Una transición de vértigo
Las partes cuentan con completar la integración legal y financiera para 2015
¿Y ahora qué? Esta es la pregunta que muchos se hacen después de que el presidente Vladímir Putin y los dirigentes de Crimea firmaran este martes el tratado por el cual Rusia acepta en su seno a esa península de vital importancia estratégica. Crimea pasa a ser la vigésimo segunda república de la Federación Rusa y Sebastopol, el puerto donde está la principal base de la Flota del mar Negro, la tercera ciudad con carácter federal, lo que significa que goza de un estatus especial, como Moscú y San Petersburgo.
Esto ha pasado a ser efectivo desde el momento mismo de la firma del tratado. Sin embargo, el proceso jurídico aún no ha finalizado. Para completarlo, falta que el Parlamento ratifique el tratado —lo que podría suceder el viernes, según algunos diputados— y que el Tribunal Constitucional le dé el visto bueno, es decir, que dictamine que no contradice la ley fundamental rusa.
El tratado prevé un periodo de transición hasta el 1 de enero de 2015 durante el cual se resolverán los problemas relacionados con la integración de Crimea tanto en el “sistema económico, financiero, crediticio y jurídico” de Rusia como en “la estructura de los institutos de poder estatal”.
Esto no es impedimento para que desde ya las leyes rusas comiencen a tener vigor en el territorio de Crimea. Las regulaciones y leyes locales de la península seguirán en vigor hasta el fin del periodo de transición o hasta que sean reemplazadas por nuevas de acuerdo a la legislación de Rusia.
Crimea adoptará la hora de Moscú a partir del 30 de marzo, según anunció el lunes el primer ministro de la península, Seguéi Axiónov. También el rublo será, naturalmente, la moneda oficial, pero durante cierto tiempo la grivna ucrania continuará circulando, aunque hay confusión en las informaciones sobre los plazos exactos en que dejará de hacerlo. Se había hablado de que estaría en circulación hasta el 1 de enero de 2016, pero el martes se decía que ya habían puesto una nueva fecha, más cercana. Los crimeos ya se están topando con problemas en los cajeros automáticos, algunos de los cuales aparentemente han dejado de expedir grivnas.
Moscú ha prometido que los habitantes de Crimea podrán obtener el pasaporte ruso sin inconvenientes de ningún tipo y gratis. No obstante, la ley rusa exige renunciar a cualquiera otra ciudadanía que se tenga si se quiere obtener la nacionalidad rusa. O sea, que los crimeos no podrán conservar la cédula de identidad ucrania.
Sea como fuere, es muy probable que los habitantes de Crimea se topen con una serie de otros problemas en su vida cotidiana durante los próximos meses. No está claro cómo solucionará Moscú el problema de las conexiones con la península, ni qué pasará si Ucrania se niega a seguir abasteciendo a Crimea de agua potable.
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