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Corea del Sur y EE UU efectúan sus maniobras militares anuales conjuntas

Los ejercicios coinciden con las reuniones de familias coreanas separadas por la guerra Pyongyang considera las prácticas armadas un ensayo de invasión

Corea del Sur y Estados Unidos iniciaron este lunes sus maniobras militares anuales conjuntas.Foto: reuters_live

Corea del Sur y Estados Unidos han iniciado este lunes sus maniobras militares anuales conjuntas, que durarán hasta el 18 de abril. El comienzo de los ejercicios se superpone con las reuniones de las familias del Norte y el Sur separadas por la guerra de Corea (1950-1953), que empezaron el jueves pasado y finalizarán mañana, en Monte Kumgang, un complejo turístico en la costa oriental norcoreana.

Un total de 12.700 soldados estadounidenses participarán en las maniobras Key Resolve y Foal Eagle, que Pyongyang considera un ensayo de invasión. Corea del Norte ha pedido repetidamente este año su cancelación, y amenazó con la suspensión de las reuniones familiares, pero ha decidido seguir adelante con los encuentros, en lo que es visto como un intento de mejorar las relaciones con Seúl.

Key Resolve dura 11 días y consiste principalmente en ejercicios simulados por ordenador, en los que toman parte 5.200 soldados estadounidenses y 10.000 surcoreanos. Foal Eagle tiene lugar a lo largo de ocho semanas, e incluye prácticas aéreas, terrestres y navales, con la presencia de 7.500 militares americanos y entre 150.000 y 200.000 surcoreanos, según el Ministerio de Defensa del Sur y el mando militar de Estados Unidos en Seúl.

Los aliados afirman que las maniobras son de naturaleza defensiva. El mando conjunto ha asegurado que los ejercicios son de naturaleza “no provocadora”, y según responsables de Defensa de Estados Unidos en esta ocasión serán de menor envergadura y no incluirán bombarderos estratégicos ni portaaviones, en un intento de reducir tensiones. Estados Unidos tiene unos 28.500 soldados destacados en Corea del Sur.

El año pasado, las maniobras conjuntas unidas a las sanciones de Naciones Unidas por la prueba atómica llevada a cabo por Corea del Norte en febrero, provocaron una agria respuesta de Pyongyang. Amenazó con ataques atómicos y de misiles contra Estados Unidos y Corea del Sur. Washington respondió con el vuelo de bombarderos nucleares sobre la península coreana.

El Norte canceló en septiembre pasado, en el último momento, las reuniones familiares, pero en esta ocasión ha permitido que sigan adelante, tras haber celebrado recientemente reuniones de alto nivel con el Sur. Se trata de los primeros encuentros en tres años de familiares separados desde hace seis décadas.

El domingo, 360 surcoreanos llegaron al complejo turístico para ver a docenas de parientes norcoreanos, informa Associated Presse. Se trata del segundo y último grupo que se reunirá en esta ocasión, una selección de afortunados, ya que millones de personas quedaron separadas por el conflicto, pero solo una pequeña fracción ha tenido oportunidad de ver a sus parientes. Nunca ha habido una segunda reunión.

La mayoría de las personas separadas han fallecido sin llegar a ver a sus familiares en el otro lado, e incluso sin haber tenido noticias de ellos. En el Sur, solo 71.000 –la mayoría octogenarios- quedan vivos y en lista de espera para participar en unas reuniones cuya celebración siempre está condicionada a la situación política del momento en la península. Algunos de los elegidos, por sorteo, tienen que renunciar a última hora, debido a su estado de salud. Dos personas –de 91 y 83 años- han viajado esta vez al Norte en ambulancia, y seis participantes surcoreanos han tenido que regresar al Sur antes de tiempo, a causa del empeoramiento de su salud por el viaje y el impacto emocional. Las dos Coreas siguen técnicamente en guerra porque el conflicto finalizó con un alto el fuego y no con un tratado de paz, razón por la que no hay vías de comunicación entre los dos países.

Los analistas creen que Pyongyang ha accedido ese año a celebrar las reuniones, en gran parte, porque quiere que sean incrementadas la ayuda y la inversión que recibe y avancen las negociaciones para volver a poner en marcha las visitas de turistas del Sur a Monte Kumgang. Los viajes fueron suspendidos después de que soldados norcoreanos dispararan y mataran a una turista surcoreana en 2008.

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