“No hay fractura de los socialistas, tengo confianza en Manuel Valls”
"Tenemos debate, y eso es normal", afirma la primera mujer al frente de la capital de Francia
La socialista Anne Hidalgo (San Fernando, Cádiz, 1959) lleva solo unos meses como alcaldesa de París —es la primera mujer en ocupar este puesto—, y su llegada ha coincidido con momentos complicados para el Partido Socialista (PS) francés, que afronta dividido el paquete de reformas aprobado por el Gobierno del primer ministro Manuel Valls. Medidas que comprenden un duro ajuste social y la rebaja masiva de cotizaciones sociales e impuestos para las empresas, algo que ha acercado al Ejecutivo al sector privado y abierto un cisma con los sindicatos. Pero Hidalgo, que ha visitado Madrid para recoger el premio al personaje del año que le ha concedido una revista, elude, firme aunque con una sonrisa, ahondar en la polémica. Hija de españoles que emigraron a Francia —llegó a Lyon con dos años— habla, no obstante, del papel de Europa en la recuperación de la crisis y de su política migratoria. “La UE debe ser más ambiciosa y más humana en estos temas”, dice en una conferencia de prensa poco antes de la entrevista. “Hoy se deja sola a Italia con el problema de los inmigrantes que llegan a sus costas corriendo un gran riesgo, lo mismo pasa con España en el estrecho de Gibraltar”, incide. “No se pueden hacer murallas alrededor de Europa, debe tenerse en cuenta el orden público pero también hacer una política más humanitaria”.
Hidalgo, que se ha reunido con la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, con el dirigente socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y con el rey Felipe VI, comentó también el proceso de primarias que afronta el PSOE para elegir a su secretario general, un proceso que ya vivió el PS francés y que considera “importantísimo” para la democracia. “Dar la palabra a los militantes para que escojan al líder que debe dar la batalla para lograr los desafíos es muy bueno”, dice. La alcaldesa, que se define como republicana, también cree que en España el Rey tiene “un papel muy importante en la unidad” del país.
Pregunta. Las medidas aprobadas por el Gobierno francés suponen profundos recortes sociales y también en un aumento de beneficios fiscales para las empresas. ¿Estamos ante un giro ideológico del Gobierno socialista?
Respuesta. No comento asuntos interiores en el extranjero, pero tengo confianza en Manuel Valls, que ha animado al Gobierno después de unos meses difíciles. Tenemos debate, y eso es normal, el debate no tiene que ser de manera caricaturesca, todos estamos buscando soluciones, el Gobierno, la izquierda, la derecha... Los municipios, estamos en un debate, poniendo por delante propuestas.
P. ¿Cree que estas medidas han causado una fractura en su partido? El martes vimos que los diputados de la Asamblea Nacional votaban divididos.
R. No hay ninguna fractura. Hay que verlo como un debate, que es también un debate europeo.
P. ¿Hay crisis en el socialismo?
R. Como decía antes en la conferencia, las democracias están en crisis en toda Europa, algo que tiene relación con la crisis económica, por eso hay que dar la palabra a la ciudadanía, buscarla, porque cuando hay participación, debate, opinión, la democracia se porta mejor que cuando no lo hay. Hay que fortalecer una cultura de la opinión pública, y es lo que estoy tratando de hacer en París.
P. ¿Cómo afectarán las medidas aprobadas por su Gobierno a los votantes socialistas, a las clases medias? En las pasadas elecciones ya mostraron su decepción, vistos los resultados.
R. Yo no lo he visto de esa manera, incluso en París no puedo definirlo de esta manera. Hay problemas, Europa está en crisis, yo estoy a favor de más inversiones en Europa, de programas más ambiciosos en nuevas tecnologías, infraestructuras, en la lucha contra el paro, sobre todo para los jóvenes; pero menos mal que los políticos no vemos las cosas de manera tan maniquea, lo vemos intentando actuar. Yo no estoy en el comentario, yo estoy en la acción con mi ciudad, con los ciudadanos, y tengo mis propuestas en la ciudad para superar esta crisis.
P. Decía antes que la democracia está en crisis. La ciudadanía se siente lejana de las instituciones. ¿Cree que eso ha jugado un papel en el avance de la extrema derecha que se ha visto en las pasadas elecciones?
R. Pienso que la democracia es muy difícil porque en democracia hay muchas manipulaciones posibles, sobre todo de los extremos. Cuando hay crisis económica es fácil echar la culpa a los que están fuera, a los extranjeros... a otros en lugar de a sí mismos; pero creo que el papel que tenemos hoy los políticos no es estar siempre en el comentario negativo. Estamos actuando para salir de la crisis, es difícil y no se hará de la noche a la mañana, pero el camino hay que construirlo también dando confianza a la ciudadanía. Si todas las mañanas se levanta uno diciendo “es la crisis, no hay futuro”, ya no hay salida. Se apoya también a las ideas extremistas y simplistas. Yo no estoy en esto. Creo que es difícil, pero hay una vía, y lo estoy construyendo con otros, y en ese camino hay debate. No está uno de acuerdo siempre sobre todo... Mejor, así se encuentran siempre las mejores ideas y las mejores soluciones. Hay que dejar de devaluar continuamente lo que hemos sido capaces de construir juntos en Europa y en cada uno de nuestros países.
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