Bélgica acelera la puesta en marcha de medidas contra el terrorismo
La intervención del ejército o la mejora de la vigilancia cibernética estarán entre las medidas propuestas
Bélgica estudia medidas de excepción tras los atentados en Paris. El Ejecutivo del país con el mayor número de combatientes extranjeros (en proporción a su población) en las filas yihadistas de Oriente Próximo se ha reunido este lunes para definir las medidas que se podrán en marcha para combatir el terrorismo. El gobierno belga pretende modificar el marco legal para permitir a los militares desempeñar tareas policiales temporalmente. El ministro de Interior, Jan Jambon, y el de Justicia, Koen Geens, presentarán durante los próximos días su lista de propuestas, entre las que también se incluyen la mejora de la vigilancia en las redes sociales o la ampliación de escuchas telefónicas a sospechosos.
Actualmente, la legislación belga no permite que un militar pueda sustituir a un policía. Tan solo puede asistir a un oficial e intervenir en caso de legítima defensa. Jambon defiende la necesidad de modificar la ley para mejorar la vigilancia en los aeropuertos o las estaciones en caso de urgencia, una prevención ya aplicada en Francia. Esta medida podría salirle algo cara a un Gobierno que ha anunciado severos recortes presupuestarios, incluidos en el área de seguridad, a pesar de las críticas de la policía, inquieta por las repetidas amenazas que asegura haber recibido por parte del Estado Islámico. Según recoge el diario belga Le Vif, el secretario nacional del sindicato de policías, Jérôme Aoust, ha advertido de que acontecimientos como los de París “tienen, normalmente, efecto contagio”.
El gobierno belga, que hizo recortes en seguridad, pretende despliegar un amplio dispositivo policial
Además, Geens también ha anunciado este lunes su intención de organizar el reparto de los detenidos en las distintas prisiones del país en función del riesgo de radicalización que presenten. Basándose en el reciente ejemplo de los terroristas que atentaron contra la redacción de Charlie Hebdo, el ministro belga ha querido enfatizar en el riesgo de radicalización que existe entre rejas. “Ciertas persones salen de la cárcel radicalizadas o convertidas, mientras que cuando entraron no eran extremistas o ni siquiera creyentes”, ha asegurado. Dado que los servicios judiciales pueden identificar a quienes presentan más indicios de radicalismo, “debemos asegurarnos que no frecuenten a presos más jóvenes”, ha explicado.
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