Hillary Clinton recibe el alta hospitalaria

La Secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, recibió este miércoles el alta médica, después de haber sido tratada de una trombosis localizada en la cabeza. La jefa de la diplomacia norteamericana fue ingresada en el hospital Presbyterian de Nueva York el domingo, después de que se le detectara el coágulo de sangre en la zona temporal derecha, entre el cráneo y el cerebro. No ha sufrido daño neurológico alguno y ha abandonado el hospital después de haber sido tratada tres días con anticoagulantes.

Las pasadas tres semanas diversos problemas de salud han obligado a Clinton a poner entre paréntesis su apretada agenda de ministra de Asuntos Exteriores. Primero sufrió una gripe, que le provocó una deshidratación. No quiso tomarse unos días de descanso y acabó desmayándose, algo que provocó una caída y una contusión, el pasado 13 de diciembre. A la fuerza, Clinton tuvo que suspender una visita oficial a Marruecos y una serie de testimonios ante el Capitolio sobre la muerte de cuatro estadounidenses en un ataque al consulado de EE UU en Bengasi, Libia.

Clinton abandonará en las próximas semanas su puesto de Secretaria de Estado. Le sucederá el senador por Massachusetts John Kerry, quien además fue candidato a la presidencia en 2004. Los analistas políticos norteamericanos llevan meses especulando sobre una posible candidatura de Clinton a las primarias demócratas de 2016. Ella siempre ha negado que entre en sus planes. En 2008 perdió las primarias frente a Barack Obama, en una larga contienda, tras la cual aceptó pasar a formar parte del equipo de gobierno del actual presidente.

“La secretaria Clinton ha recibido el alta esta noche. Su equipo médico le ha dicho que está mejorando bien en todos los frentes, y está convencido de que se recuperará de forma total”, dijo Philippe Reines, uno de los portavoces del Departamento de Estado. De no haber sido tratada con anticoagulantes, la trombosis podría haber provocado una embolia, o pérdida de las funciones cerebrales por la falta de irrigación de sangre en el cerebro. El coágulo fue detectado durante una visita de seguimiento con sus médicos.

A acompañar a Clinton en su salida del hospital acudieron su marido, el expresidente Bill Clinton, y su única hija, Chelsea, quien dijo en la red social de Twitter: “Doy gracias de que mi madre haya abandonado el hospital y se dirija a casa. Aun más agradecida de que su equipo médico esté convencido de que se recuperará plenamente”. Aunque se reincorpore al trabajo en los próximos días, Clinton solo acudirá al Departamento de Estado a preparar la transición a su sucesor, sin grandes eventos diplomáticos en la agenda.

Antes de que se le diagnosticara la trombosis, algunos republicanos acusaron a Clinton de fingir estar enferma para evitar testificar sobre las medidas de seguridad en el consulado en Bengasi, cuando este fue atacado el 11 de septiembre de 2012. “Tiene fiebre de Bengasi”, ironizó en el canal Fox News el representante republicano por Florida Allen West, que en las pasadas elecciones perdió su escaño y abandonará su puesto este mes. En el mismo canal, el exembajador de EE UU ante la ONU, John Bolton, dijo que lo de Clinton era una “enfermedad diplomática”.