que pide a la justicia investigar la actuación del entonces primer ministro, Nuri al Maliki, y de otra treintena de altos mandos.
El informe señala la responsabilidad de figuras relevantes del panorama político iraquí como el exgobernador de la ciudad Athil al Nujaifi; el entonces ministro de Defensa Sadún Al Dulaimi; el general retirado Babakir Zebari; el comandante de policía y exresponsable de operaciones militares de la provincia de Nínive —de la que Mosul es capital— Jalid al Hamdani y el general Mahdi al Gharrawi.
La pérdida de Mosul desató una profunda crisis política en Irak. Varias fuentes militares denunciaron que la ciudad fue entregada a los milicianos del Estado Islámico. Pese a que no detallaron quién dio la orden de abandonar la lucha, el caso desembocó en una profunda crisis política que obligó a Al Maliki a dimitir. El actual jefe de Gobierno, Haidar al Abadi, le sustituyó en el cargo.
En el pasado octubre, la agencia Reuters llevó adelante una investigación que determinó algunos de los motivos que causaron la victoria yihadista en Mosul. Según Reuters, la escasez de tropas, la falta de coordinación por enfrentamientos internos entre los principales responsables militares y el pánico derivado por la inacción de los líderes políticos aceleraron la victoria del Estado Islámico. Al Maliki culpó entonces a los políticos rivales.
El presidente de la comisión que redactó el informe, Hakem al Zamili, explicó este lunes que “la causa de la caída de Mosul permitió que se cometieron crímenes nunca vistos en la historia por parte de bandas terroristas”. Mahmud al Hassan, responsable de la oficina legal del Parlamento, añadió que la investigación quiere dejar a la justicia iraquí “la última palabra” sobre el asunto.
La decisión del Parlamento sigue la aprobación el pasado martes de unas reformas políticas para luchar contra la corrupción, el sectarismo y los privilegios políticos. El primer ministro, Al Abadi, presentó estas propuestas dos días después de que miles de personas se manifestaran en Bagdad contra el deterioro de los servicios y la situación de inseguridad.
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