‘Charlie Hebdo’ regresa con fuerza
Los supervivientes de la matanza preparan un nuevo número para el próximo día 25
Es un caso insólito. La modesta revista satírica Charlie Hebdo, blanco del mortal ataque yihadista del 7 de enero pasado, ha vendido ya ocho millones de ejemplares del número, ya histórico, elaborado justo después de la matanza. Desde que la diezmada redacción del semanario lograra sacar adelante, el 14 de enero, el número 1.178, los ejemplares siguen semana tras semana agotándose en los quioscos de Francia. Los supervivientes, acogidos todavía en la sede del periódico Libération, aseguran ahora estar en condiciones de recuperar la normalidad a partir del 25 de febrero.
A pesar de la voluntad expresada por la redacción de Charlie Hebdo, la revista no ha vuelto a salir desde el 14 de enero. La publicación disponía de una modesta plantilla de una veintena de personas antes de la matanza. El ataque perpetrado por los hermanos Said y Chérif Kouachi el 7 de enero, para vengar al profeta Mahoma, dijeron, por las caricaturas publicadas en el semanario y sus puntos de vista laicos y humorísticos sobre el islam, acabó con la vida de 12 personas, de las cuales ocho pertenecían a la plantilla o eran colaboradores habituales. Entre los fallecidos figuran cinco dibujantes emblemáticos de la publicación: Stéphane Charbonnier, Charb; Jean Cabut, Cabu; Georges Wolinski; Bernard Verlhac, Tignous, y Philippe Honoré.
La revista destina el dinero de las donaciones a las víctimas del ataque
Justo antes del atentado, el semanario atravesaba momentos financieros muy difíciles, ya que se sostenía solo, sin publicidad, de las ventas, que apenas alcanzaban los 50.000 ejemplares. La matanza ha generado tal nivel de solidaridad que la revista no solo ha conocido una difusión récord de su número 1.178, sino que cuenta ahora con 200.000 suscriptores.
Los ingresos de la revista se han elevado de manera exponencial en el último mes gracias a tales ventas y las donaciones. Los 200.000 suscriptores se traducirán, según el director financiero de Charlie Hebdo, Eric Portheault, en 14 millones de euros a razón de 70 por suscriptor (a tres euros el ejemplar) y las donaciones suman ya 2,37 millones. En total, el semanario tiene asegurados unos ingresos de unos 30 millones de euros. Portheault ha declarado recientemente a Libération que el dinero de las donaciones es para las víctimas, mientras que el resto se consagrará íntegramente a la continuidad de la revista. “No habrá dividendos para los accionistas, sea cual sea la recaudación”, añadió.
La semana pasada, y en respuesta a una propuesta de parlamentarios comunistas, el Senado votó unánimemente a favor de una reducción de impuestos a los particulares que hagan donaciones a la prensa.
Hasta ahora, Charlie Hebdo se ha visto obligado a posponer una y otra vez su regreso a los quioscos. Junto a la sede parisina de la revista satírica hay todavía ofrendas de flores y homenajes espontáneos, pero sigue cerrada. Libération también acogió hace años a la redacción, cuando un ataque con cóctel molotov destrozó sus instalaciones. Al fallecido Charb le ha sustituido al frente de la redacción Laurent Sourisseau, Riss, otro de los caricaturistas del semanario, herido en el hombro en el atentado pero que ya ha abandonado el hospital. Riss ha asegurado que la línea de la publicación seguirá siendo la misma.
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