Una docena de muertos por la explosión de un coche en la frontera turco-siria
Un vehículo salta por los aires a unos 40 metros del puesto fronterizo de Cilvegozu, en Turquía
Al menos 12 personas han muerto y 27 han resultado heridas hoy lunes por la explosión de un coche junto a un puesto fronterizo entre Turquía y Siria, según fuentes oficiales. La detonación se produjo en un coche con matrícula siria en la zona de nadie entre ambos países, a unos 40 metros del puesto fronterizo de Cilvegozu, en el lado de Turquía, según confirmó a la televisión turca Huseyin Sanverdi, el alcalde del pueblo de Reyhanli, que se encuentra a apenas un par de kilómetros de la frontera, en la provincia de Hatay en el sur del país.
Nueve de las víctimas mortales son de nacionalidad siria y las tres restantes de nacionalidad turca, según fuentes del Ministerio de Aduanas y Comercio citadas por el canal de televisión CNNTurk. De las 27 personas heridas, 13 estarían en una situación crítica.
Imágenes de televisión y fotografías en medios locales muestran vehículos destrozados por la explosión, que también ha afectado a la valla fronteriza y a parte del edificio del puesto. Al parecer, el coche que ha explotado había llegado poco antes desde Siria y estaba aparcado junto a otros vehículos en el espacio entre ambos puestos fronterizos. Varios de los coches y furgonetas dañados llevaban ayuda humanitaria destinada al lado sirio. Por el momento, se desconoce la causa de la explosión y si ha sido un accidente o si podría tratarse de un atentado.
El paso entre los puestos de Cilvegozu y de Bab al-Hawa, en el lado sirio, es transitado por refugiados sirios que huyen de la guerra civil que enfrenta al régimen de Damasco contra toda una serie de grupos rebeldes, que desde julio pasado controlan el puesto de Bab al-Hawa. Además, la zona de nadie entre ambos puestos también sirve de lugar de descarga de material humanitario y de otros bienes procedentes de Turquía. El conflicto, que se inició en marzo de 2011, ha costado la vida a más de 60.000 personas, la gran mayoría civiles, según cifras de la ONU. Grupos rebeldes islamistas, como Jabhat al Nusra, han realizado atentados con coche bomba en Damasco y en otras ciudades sirias durante la guerra.
Aunque Ankara y Damasco mantenían buenas relaciones, Turquía ha sido uno de los países que más ha criticado al régimen de Bachar el Asad desde el inicio de los enfrentamientos. Cerca de 200.000 sirios se han refugiado en Turquía huyendo de la guerra y Siria acusa a las autoridades turcas de apoyar a los rebeldes enfrentado a El Asad.
Ambos países comparten unos 900 kilómetros de frontera y decenas de balas y proyectiles procedentes de Siria han caído en territorio turco en los últimos meses.
Si se confirma la muerte de ciudadanos turcos, ésta sería la segunda vez en que civiles de este país han muerto junto a la frontera con Siria desde el inicio del conflicto. La anterior fue en octubre, cuando cinco mujeres de la misma familia murieron por la explosión causada por un proyectil de mortero que cayó en una casa en la localidad de Akcakale, en la provincia de Sanliurfa. Aquella vez, el Ejército turco respondió disparando hacia Siria con su propia artillería y la tensión entre ambos países hizo temer un enfrentamiento internacional.
En las últimas semanas, la OTAN ha desplegado seis baterías de misiles Patriot en tres provincias del sur de Turquía, con el objetivo de defender a este país de hipotéticos ataques con misiles Scud desde el lado sirio. El pasado 1 de febrero, un suicida bomba mató a un guarda de seguridad en una entrada a la embajada de Estados Unidos en Ankara. En esa ocasión, reivindicó el atentado un grupo turco de extrema izquierda y opuesto a intereses estadounidenses y de la OTAN.
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