El calibre de la votación en el Parlamento catalán el pasado 23 de enero de la declaración de soberanía ha venido ocupando a la opinión política y pública toda la semana. Es lógico. Puede parecer una discusión bizantina pero no lo es. Ya se sabe que el calibre de un proyectil también nos ofrece la medida de los efectos que pueda producir. Ahí van algunas reflexiones sobre la fuerza del apoyo parlamentario obtenido en el primer peldaño del recorrido que han establecido CiU y ERC para llegar a la consulta sobre el futuro de Cataluña y su eventual independencia a ser posible en 2014.
3.- Pero que nadie se engañe. Y sobre todo, que no se tergiverse en resultado. Si se trata de despreocuparse o de no preocuparse, pues muy bien, minimicemos la mayoría obtenida y actuemos como si no hubiera pasado nada. Allá cada uno. En todo caso, es una mayoría suficiente y más que suficiente.
¿Suficiente para qué? Esta es la clave.
Es suficiente para que el plan siga adelante como si nada hubiera sucedido, aunque mucho sea lo que ha sucedido. A la vista de los resultados, desde las zonas más radicales del soberanismo, salieron enseguida arrogantes valoraciones que le daban más fuerza al proceso gracias precisamente a la acotación del poder parlamentario de CiU y en consecuencia de Artur Mas. Pertenecían a quienes estaban convencidos de que un presidente plebiscitado y con las manos libres terminaría pactando y lo haría quizás rápidamente.
La nueva hoja de ruta tiene la ventaja de que no importa cuál sea el resultado del proceso, porque será en cualquiera de los casos una máquina cosechadora de votos para ERC.
Artur Mas ha dejado de controlar personalmente el proceso y no tiene en la mano el famoso timón que quiso convertir en emblema de su conducción. Cada vez que se deba tomar una decisión, no será el líder quien calcule los riesgos ni quien piense en la eventualidad del sacrificio personal. Junqueras lo hará por él, quedándose con la decisión y dejándole con el sacrificio.
Eso es el liderazgo compartido que ha querido leer Artur Mas como mandato de los electores, del pueblo catalán. Esta es la clave de la mayoría, más que suficiente y gozosa para Junqueras, justita y triste para Mas.
Comentarios
Del Plan Mas al Plan Junqueras sin solución de continuidad. Mal pacto para Mas, excepcional para Junqueras, que sin comerlo ni beberlo quedará bien ante los suyos al tiempo que restará apoyos al convergente. ¡Qué bien vas, hermoso!
Por cierto, un paréntesis sobre esa teoría de Hayek, cuando habla del autoritarismo devenido como consecuencia de no dejar el manos libres puesto en la economía. Olvidaba el austriaco que el autoritarismo no solo se predica de los poderes públicos, también puede ser privado. Autoritarismo público y autoritarismo privado, como el que se soporta hoy.
Mas entrega el testigo a Junqueras, al que a su vez arrancó el testigo Mas. En esta carrera de relevos solo se cansa uno pero el trofeo lo recibe otro. Podría decirse que uno soporta la pesada digestión de las alubiazas con chorizo que alimentan a otro. Bicarbonato. O mejor, algún compuesto neuronal para el esforzado de la independencia de otros. Y que va a ser verdad que acabarán por independizarse. Los de ERC de CiU, quiero decir.
Desde un país lejano y apenas en vías de desarrollo político y económico, A. Mas me parece un político avezado, ambicioso, con vocación de poder y reflejos ràpidos, aunque su afán segregacionista no me guste para nada.
Nada, que Junqueras y su tropa adoptada se comportan como si la democracia no existiera. Y no es más demócrata quien más libertad exige sino quien más se ajusta a la legalidad vigente.
Entiendo que el artículo del Sr. Bassets parece a día de hoy bastante acertado pero empiezo a tener mis dudas, empiezo a sospechar que los resultados y la influencia del Sr. Junqueras se están magnificando. De hecho el número de sus votos no es tan comparativamente grande como su número de escaños. En mi opinión, aunque con dificultades, es el Sr. Mas es el que sigue teniendo el timón, lo que ocurre es que su apuesta fracasó electoralmente y Cataluña entrará en una fase de grandes declaraciones y grandes aspavientos, pero de parálisis política. No hay que descartar que la alegría del Sr. Jonqueras dure poco, justo hasta el siguiente proceso electoral (la idea de que el independentismo es una fuerza política que crecerá cada vez más y más es una presunción que no estoy seguro de que se vaya convertir en realidad) Lo bueno de las elecciones es que hay muchas y pronto lo sabremos.
