El mensaje de Clinton, un guiño al EE UU más joven y diverso
La candidata se aleja de su amplia experiencia para ser la aspirante que conecta con los desafíos de los ciudadanos
Hillary Clinton necesitaba un mensaje de presentación lo más alejado posible de ella misma. Los protagonistas del vídeo con el que ha anunciado este domingo su candidatura a la presidencia de Estados Unidos en 2016 son ciudadanos que hablan de empezar una nueva etapa, como Clinton. Pero son ellos quienes narran los problemas a los que se enfrentan y la candidata queda casi en un segundo plano, con el espacio suficiente para decir que “todos los americanos necesitan un defensor y yo quiero ser ese defensor”.
En la distancia ha quedado la etapa de Clinton como primera dama, senadora o secretaria de Estado. Buena parte de sus opciones como candidata dependen de que ningún votante le identifique con la imagen de política que hace más de 20 años que no conduce su propio coche, de quien puede haber quedado alejada del ciudadano medio.
“Quizás esta sea la versión femenina del negocio de pelear por la presidencia, dominado siempre por hombres”, asegura Jonathan Allen en un análisis para Vox. “Es quien escucha, quien organiza los principios y lucha por sus votantes. Y lo hace todo sin llamar la atención sobre sí misma”.
Y quizás sea esta también una versión de campaña propia de la era "post discursos". Clinton conoce el poder de las redes sociales y de las nuevas plataformas -hizo suyo un viral tras la publicación de esta foto de su etapa en el Departamento de Estado- y no ha necesitado de una gran presentación para satisfacer a quienes desde hace meses recaudaban dinero en su nombre, anticipando el anuncio de este domingo.
La aspirante demócrata no aparece en su anuncio hasta pasado más de un minuto y lo hace con varias frases que recuerdan a las ideas más progresistas defendidas por los demócratas recientemente. “Los americanos han luchado para salir de tiempos duros económicamente, pero las cartas todavía están a favor de quienes más tienen”, dice en un fragmento. En otro, apuesta a que los ciudadanos “pueden hacer más que simplemente salir adelante. Pueden salir adelante y permanecer en la vanguardia”.
Dos días antes de anunciar su candidatura, Clinton publicó un nuevo capítulo de sus memorias en el que habla de cómo haberse convertido en abuela no le ha hecho querer detenerse, sino “acelerar el paso aún más”. La familia, asegura, le acerca a los ciudadanos y le ha hecho pensar “en la responsabilidad que todos tenemos como guardianes del mundo que heredamos y que dejaremos atrás”. El mensaje ya no es “Yo estoy aquí para ganar”, como proclamó en un vídeo en 2007, si no estoy aquí para vosotros.
Su anuncio se titula ‘Getting Started’ -en español, preparándome- y es una colección de estadounidenses listos para mudarse de casa para optar a un mejor colegio para su hija, una pareja que espera su primer hijo, dos hombres a punto de casarse, una mujer que afronta la jubilación como “una oportunidad para reinventarse”, una joven en busca de su primer empleo y dos hermanos que abren un negocio. Hay blancos, afroamericanos, asiáticos e hispanos -con un breve clip en español y subtitulado al inglés. Hay jóvenes y baby boomers. Dueños de negocios, mujeres emprendedoras, madres que regresan al mundo laboral.
Y hay mujeres, mayoría de mujeres. El inicio del vídeo se puede leer como un “mujeres y niños primero”. La igualdad -de género, social y económica- es uno de los pilares de la carrera de Clinton y a su alrededor puede girar el mensaje de una campaña cuyo objetivo es presentar a una candidata para el futuro de EE UU. Las credenciales de la aspirante demócrata -una de las políticas de mayor prestigio en el país- ya no son suficientes para garantizar que es la persona mejor preparada para el futuro del país.
Los protagonistas del vídeo son un argumento más en esta dirección. Como también lo son los retratados en su página web. El mosaico racial, cultural y socioeconómico que contienen los apenas dos minutos y dieciocho segundos de grabación es uno de los acercamientos más fieles al rostro de los EE UU de hoy, más diverso que nunca.
Clinton no ha intentado convencer esta vez con un historial de credenciales que puede justificar su actual distancia de más de 47 puntos con cualquiera de sus potenciales rivales. Ha buscado justo lo contrario a lo que este sábado ya parodiaban los cómicos de Saturday Night Live, en un vídeo con muchos aires de 2008 y ninguno de los tiempos actuales. Antes de hablar de encuestas, ni de experiencia ni de credenciales, la demócrata prefiere que se pronuncien los ciudadanos. Es un giro importante. La política no le dice a los votantes lo que les preocupa. Ellos hablan y la candidata dice: “Este es vuestro momento y espero que vengáis conmigo en este viaje”.
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