EE UU alienta el uso de Internet como promotor de la democracia en América
El Departamento de Estado defiende su proyecto de un 'twitter cubano' y el potencial de las redes sociales en América Latina
Un mes después de que se destapara el proyecto del Gobierno de Estados Unidos para fomentar un cambio político en Cuba a través de una red social de mensajería, y cuando Internet está jugando un rol esencial para la organización de los opositores venezolanos, el Departamento de Estado hizo este miércoles un ferviente alegato sobre la importancia de las redes sociales en la promoción de la democracia en América Latina y el resto del mundo.
Durante su intervención en la asamblea anual del Consejo de las Américas, la secretaria de Estado adjunta de Asuntos del Hemisferio Occidental de EE UU, Roberta Jacobson, fue preguntada por el proyecto del 'twitter cubano' llamado ZunZuneo y no solo defendió con vigor la iniciativa fallida sino que también animó a todos los ciudadanos, tanto cubanos como de otros países, a usar Internet como medio de altavoz reivindicativo.
“Esperaría que no sobrerreacionemos en la polémica por un único programa. Seguiría alentando usar las redes sociales para la democracia, el activismo y la sociedad civil”, dijo Jacobson. “El espacio de las redes sociales ha sido increíblemente útil y productivo”, agregó.
Respecto al proyecto en Cuba, que finalizó en 2012, pidió que “no se estigmatice” el uso de Internet en la promoción de la democracia y admitió que buscaba “conectar a activistas e individuos para alentar a la gente a hablar abiertamente de asuntos, como está sucediendo en Venezuela, Ucrania o en Túnez y Egipto”. En este sentido, consideró que sería un “serio error” alejarse del uso de estas “herramientas” por parte de ciudadanos porque, dijo, hacerlo no ayudaría en nada a fomentar reformas, ya sea por cuestiones democráticas, económicas o locales. “Creo que la idea de que los ciudadanos cubanos podían hablar entre ellos es críticamente importante. Desearía que pudieran hablar libremente entre ellos en plataformas existes pero no creo que puedan ahora mismo”, terció.
Ninguno de nosotros quiere ver a la gente cubana seguir quedándose atrás mientras el resto del hemisferio avanza” John Kerry, secretario de Estado de Estados Unidos
De acuerdo a una investigación de la agencia de noticias Associated Press, ZunZuneo -creada en 2009 y que llegó a contar a 40.000 usuarios en toda Cuba - fue secretamente concebida y financiada por el Gobierno de EE UU con la finalidad de provocar un cambio en la isla a través de la circulación de contenidos políticos que inspiraran a una “primavera cubana”. El proyecto fue gestionado por la Agencia Internacional de Estados Unidos para el Desarrollo (USAID, por sus siglas en inglés) a través de compañías fachada con cuentas bancarias en Islas Caimán y de servidores informáticos ubicados en tres países.
Tras la revelación, Washington negó que se tratara de una operación encubierta. “Sugerir que estos son programas encubiertos es simplemente incorrecto. El Congreso financia programas para la democracia en Cuba, para ayudar a los cubanos a tener acceso a más información y fortalecer la sociedad civil”, replicó entonces el Departamento de Estado.
Sin embargo, expertos como Moisés Naím, investigador del centro Carnegie Endowment en Washington y que participó en un panel en la asamblea, avisan que cabe distinguir entre el uso de las redes sociales como medios de “liberación o de represión”. “En muchos países es de liberación porque facilita la movilización, da energía a los colectivos sociales; pero en otros países los gobiernos controlan las redes y las usan para identificar a los opositores y desbancarlos”, explicó a EL PAÍS. Por ejemplo, mencionó, en Venezuela o Irán la policía se presenta en las casas de los opositores una vez descubren sus actividades en Internet.
El futuro de Venezuela lo tiene que decidir la gente de Venezuela, la gente en las calles tiene quejas legítimas que merecen ser atendidas"
En la misma asamblea también habló de Cuba unos minutos después el secretario de Estado, John Kerry, quien en noviembre reconoció que EE UU tenía que ser “más creativo” con el régimen castrista pero que este miércoles solo hizo una breve referencia genérica. “Ninguno de nosotros quiere ver a la gente cubana seguir quedándose atrás mientras el resto del hemisferio avanza”, afirmó.
El jefe de la diplomacia estadounidense recordó las medidas adoptadas por la Administración de Barack Obama para “reducir la dependencia de los cubanos del Estado y fortalecer a la sociedad civil independiente” y así “dar poder a los cubanos para determinar libremente sus futuros”. En 2009 la Casa Blanca eliminó las restricciones sobre las visitas de los cubano-americanos a la isla, elevó los límites de las remesas que podían remitir y facilitó los viajes por motivos culturales, educativos y religiosos a Cuba de ciudadanos estadounidenses.
En el último año varios colectivos han pedido a Obama que use sus poderes ejecutivos -esquivando la oposición en el Congreso- para aprobar nuevas medidas flexibilizadoras, pero el arresto en 2009 en Cuba y posterior condena a 15 años de cárcel del contratista de EE UU, Alan Gross, ha congelado esa aproximación. Kerry destacó este miércoles que Washington sigue “evaluando” sus políticas hacia la isla comunista a la vez que insistió que la “herramienta más efectiva” es construir “conexiones más profundas” entre los cubanos y los estadounidenses.
Venezuela fue el único otro país al que se refirió directamente el secretario de Estado durante su discurso, aunque también lo hizo brevemente. Reiteró la “profunda preocupación” de Washington por el “deterioro” de la situación en el país tras el estallido hace tres meses de la oleada de protestas de la oposición contra el Gobierno de Nicolás Maduro.
“El futuro de Venezuela lo tiene que decidir la gente de Venezuela, la gente en las calles tiene quejas legítimas que merecen ser atendidas. El serio empeoramiento económico y social solo se puede resolver con la contribución de esta gente”, afirmó. En este sentido, volvió a manifestar el apoyo de Washington al diálogo promovido por Unasur entre el Gobierno y la oposición, e insistió, buscando cierta solemnidad, que Estados Unidos “nunca dejará de defender los derechos humanos esenciales en cualquier democracia funcional”. Un poco antes, Jacobson había urgido al Gobierno de Maduro a permitir que se produzcan “progresos” en las conversaciones que supongan un descenso de la violencia en las calles y de los presos políticos en las cárceles.
Buena parte del discurso de Kerry versó en un extendido análisis sobre la mejora económica y social de América Latina en las últimas décadas, y en un alegato de la necesidad de aumentar la coordinación para que el continente se erija en el epicentro comercial del planeta -gracias a los posibles tratados de libre comercio en el Pacífico y el Atlántico que se están negociando actualmente- y energético por los nuevos descubrimientos de petróleo y gas en EE UU y en otros países de la región.
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