Uno de los ejes en que trabaja la propaganda españolista, la que proviene del aparato del estado y casi todos los medios de comunicación, es insistir contínuamente la falta de una mayoria suficiente para iniciar los procesos del referendum y la supuesta fractura social (y política) que supone este debate. Aunque no comparta la mayoria de análisis del Sr. Bassets, hoy celebro que discrepe de la propaganda oficialista sobre las mayorias. Lo que se pretende con esto es construir lo que se llama "minoria de bloqueo". Ante la imposibilidad del nacionalismo español (PP, C's y PSOE) de construir una mayoria parlamentaria y social (en Catalunya no tienen excusa para ilegalizar partidos), se amenaza a la mayoria con fracturas sociales y políticas graves si se insiste en consultar a los catalanes. Se intenta de este modo atacar también la legitimidad del referendum. Es un arma de doble filo: por un lado incitan a la minoria españolista a radicalizarse, y por otro amenazan a la mayoria con fracturas y crispación social. Ya lo dijo Aznar: "Antes de que se rompa España se romperá Catalunya". No hay que entenderlo como un análisis político-social de Catalunya, sinó como una auténtica amenaza. Y esto es en lo que trabaja el estado desde hace unos meses: desestabilizar Catalunya.
"Nada, que Junqueras y su tropa adoptada se comportan como si la democracia no existiera. Y no es más demócrata quien más libertad exige sino quien más se ajusta a la legalidad vigente.", dice Ciro.A mí me divierte enormemente que los que se oponen a que el pueblo pueda decidir llaman antidemócratas a los que defienden que el pueblo pueda decidir. Claro que Ciro muestra muy bien la causa: no saben lo que es la democracia. Como cuando dice: "no es más demócrata quien más libertad exige sino quien más se ajusta a la legalidad vigente". Según esta definición de Ciro, los franquistas eran más demócratas que los antifranquistas, porque los primeros se ajustaban a la legalidad vigente. Lo dicho, es muy divertido.La realidad es que la democracia es, cito la RAE,:1. f. Forma de gobierno en la que el poder político es ejercido por los ciudadanos.2. f. País que tiene esta forma de gobierno.3. f. Doctrina política según la cual la soberanía reside en el pueblo, que ejerce el poder directamente o por medio de representantes.4. f. Forma de sociedad que practica la igualdad de derechos individuales, con independencia de etnias, sexos, credos religiosos, etc. Vivir en democracia. U. t. en sent. fig.5. f. Participación de todos los miembros de un grupo o de una asociación en la toma de decisiones.Véase que en ningún lugar habla de leyes, y sí de poder político ejercido por los ciudadanos, de participación de los ciudadanos en la toma de decisiones. Es decir, la democracia es que los ciudadanos decidan. Las leyes que van contra el poder de los ciudadanos para decidir son antidemocráticas. Y eso es lo que defienden Ciro y los nacionalistas españoles: que las leyes (especialmente las que defienden la indisoluble unidad de la sagrada patria española) pasan por delante de la democracia, y que los ciudadanos no pueden decidir si las leyes no les dejan. Eso es lo que los nacionalistas españoles entienden por "democracia", y así va España.
No es ley todo lo que se llama Ley. La soberanía emana del pueblo, y las leyes deben emanar de la soberanía. Las leyes fundamentales de Franco no me parece que fueran nada soberanas, ergo, podrán tener vigencia, pero no otra cosa.
La Constitución es la norma suprema de España. Y fue votada en referéndum en toda España. Está vigente y no ha perdido un ápice de su fuerza de obligar. Que pueda requerir un lavado de cara, sino de estómago, de acuerdo, pero votaremos todos.
