La visita de Netanyahu y Abbas a París causa desconcierto en Israel
Ambos mandatarios han estado en primera fila de la marcha contra los ataques terroristas
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, acompañado por tres de sus ministros, y el presidente palestino, Mahmoud Abbas, marcharon en París esta mañana en primera fila junto al mandatario francés, Francois Hollande y la canciller alemana Ángela Merkel, en la manifestación de protesta contra los ataques terroristas perpetrados contra la revista Charlie Hebdo y en el supermercado kosher, Hyper Cacher.
La reacción de los dos líderes frente a la tragedia, que ha conmovido a toda Europa, provocó desconcierto en Israel. En la tarde del sábado, la oficina de Netanyahu había anunciado que no iba a asistir por razones de seguridad. Pero durante la tarde, los titulares de las carteras de Relaciones Exteriores, de Economía, de Relaciones con la diáspora judía y un parlamentario opositor confirmaron su presencia.
Finalmente, por la noche, el equipo del mandatario dio a conocer un cambio de planes: había decido participar en la marcha. Esta falta de coherencia causó una ráfaga de comentarios cínicos en los medios locales, que sugirieron que, con esto, obtendría una ventaja política al mostrarse en el plano internacional. Israel se encuentra en una tensa campaña electoral de cara a los comicios del 17 del marzo y la habilidad diplomática del primer ministro ha sido un tema polémico.
Al igual que Netanyahu, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, anunció que no iba formar parte de la marcha antes de unirse súbitamente a ella cuando se enteró de que su par israelí había cambiado de planes.
El domingo por la mañana, antes de subir al avión, la oficina del primer ministro lanzó un tercer comunicado, casi inédito, en el que explicó que no había resuelto viajar a París al enterarse de los planes de su ministro de Relaciones Exteriores, Avigdor Lieberman, quien es un opositor político en la campaña, sino que había tomado la decisión de antemano, sin haberla publicado.
Estos cambios de postura hicieron que la opinión pública los tomara como una pelea de niños de jardín y terminó provocando una tormenta de comentarios sobre la torpeza de Netanyahu y su equipo de comunicación.
Esto se sumó al malestar que causó la declaración de duelo del primer ministro, quien por más que fue bien intencionada, pareció aprovecharse de la tragedia al llamar a los judíos de Francia a emigrar a Israel, ya “que no solamente es el lugar hacia al cual rezan, sino que es su hogar seguro en la realidad"
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