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“Cuando eres la amante no te piden el billete”

La moldava Domnica Cemortan admite que era la amante del capitán Schettino durante el naufragio del Costa Concordia

Domnica Cemortan se dirige a la prensa a la salida del juicio.
Domnica Cemortan se dirige a la prensa a la salida del juicio.E. RUSSO (EFE)

El tribunal que juzga a Francesco Schettino por el naufragio del Costa Concordia frente a la isla del Giglio ha obligado a Domnica Cemortan, la joven moldava que cenó con el capitán y lo acompañó al puente de mando en el momento de la colisión, a responder las siguientes preguntas: ¿mantenía usted una relación sentimental con Schettino? y ¿cómo pudo embarcar en el buque sin tener billete? Aunque en un principio la exbailarina intentó no responder, luego lo hizo con tanta claridad que volvió a dejar al capitán Schettino con el agua al cuello.

A la primera pregunta, Domnica Cemortan respondió: “Sí, tuve una relación con el comandante, pero después del naufragio ya no nos vimos más”. A la segunda duda --¿por qué su nombre no estaba entre el listado de los pasajeros que embarcaron unas horas antes en el puerto romano de Civitavecchia?-- , la moldava fue aún más tajante: “Cuando eres la amante no te piden el billete”.

La noche del 13 de enero de 2012, el capitán Francesco Schettino provocó el naufragio del Costa Concordia –una mole de 17 pisos y 14.000 toneladas— durante la ejecución de una maniobra turística consistente en acercar el crucero a la isla toscana del Giglio. El barco, en el que viajaban 3.200 pasajeros y un millar de tripulantes, encalló y se fue lentamente a pique. Murieron 31 personas y una –el camarero indio Russel Rebello— aún continúa desaparecida. Desde el principió quedó en evidencia la actuación de Schettino, quien además de equivocarse en la maniobra de acercamiento abandonó el barco sin esperar a que los pasajeros se pusieran a salvo.

Al salir del teatro de Grosseto donde se celebra el juicio tras su declaración, Domnica Cemortan dijo: ““Hoy muero por segunda vez. La primera vez fue la noche del naufragio, que me causó problemas psicológicos. Y hoy la segunda vez porque la gente ha descubierto algo que he intentado esconder durante dos años. Es mi vida privada y tengo un niño, por eso lo he querido ocultar [la relación con Schettino]. Pero hoy el juez me ha obligado a contar una cosa privada. Espero que ayude al proceso”.

El capitán del Costa Concordia se enfrenta una posible pena de hasta 20 años de prisión por los supuestos delitos de homicidio culposo múltiple, abandono de la nave, naufragio y por no haber informado a las autoridades inmediatamente después de la colisión. Es además el único que se sienta en el banquillo, por cuanto los otros cinco imputados --los oficiales Ciro Ambrosio y Silvia Coronica, el timonel Jacob Rusli, el jefe de a bordo Manrico Giampedroni y el jefe de la unidad de crisis en tierra de Costa Cruceros, Roberto Ferrarini—pactaron con el tribunal penas que van desde los 18 a los 34 meses de prisión.

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