Que es que la separación de una parte de un todo no es como quitarse una verruga, que se corta y ya está. Que no, hombre, que esto es más serio que lo que piensan los nacionalistas radicales y pseudoradicales. Que la Constitución no es un folleto de propaganda, que lo cojo o no lo cojo. Seamos serios y adaptémonos al contrato aprobado por todos. A ver si va a resultar que para la secesión se van a requerir menos requisitos que para rescindir una cuenta bancaria. Y no se equivoque, Fuss, nadie dice que no se pueda decidir o que se impida decidir, lo que se dice es que para decidir habrá que cumplir unos requisitos: la consulta, por ejemplo, que promueven Junqueras y otro no es legal. Y caso de que algún día se adoptara la decisión de decidir, veremos quién o quiénes deben participar. Participar, ese es otro verbo que me parece esencial para entender la democracia, pero en asuntos de relevancia para todos, la participación debería ser de todos los españoles.
Fuss confunde la democracia con la anarquía. "que las leyes [...] pasan por delante de la democracia, y que los ciudadanos no pueden decidir si las leyes no les dejan." ¿Acaso no define los derechos la Constitución? ¿O las leyes? ¿Es antidemocrático pasar una ley prohibiendo el asesinato? ¿o el terrorismo? Pues sí, si la Constitución prohíbe la destrucción del estado, no se puede. Es interesante ver como se trata de abusar la ley para destruir el Estado de Derecho. No, Fuss, no se puede, y si el Estado Español tuviera vergüenza, la situación nunca hubiera llegado a lo que tenemos. Y si los españoles no fuesen tolerantes en extremo, jamás le darían un céntimo a Cataluña para "pagar deudas (corrupción diría yo) mientras continúen jorobando con independencias y otras bobadas.
"El que esté libre de sobre que tire la primera piedra"De tímida y temerosa puede calificarse la reacción del Presidente del Gobierno ante el escándalo del caso Luis Bárcenas, extesorero del PP durante décadas. Quien ha ocupado puestos durante 24 años en la cúpula de esta formación política, es decir, desde su fundación, ostentando la presidencia desde 2004, por no atreverse, ni siquiera se ha atrevido a desmentir que él mismo recibiera sobres repletos de dinero. Tampoco el osado Montoro lo ha negado, quien además de ofenderse, ha ofendido al diputado que se lo preguntó directamente en una comisión parlamentaria. ¿Acaso pensaba el ministro que le preguntarían otra cosa?El Presidente del Gobierno de España solo nos ha dicho sobre el caso Bárcenas que estará a lo que digan las conclusiones de una comisión interna que ha creado ad hoc para estudiar a fondo el asunto, a ver qué encuentran. Ya les avanzo que poca cosa. Si, como aseguran, no fueron capaces de ver al monstruo cuando lo tenían delante, ya me dirán ustedes qué van a ver ahora que lo tienen detrás y con el arsenal a buen recaudo. También nos dice nuestro querido presidente que no hay nada más injusto que generalizar, que no todos los políticos son corruptos y bla, bla, bla. Y nadie, que yo sepa, defiende lo contrario, pero por eso mismo, debería atreverse a preguntar abiertamente a los suyos, y a sí mismo, quiénes recibieron sobres con dinero negro que no declararon. Y ya de paso, preguntar al mismísimo Bárcenas, excluido de esa comisión intestina, quién ordenó que se distribuyeran sobresueldos entre los cargos directivos del partido. Seguro que todos los afiliados lo agradecerán, incluida Aguirre. Y es que con tanto ocultismo se consigue el efecto contrario de lo que se pretende. Quiero decir que se abona la generalización indeseada que el propio Rajoy quiere evitar. Da la sensación de que todos permanecen quietos y callados por miedo a los datos que pueda ir soltando desde su pocilga quien les tiene cogidos por los bolsillos. Espero que se acaben conociendo los nombres propios y las cantidades percibidas, y espero, sobre todo, que luego no traten de despistar a la opinión pública con subterfugios irrisorios para rebajar su responsabilidad. Recordemos que la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ya ha insinuado que la corrupción política es un reflejo de la sociedad. Vamos, que le faltó poco para decir: 'el que esté libre de sobre que tire la primera piedra'. Y es que la actualidad es lo primero.
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Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).