“Esta noche los griegos pueden soñar, hoy está permitido”
Los veteranos de la izquierda radical celebran la victoria de Syriza en las calles de Atenas
Las canciones populares del movimiento de resistencia contra la ocupación nazi (1941-44) volvieron a sonar la noche del domingo con renovados bríos en la celebración de la victoria electoral de Syriza en el centro de Atenas. Pero también se oyeron La Internacional, o canciones partisanas como Bella Ciao o Bandiera Rossa, como símbolo y homenaje al nutrido grupo de activistas italianos que han venido a Grecia a apoyar a Syriza. Jóvenes con memoria histórica, jubilados resistentes contra cinco años de miseria y recortes, curiosos, algún turista, militantes del partido y decenas de activistas sociales griegos y extranjeros festejaron en las calles, con alegría y emoción contenidas, un triunfo que olía a historia.
La pareja formada por Estela y Dimitris no tenía duda de la importancia que revestía el momento, pese a que él votó a Antarsya (izquierda extraparlamentaria), y ella, a Syriza "pero como voto útil, para darle la victoria, porque mi intención era votar también a Antarsya", explica. "Pero nos alegramos mucho, es un momento histórico para Grecia y una gran oportunidad para enderezar la política europea, que sólo nos ha causado desgracias", dicen al alimón.
Al lado de un vendedor ambulante de frutos secos, de los muchos que jalonaban la plaza, un grupo de tres ancianas compartía un cucurucho de cacahuetes mientras musitaba con fervor, como si fueran oraciones, las letras de las canciones de la ocupación. Con lágrimas en los ojos, Fotiní explicaba: "Hacía setenta años que no las oía, mi madre me las cantaba cuando era muy pequeña, mi padre estaba en la cárcel y Grecia se moría de hambre. Como ahora, como estos últimos años... ¿Sabe lo que significa para mí esta victoria?".
En el centro de la celebración, marcada por la tranquilidad y la moderación, Kostas Isychos, miembro de la ejecutiva de Syriza y responsable de Relaciones Exteriores y Defensa del partido, no cabía en sí de gozo. "Esta noche los griegos pueden soñar, hoy está permitido. Pero tal vez en algunos países europeos haya pesadillas... Hoy hacemos historia; historia en Grecia y en Europa. Estamos mucho más cerca del fin de la austeridad y más cerca de la soberanía popular". A su lado, Angelikí Alexopulu, profesora de español en la Universidad de Atenas, asentía. "Voto a Syriza desde mucho antes de que lo fuera [antes era Synaspismós]. Hemos acompañado a Tsipras desde sus inicios, y hoy sentimos que llegamos a puerto".
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