Pegida reivindica su libertad de expresión tras la amenaza terrorista
Las autoridades prohíben la marcha en Dresde por el posible ataque contra su líder
El presidente del movimiento islamófobo alemán Pegida (el acrónimo de Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente), Lutz Bachmann, ha reivindicado este lunes en rueda de prensa el derecho de reunión y la libertad de expresión tras la prohibición policial de su protesta de esta tarde por una supuesta amenaza terrorista. El movimiento ha reconocido que el hecho de que el yihadismo sea capaz de impedir el ejercicio de un derecho constitucional supone un "grave daño" para la libertad de expresión, pero ha recalcado que ha optado por dar prioridad a la seguridad. Bachmann ha asegurado que las movilizaciones continuarán.
La policía sajona decidió este domingo prohibir todas las manifestaciones al aire libre convocadas para este lunes en Dresde debido a una "amenaza terrorista concreta" y explicó que, en base a informaciones recibidas de las fuerzas de seguridad federales y estatales, existe un llamamiento a posibles terroristas para que se mezclen entre los manifestantes y atenten contra Lutz Bachmann, fundador de Pegida. Ante la cancelación, Bachmann ha pedido "a todos los europeos que están en favor de la libertad de expresión y contra los fanatismos religiosos" que coloquen en sus ventanas una bandera nacional y una vela.
Las autoridades vinculan esa información con un mensaje publicado en la red social Twitter que, en árabe, tacha a Pegida de "enemigo del islam". El diario popular Bild ha informado de que el pasado viernes se detectó la orden de atentar contra Bachmann y de hacerlo durante la manifestación de este lunes. Pegida ha explicado por su parte que se ha visto "forzada" a suspender el acto por "responsabilidad", para evitar "daños colaterales" a los participantes en la marcha.
Con las mismas palabras a las que recurrió la policía, los responsables de Pegida han subrayado que la "amenaza abstracta" que el Ministerio del Interior ha reconocido que pesa sobre Alemania se ha convertido en una "amenaza de muerte concreta" contra uno de sus líderes.
Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, ha defendido el derecho de los alemanes a manifestarse libremente, independientemente de sus ideas, tras la prohibición de la marcha de Dresde por parte de la policía. La canciller ha ofrecido la ayuda del Gobierno federal a las autoridades locales para garantizar los derechos fundamentales.
La protesta convocada para esta tarde iba a ser la decimotercera marcha islamófoba en la ciudad, donde Pegida sacó a la calle el lunes pasado, tras los atentados yihadistas de París, a 25.000 personas, batiendo un nuevo récord en las manifestaciones que organiza cada semana en la capital sajona.
Además de la marcha de Pegida, en Dresde se esperaba para este lunes una contramanifestación de grupos antifascistas, mientras que en otras ciudades de Alemania están programadas concentraciones contra el racismo y la xenofobia.
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