Soldados alemanes se quejan del trato recibido en Turquía
Los militares, que realizan una misión de la OTAN relacionada con Siria, protestan ante el Parlamento de su país por las condiciones de vida en una base militar turca
Soldados alemanes desplegados en Turquía como parte de una operación de la OTAN se han quejado del trato recibido en este país, que incluiría tener que usar aseos "asquerosos".
Una policía militar alemana asegura, además, que sufrió una agresión a manos de un oficial turco que le provocó varios moratones, todo según un informe presentado el pasado viernes al Parlamento alemán y citado este fin de semana por medios alemanes y turcos.
Este documento dice que las tropas alemanas se ven obligadas a usar aseos descritos como "asquerosos", la mayoría sin descarga de agua y que en ocasiones "están cubiertos de heces hasta la altura de las rodillas". Las comidas son descritas como "monótonas" y los soldados se quejan de que suelen estar frías. El correo llega con días o semanas de retraso, los soldados turcos no tienen permitido hablar con los alemanes y éstos tienen sus movimientos muy restringidos fuera del campamento. Además, soldados turcos disparan a perros y no recogen los cuerpos, que entran en descomposición. Todo y siempre según el informe, preparado por el comisionado alemán especial para las fuerzas armadas, Hellmut Konigshaus.
El documento añade que una policía militar alemana sufrió varios moratones tras ser agredida el 23 de febrero pasado por un oficial turco. El suceso habría ocurrido cuando la policía estaba intentando detener una limusina en un control en la carretera durante una visita de los ministros de Defensa alemán y holandés.
Las tropas alemanas se ven obligadas a usar aseos descritos como "asquerosos"
"Aunque normalmente me enseñan lo mejor de cómo son las cosas, yo también vi que había algunos problemas", reconoció el sábado el titular alemán de Defensa, Thomas de Maiziere, al diario alemán Bild. En un tono siempre diplomático, De Maiziere aseguró también que las autoridades turcas se estaban esforzando en ofrecer las mejores condiciones de alojamiento para los soldados alemanes.
Unos 300 soldados alemanes se encuentran desplegados en Kahramanmaras, en el sur de Turquía a unos 100 kilómetros de la frontera con Siria, como parte de una misión de la OTAN. Las tropas alemanas, que llegaron a esta cuidad el 22 de enero, están al mando de dos de las seis baterías de misiles Patriot que la OTAN ha instalado en territorio turco con el fin declarado de proteger a este país de hipotéticos ataques con misiles desde el lado sirio. Los otros dos pares de baterías están dirigidos por militares de Países Bajos y de Estados Unidos.
Por su parte, el ejército turco ha negado todas estas alegaciones. "No ha habido ninguna queja o petición comunicada oficialmente por las Fuerzas Armadas Alemanas sobre presuntos problemas de las tropas alemanas en Kahramanmaras. Esas alegaciones no reflejan la verdad", dijo ayer la oficina del jefe del Estado Mayor en un comunicado oficial.
"Las alegaciones de que una soldado alemana fue agredida físicamente carecen completamente de base", añadía el comunicado. Según el jefe del Estado Mayor, el incidente ocurrió cuando varios soldados alemanes estaban bloqueando el paso a varios vehículos de la delegación turca. El oficial salió de su coche para exigir a los alemanes que les dejaran pasar, algo que éstos hicieron entonces sin que existiera ninguna agresión, según la versión turca.
Además, la declaración del ejército turco asegura que los soldados alemanes están alojados en hoteles de 4 y 5 estrellas mientras esperan a que sus barracones estén construidos. El comunicado dice que los alemanes utilizan sus propios aseos cuando están en el campamento y que los servicios de enfermería, de deportes y de bar y otras actividades están abiertas tanto para soldados turcos como alemanes.
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