El nuevo recuento en Kenia abre la puerta a una segunda vuelta
Los resultados de las elecciones dan un giro en las últimas horas, ahora Uhuru Kenyatta solo supera a su adversario, Raila Odingo, por 250.000 votos
El nuevo recuento manual de votos en las elecciones celebradas el lunes en Kenia, que comenzó el miércoles después de que se produjera un fallo en el sistema informático, está arrojando unos resultados bien distintos a los que existían hasta entonces. Si hasta el miércoles era el candidato Uhuru Kenyatta quien se perfilaba como ganador de los comicios, sólo veinticuatro horas después ninguno de los dos máximos candidatos alcanza el 50% necesario para alzarse con la victoria en primera vuelta. Así, con más de la mitad de las circunscripciones electorales escrutadas, Kenyatta obtiene el 49,5% de los votos y Raila Odinga, su gran rival, el 45,8%, con una diferencia entre ambos de unos 250.000 votos. Está previsto que los resultados provisionales se publiquen este viernes.
Los resultados de las elecciones en Kenia están dando un giro en las últimas horas. El miércoles, el recuento electrónico, que ya había alcanzado más del 40% escrutado, situaba a Uhuru Kenyatta al frente con el 53% de los votos frente a Raila Odinga, su inmediato perseguidor, con sólo un 42%. Sin embargo, en ese momento la Comisión Electoral Independiente decidió reiniciar el proceso de forma manual tras detectar un grave fallo en el sistema informático, lo que ha generado no sólo un retraso añadido, sino más incertidumbre en un país paralizado a la espera de conocer quién será su nuevo presidente.
Este jueves comenzó movido en Kenia. El número dos de Odinga, el vicepresidente Kalonzo Musyoka, ofreció una rueda de prensa en la capital, Nairobi, para denunciar la existencia de irregularidades en el recuento y solicitar a la Comisión Electoral Independiente su paralización. “Tenemos pruebas de que los resultados que hemos recibido han sido manipulados, en algunos casos el total de votos depositados excede el número de votantes registrados”, dijo Musyoka, quien añadió que su denuncia no representaba un llamamiento a la movilización. “Seguimos pidiendo calma, tolerancia y paz a los kenianos”. Sin embargo, el presidente de la Comisión Electoral, Issack Hassan, negó estas acusaciones y descartó que se vaya a producir la paralización del recuento. “No podemos pararlo porque este es un proceso legal”, aseguró.
Sin embargo, durante la tarde los resultados que hasta entonces seguían dando a Kenyatta un porcentaje por encima del 50% empezaron a cambiar, lo que aumenta la posibilidad de que se produzca una segunda vuelta electoral, resultado que pronosticaban casi todas las encuestas antes de las elecciones. El descenso de Kenyatta se debe en buena medida a la inclusión de los votos nulos en el número total de sufragios, algo que ha sido criticado por la Coalición Jubileo que preside Kenyatta. En este sentido, el propio Hassan ha sido tajante y ha dejado claro que se está respetando lo establecido por la Constitución.
El descenso de Kenyatta se debe en buena medida a la inclusión de los votos nulos en el número total de sufragios
Uhuru Kenyatta, que está acusado por la Corte Penal Internacional de crímenes contra la Humanidad por su implicación en la violencia poselectoral después de las elecciones de 2007 que causó la muerte a unas 1.300 personas, ha recibido la noticia de que la CPI ha aceptado retrasar a julio la fecha de inicio de su juicio, que estaba prevista para el próximo mes de abril.
Uhuru Kenyatta es hijo del que fuera primer presidente del país, Jomo Kenyatta, y heredero de un imperio familiar que incluye hoteles de cinco estrellas, granjas y hasta unas líneas aéreas. Ex ministro de Finanzas y miembro de la etnia mayoritaria kikuyu que ha ostentado el poder hasta ahora en el país, su presunta participación en el baño de sangre de 2008 no le ha restado popularidad, al menos entre los miembros de su etnia que le consideran su “defensor”.
Raila Odinga, que se ha presentado en otras dos ocasiones a las elecciones presidenciales, está considerado como un socialdemócrata que defiende “un capitalismo de rostro humano”. Educado en la Alemania comunista y admirador de Fidel Castro, pertenece a la etnia luo y denunció el fraude en las elecciones de 2007 que desencadenó violentos enfrentamientos en las calles. Es el actual primer ministro del país después de que él y Kibaki, el presidente saliente, alcanzaran un acuerdo para formar un gobierno de unidad nacional.
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