La UE advierte a Estados Unidos de que la seguridad nacional no lo justifica todo
La vicepresidenta de la Comisión Europea, Viviane Reding, asegura que los Estados no tienen "un derecho ilimitado" de vigilancia secreta
Bruselas ha recibido hoy las primeras explicaciones concretas de Estados Unidos respecto a la red de espionaje orquestada por el Gobierno. El fiscal general estadounidense, Eric Holder, ha asegurado a la vicepresidenta de la Comisión Europea y responsable de Justicia, Viviane Reding, que los registros se han limitado a casos concretos y bajo orden judicial. Sin dar credibilidad absoluta a las palabras de Holder, Reding ha dicho en público: “El concepto de seguridad nacional no significa que todo vale. Los Estados no tienen un derecho ilimitado de vigilancia secreta”.
El encuentro bilateral mantenido esta mañana en Dublín ha sido “el principio de un diálogo” que debe continuar para resolver las dudas que Reding mantiene respecto a cómo Estados Unidos ha espiado a ciudadanos extranjeros y, más concretamente, cómo el programa ha afectado a los europeos. Porque la seguridad no puede defenderse “a expensas de los europeos”.
Holder ha dicho que los programas de vigilancia solo se autorizan cuando hay sospechas claras vinculadas a amenazas terroristas
En la misma mesa de Reding, y mucho más comedido, Holder ha justificado una vez más los programas de vigilancia: no permiten registrar el contenido de las comunicaciones y solo se autorizan cuando hay sospechas claras vinculadas a amenazas terroristas. El fiscal ha evitado responder a la pregunta de por qué Estados Unidos aún no ha pedido el arresto de Edward Snowden, responsable de haber desvelado la trama de espionaje. Holder se limitó a responder que el culpable deberá “rendir cuentas” cuando culmine la investigación.
La reunión de hoy, programada desde hacía mucho tiempo, venía precedida por la tensión que ha generado estos días en las instituciones europeas saber que el programa de seguimiento de datos Prism estaba dirigido principalmente a ciudadanos no estadounidenses. Reding aprovechó para airear el principal punto de fricción entre Europa y Estados Unidos respecto a la protección de datos personales: las diferencias de trato a europeos y estadounidenses.
“Un acuerdo significativo [sobre protección de datos] debe asegurar un tratamiento idéntico a los ciudadanos europeos y estadounidenses”, recalcó. La comisaria se queja desde hace años de que un estadounidense que considere violado su derecho a la privacidad puede reclamar ante instancias europeas, mientras que un europeo en las mismas circunstancias no puede hacer lo mismo en Estados Unidos. Y ese escollo tiene empantanado desde 2011 un acuerdo global de intercambio de datos entre las dos potencias.
Al igual que hizo en la carta que envió al fiscal general estadounidense previa al encuentro de hoy, Reding terminó su discurso con una amenaza velada. Para la responsable europea de Justicia, la capacidad para cerrar ese acuerdo “será esencial para negociar el acuerdo comercial”, una cuestión clave para facilitar los intercambios de bienes y servicios entre los dos bloques.
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