Israel entierra a cuatro víctimas en plena campaña electoral
"Estaba enamorado de Israel, quería vivir aquí y vivirá aquí", dice el hijo de una de las personas fallecidas en los atentados de París
La ministra francesa de Ecología, Ségolène Royal, asistió ayer en representación de su Gobierno al entierro de los cuatro ciudadanos franceses judíos muertos en los ataques de París. “Millones de franceses se sienten hoy judíos. Cada golpe contra un judío es un golpe en contra de la República Francesa”, proclamó.
Isaac Herzog, líder del Partido Laborista israelí, celebraba ayer elecciones primarias. Los resultados podrán determinar sus oportunidades de acceder al puesto de primer ministro en los comicios del 17 de marzo.
Por primera vez en casi 20 años, las encuestas muestran que el Partido Laborista —unido al grupo centrista de la exministra de justicia, Tzipi Livni, que abandonó el Gobierno de Benjamín Netanyahu—, tiene serias posibilidades de llegar al poder. Pero en lugar de dedicarse a los comicios, el líder de la oposición acudió al multitudinario entierro de las cuatro víctimas del ataque terrorista al supermercado judío de París.
“Una línea recta nos lleva desde el asesinato de cuatro judíos en París al de cuatro hombres que rezaban en la sinagoga de Har Nof”, declaró Herzog, recordando a un atentado en Jerusalén en noviembre del año pasado.
Herzog se reunió luego con el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García-Margallo, de visita oficial en Israel y Palestina. “Hoy ha habido una gran celebración de la democracia. En cada reunión o cita”, aseguró Ofer Newman, portavoz de Herzog, “ha sido recibido como el próximo primer ministro”. “Pero en el funeral”, prosiguió Newman, “se sentía la tremenda responsabilidad de liderar a un país en riesgo en un mundo enfrentado al terror”. “Herzog pretende sacar a Israel del peligroso aislamiento diplomático al cual nos ha llevado el Gobierno de Netanyahu, y conducir al país a una mejorada y más fuerte posición”, agregó su portavoz.
La población israelí esta cansada de Netanyahu, según los analistas políticos. Pero esta todavía por determinar si, sacudidos por la ola de terror en Francia, y en especial por el atentado dirigido en contra de judíos en el supermercado kosher, los votantes se inclinarán por el Partido Laborista, que enfoca su campaña en la seguridad económica y social de cada individuo, o por los mensajes de defensa de la seguridad del Estado que lanza Netanyahu.
El entierro en Jerusalén de las cuatro víctimas del atentado contra un supermercado kosher Hyper Cacher de París el viernes pasado fue una ceremonia solemne cargada de simbolismo nacional y de declaraciones políticas. Miles de personas, entre ellos una marea de inmigrantes franceses llegados a Israel, acudieron a prestar su apoyo a las familias de Yohav Hattab, Yohan Cohen, Philippe Braham y François-Michel Saada, que acompañaron a los ataúdes de las víctimas.
El Hyper Cacher es un supermercado que vende productos kosher, aptos para ser comidos bajo las leyes judías. El viernes pasado, estaba lleno de clientes de compras para la cena del viernes. Yohann Cohen, de 20 años, es el único de los sepultados en Jerusalén que trabajaba en la tienda.
Ségolène Royal, como el Gran Rabino de Jerusalén, resaltó el hecho de que Cohen fue visto intentado frenar al terrorista autor del asalto, Amedy Coulibaly, para salvar a un niño de tres años. "Lo lograste," lloró el rabino Shlomo Moshe Amar, "pero pagaste con tu vida." "Tan solo tenía 20 años", lamentó el presidente de Israel, Reuben Rivlin, "y ya es héroe". "Os esperábamos aquí," continuó, "pero no así, os esperábamos con vida".
Royal otorgó la orden de la Legión de Honor a título póstumo a cada una de las victimas, presentando a las familias en duelo las condecoraciones. A la misma hora, el presidente francés, Francois Hollande, otorgo el mismo honor a los tres policías muertos en los atentados, en una ceremonia estatal de conmemoración en París.
Valérie Braham, la viuda de Philippe, que recientemente sepultó a un hijo en el mismo cementerio, el de Har Hamenouhot, contó que otro hijo, de tres años, seguía rezando por su padre. El Gran Rabino de Túnez, Battou Hattab, padre de Yoav, de 21 años, quien había ido al supermercado en búsca de una botella de vino, se levantó y dijo: "No tengo nada que decir, ni una palabra. Nada. Pero acepto la decisión de Dios."
"Han muerto solo por ser judíos," pronunció Royal, en un mensaje resuelto y enfadado, "millones de franceses hoy son judíos. Cada golpe en contra de un judío es un golpe en contra de la República Francesa, y el país sabrá enfrentarse a la situación".
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