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Un nuevo comité de seguridad estatal y más poder para Xi Jinping

Protestas crecientes, graves tensiones étnicas y un entorno regional sensible motivan las reformas

El presidente chino Xi Jinping pasa revista a la Guardia de Honor.
El presidente chino Xi Jinping pasa revista a la Guardia de Honor. Andy Wong (AP)

Protestas crecientes de la población, graves tensiones étnicas y un entorno regional sensible. El Gobierno del presidente chino, Xi Jinping, ha decidido crear un comité de seguridad estatal con el cual encarar de forma más efectiva los desafíos de seguridad a los que considera que se enfrenta el país, coincidiendo con una responsabilidad internacional cada vez mayor, acorde con su posición como segunda potencia económica del mundo.

Fue una de las conclusiones más tangibles del Tercer Pleno del 18º Comité Central del Partido Comunista (PCCh) que finalizó el martes pasado, recogidas en un largo comunicado que desgrana de forma críptica el marco general de las políticas que seguirá China en los próximos años para profundizar las reformas económicas. El comité de seguridad estatal permitirá mejorar la coordinación entre los diferentes estamentos en caso de crisis y otorga aún más poder a Xi Jinping —quien ya ocupaba los cargos de secretario general del PCCh, jefe de Estado y presidente de la Comisión Militar Central de partido—, según los analistas.

Como en otros aspectos, las conclusiones del conciliábulo, celebrado en el más alto secreto durante cuatro días, no ofrecen detalles de cuál será el cometido del comité de seguridad, quién lo integrará, cómo funcionará o cuándo comenzará a operar. Su creación es despachada con una sola frase alambicada y redundante: “China establecerá un comité de seguridad nacional y mejorará los sistemas y las estrategias para garantizar la estrategia en seguridad”.

El comité de seguridad estatal otorga aún más poder a Xi Jinping

Expertos y observadores políticos creen que permitirá organizar mejor y más rápido la respuesta ante potenciales crisis tanto interiores como exteriores, y acumulará más poder bajo el mando directo de Xi Jinping. “El comité es principalmente un paso de Xi Jinping para concentrar el poder, aparte de reforzar la gestión de la seguridad”, asegura Zhang Ming, profesor en el departamento de Estudios Internacionales en la Universidad del Pueblo, en Pekín.

Mientras expertos y analistas políticos miran los posos del té para dilucidar el significado y las implicaciones de la decisión, el Gobierno ha sugerido que su principal objetivo es la seguridad nacional. “El propósito (…) es perfeccionar el sistema y la estrategia de seguridad para garantizar la seguridad del Estado”, aseguró el jueves en rueda de prensa Qin Gang, portavoz del Ministerio de Exteriores. Preguntado si la decisión era en parte respuesta a la aprobación previa, este año, por parte de Japón de su propio consejo de seguridad nacional, Qin quiso girar la atención hacia el interior del país. Dijo: “Sin duda, con el establecimiento del comité de seguridad estatal, los terroristas se pondrán nerviosos, los separatistas se pondrán nerviosos, los extremistas religiosos se pondrán nerviosos. En pocas palabras, todos aquellos que amenazan y dañan la seguridad de China se pondrán nerviosos. ¿Quiere usted meter también a Japón en este grupo?”.

Pekín afirma que se enfrenta a numerosas amenazas dentro de sus fronteras, en particular los brotes de violencia y protestas que regularmente se producen en algunas regiones cuyas minorías étnicas se consideran oprimidas por el Gobierno central, como Xinjiang, en el oeste del país, hogar de la minoría musulmana uigur, y Tíbet. China culpa de los ataques en Xinjiang, que califica de “terrorismo”, a extremistas islámicos, aunque algunos expertos y grupos de derechos humanos dudan de la existencia de un movimiento extremista organizado y afirman que las tensiones étnicas son más bien consecuencia de las políticas del Gobierno. Otras potenciales amenazas internas para la estabilidad son el creciente número de protestas de la población por razones medioambientales y laborales, expropiaciones de tierras y corrupción.

Algunos expertos consideran que la idea del comité de seguridad está inspirada en el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, y permitirá vadear la burocracia e incrementar la coordinación entre las diferentes áreas responsables de la seguridad en China, ahora divididas entre la policía, el Ejército, los servicios de inteligencia y los servicios diplomáticos. También podría centrarse en potenciales conflictos internacionales, como Corea del Norte, Taiwán y las disputas territoriales en los mares de Asia. “Los más probable es que su objetivo sean los desafíos de seguridad tanto nacionales como internacionales”, señala Zhang. “La fundación de esta organización beneficia las decisiones rápidas y eficientes relativas a la seguridad nacional”, ha asegurado el general retirado Luo Yan al Diario del Pueblo, órgano oficial del Partido Comunista Chino.

Algunos observadores han interpretado el establecimiento del comité como una prueba de que Xi Jinping ha consolidado su poder cuando solo ha pasado un año desde que llegó a la cúpula del PCCh en el congreso del partido, en noviembre de 2012. Desde hace años, los dirigentes chinos han discutido sin ponerse de acuerdo sobre la conveniencia de crear un organismo de seguridad “que pudiera gestionar las crisis de una forma más eficiente”, según afirma David Zweig, politólogo en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong, a la agencia Reuters. Una falta de acuerdo que se ha debido, según algunas informaciones, a la resistencia de algunos grupos, en particular del Ejército. “(El comité de seguridad) sería una forma de que toda la gente implicada en una crisis de política exterior esté en la misma habitación al mismo tiempo”, dice Zweig.

En la anterior administración, liderada por Hu Jintao, la cartera de seguridad doméstica era responsabilidad de Zhou Yongkang, miembro del Comité Permanente del Politburó -el máximo órgano de poder del PCCh-, y no estaba controlada directamente por Hu. Zhou ejercía el mando sobre los organismos de seguridad, dado que era responsable de la Comisión de Política y Ley del partido –que controla la policía, la Justicia y los servicios de inteligencia-, lo que le otorgó un poder extraordinario. Después de que Zhou se retirara el año pasado, cuando se produjo la transición de líderes, la cartera de seguridad pasó a Meng Jianzhu, quien es miembro del Politburó, pero no forma parte del Comité Permanente, actualmente integrado por siete personas. La creación del comité de seguridad estatal parece debilitar la Comisión de Política y Ley; podría permitir a Xi jugar un papel más directo en la seguridad nacional y coordinar mejor la política exterior y la defensa, con menos interferencias de otros líderes. Como en las otras decisiones adoptadas en el Tercer Pleno, los detalles del nuevo organismo deberán ir saliendo a partir de ahora.

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