La sociedad civil griega arrebata a los partidos el debate sobre el futuro
Las organizaciones se han volcado defendiendo una de las dos posturas en el referéndum
Por primera vez en la historia de la democracia griega, restablecida en 1974, los partidos políticos ya no son los únicos que llevan la voz cantante en la escena pública. Ante el referéndum de mañana, toda la sociedad civil —de la clase media emprendedora a los profesores de universidad, actores. abogados, estudiantes, médicos o muchas ONG— se ha volcado a favor de una u otra opción, rompiendo el monopolio de la vida pública en un país históricamente cautivo del sistema partidista.
En circunstancias dramáticas, con el país a punto de fundirse a negro económicamente, la soberanía popular ha saltado de las urnas a las calles. El dilema existencial que plantea el referéndum convocado por el Gobierno griego ha prendido con fuerza la mecha de la participación ciudadana, que venía ya gestándose durante los meses de negociaciones entabladas por el Ejecutivo de Alexis Tsipras, que llamó a votar contra “chantajes y ultimatums”.
De hecho, y a diferencia de convocatorias anteriores, efectuadas a través de las redes sociales y sin adscripción concreta, este viernes fue la primera convocatoria oficial por parte de Syriza —el partido del Gobierno— de la concentración por el no que tuvo lugar ante el Parlamento, la cuarta en poco más de dos semanas, y en la que tenía previsto intervenir el primer ministro Tsipras.
A pocos kilómetros de distancia se reunían igualmente los partidarios del sí, agrupados bajo el paraguas del Comité de Apoyo al Sí, que reúne a un centenar largo de comités ciudadanos, asociaciones de pequeños comerciantes o patronales sectoriales y colegios profesionales, sin olvidar movimientos sociales, y que niega toda relación con los partidos que defienden esta opción: la conservadora Nueva Democracia, el socialista Pasok y el liberal To Potami.
Con la excepción del fugaz movimiento local de indignados, hace ahora cuatro años —y que a duras penas resistió el verano—, nunca la sociedad local había tomado la palabra de una forma tan clara, por ambos lados.
“No tengo ninguna relación con partido político alguno, jamás he militado ni siquiera en sindicatos. Sólo soy un humilde profesor de filosofía que ve agonizar el país y no tiene respuestas para sus alumnos. Por eso voy a votar no”, decía Babis Sideris, miembro desde el lunes de una plataforma de docentes, a la salida del metro de Syntagma, colapsado por una marea de manifestantes gritando a voz en grito oxi (no), un grito que va más allá de la consulta de mañana y que tiene profundas resonancias históricas (en 1940, el dictador Metaxás respondió así al ultimátum de Mussolini).
De camino hacia el estadio de Kalimármaro, donde se reunieron los partidarios del sí, el escritor y periodista Zanasis Jimonás, miembro de la plataforma de intelectuales por el sí, admitía no haber visto nunca en Grecia una respuesta social tan clamorosa, “ni siquiera en lo peor de la crisis, que tenía una incidencia más acusada en segmentos determinados de población”.
“Nos jugamos nuestro futuro, y no el del largo plazo. Está en juego nuestra propia supervivencia desde el domingo, por no decir desde ahora mismo, y es obvio que los ciudadanos no nos íbamos a quedar sentados”, añade Jimonás, mientras una riada de personas, la mayoría enarbolando banderas griegas, se dirigía al estadio a pie.
Según datos de la policía, la manifestación a favor del no participaron unas 25.000 personas, frente a alrededor de 20.000 en la de signo contrario. Era su última demostración de fuerza —hoy no es jornada de reflexión en Grecia— para arañar hasta el último sufragio de los 10,8 millones de griegos que forman el censo electoral.
La incertidumbre en que vive instalado el país desde hace una semana se ve reforzada por unos sondeos de infarto, que no sólo arrojan ningún resultado claro, sino que fluctúan como los estados de ánimo, la rabia en el bando del no, el miedo en el del sí.
La encuesta de la Universidad de Macedonia encargada por la agencia Bloomberg y difundida este viernes pronostica un empate técnico (43% para el no frente al 42,5% a favor del sí), mientras que el sondeo de Alco Institute da un 44,8% al sí y un 43,4% al no.
Luz verde legal a la polémica consulta
El Tribunal Supremo Administrativo griego desestimó este viernes el recurso de inconstitucionalidad presentado por dos ciudadanos griegos contra el referéndum de mañana.
Los dos demandantes habían presentado el recurso el pasado miércoles con el argumento de que la consulta planteada por el Gobierno sobre la propuesta de acuerdo presentada por los acreedores atañe a temas fiscales, lo que en principio no permite la Constitución.
Los magistrados, que se reunieron en sesión plenaria de urgencia, argumentaron que el tribunal no puede pronunciarse sobre la constitucionalidad de decisiones gubernamentales de tal naturaleza como la convocatoria de un referéndum. “El referendo tendrá lugar con normalidad", dijo el vicepresidente del tribunal, Nikos Sakelariu.
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