Seis años de cárcel para el exprimer ministro de Israel Ehud Olmert
Aceptó sobornos para facilitar la construcción de un lujoso complejo residencial Otros seis implicados, empresarios y cargos públicos, también irán a la cárcel
El ex primer ministro israelí Ehud Olmert fue condenado el martes a seis años de prisión y a una multa de un millón de shékels (unos 210.000 euros) por aceptar sobornos cuando era alcalde de Jerusalén. El escándalo de corrupción urbanística le costó la jefatura del Gobierno en 2009.
Un juez de Tel Aviv considera probado que Olmert, a quien trató de “traidor” por dejarse corromper, aceptó 660.000 shékels (algo menos de 140.000 euros) a cambio de allanar el camino a una promoción urbanística conocida como Holyland (Tierra Santa, en inglés). El rotundo conjunto, caro y pretencioso como su nombre, remata una colina de oeste de Jerusalén con seis bloques residenciales y una gran torre de viviendas visible desde buena parte de la ciudad.
Además fueron condenados otros seis implicados en la trama corrupta que levantó Holyland. Dos son cargos públicos que, como Olmert, encajaron sentencias de más de seis años. Los otros cuatro son empresarios, igualmente culpables de cohecho. El dueño de la urbanización, Hillel Cherney, cumplirá tres años entre rejas y pagará unos 400.000 euros de multa. Otro empresario llamado Avigdor Kellner fue sentenciado a 3 años de cárcel. La ejemplaridad de la sentencia se extiende, así, a los que pusieron el dinero.
Olmert anunció que recurrirá el fallo ante el Tribunal Supremo, pero es improbable que este anule una sentencia tan drástica. Es la primera vez que un ex primer ministro israelí enfrenta una condena de prisión desde que se fundó el Estado de Israel hace 66 años. El juez que lo sentenció el martes, David Rozen, destacó la inteligencia y las contribuciones de Olmert al bien público de Israel, pero argumentó que, precisamente debido a su antigua posición en la República y a sus probadas capacidades, Olmert se merece una sentencia dura y ejemplar: “Alcanzó lo más alto, el puesto más importante del Estado”, para desde allí acabar “como un criminal convicto”.
El exmandatario, que hoy tiene 68 años, ya había pasado por el banquillo de los acusados en dos juicios anteriores. En 1998 quedó absuelto en un caso de financiación ilegal de su partido de entonces, el derechista Likud. Hace dos años salió condenado a un año de libertad condicional y una multa de unos 15.000 euros en otro juicio por corrupción. Tan seguro estaba Olmert de que el caso Holyland se zanjaría con una pena parecida que, según han publicado diversos medios israelíes, ya estaba planeando su regreso a la política con una candidatura a las próximas elecciones generales.
Insiste Olmert en su inocencia desde que empezó el juicio. Poco antes de que se leyera su condena habló de “un día triste”. Asumió el Gobierno en 2006, cuando su predecesor y jefe en el partido, Ariel Sharon, entró en un coma. Después de ser alcalde de Jerusalén durante diez años a partir de 1993, Olmert fue ministro de Industria, primero, y después de Hacienda con Sharon. Ya ha había pasado de posiciones derechistas dentro del partido conservador Likud a su sector más a la izquierda, así que acompañó a Sharon a su nueva formación de centroderecha, Kadima, en 2005.
Su mandato como primer ministro quedó marcado por la polémica campaña militar de Líbano en verano de 2006, que buscaba neutralizar a las milicias chiíes de Hezbolá en la frontera con Israel. Después, Olmert puso considerable empeño en alcanzar un acuerdo con la Autoridad Nacional Palestina. El giro a la derecha que supuso su sustitución por el actual primer ministro, Benjamín Netanyahu, fue un revés para un proceso de paz cuyo enésimo episodio fracasó en abril.
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