Cientos de camioneros en Brasil cumplen tres días de huelga

Y ahora los camioneros. Terminó la Copa de Confederaciones y a la mañana siguiente el Movimiento Unión Brasil Camionero (MUBC) inició el lunes tres días de huelga. Exigen que se rebaje el precio de los combustibles y los peajes. Y sus reclamos afectan tanto al Gobierno como a la oposición. La protesta afectó a 6 de los 26 Estados de Brasil, pero donde más se notó fue en el de São Paulo donde tres importantes carreteras fueron bloqueadas durante varias horas.

De momento, la presidenta Dilma Rousseff no se ha pronunciado sobre este paro. Sí lo hizo el gobernador de São Paulo, Gerado Alckmin, del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), de centro derecha. Alckmin dijo que los camioneros ya se han beneficiado de la suspensión en el incremento de peajes que él decretó la semana pasada.

La noticia de la huelga llegó en el día en que Dilma Rousseff convocó a sus 39 ministros para explicarles las reformas que pretende acometer en el Estado. La presidenta interrumpió el encuentro para atender a los periodistas, a quienes explicó que el martes el Gobierno enviaría al Congreso las “sugerencias” con los puntos generales que habrán de tenerse en cuenta en el plebiscito. Su intención es que la Cámara de Diputados, el Senado y el Tribunal Superior Electoral agilicen los trámites de tal manera que la reforma política que prometió impulsar entre en vigor en las presidenciales de octubre de 2014.

Cuando le preguntaron por qué no acudió al estadio de Maracaná para presencial la final de la Copa de Confederaciones entre España y Brasil, Dilma Rousseff contestó: “No fui a Maracaná porque no fui a Maracaná”. Después corrigió el tiro diciendo que no estaba prevista su participación.

El encuentro con sus ministros se produjo el mismo día en que el Ministerio de Desarrollo informó de que la balanza comercial del país registró en el primer semestre de este año un déficit de 3.000 millones de dólares, el peor resultado semestral en 18 años. La buena noticia es que en junio el comercio exterior volvió a registrar un superávit de 2.394 millones de dólares. La mala es que, a pesar de esa leve recuperación, los resultados al final de 2013 serán bastante peores que los del año pasado.