Después del tirón, estrebada en catalán, la embestida, l'envestida. Las dos expresiones pertenecen al vocabulario convergente y son muy exactas. El tirón es el que dio el nacionalismo conservador al pasar del autonomismo al independentismo y convocar elecciones anticipadas. La embestida ha sido la respuesta del ministro de Educación, José Ignacio Wert, con sus proyectos de contrarreforma educativa, inspirados en una idea de España unitaria, católica y reaccionaria, abiertamente preconstitucional.
Quince días después de las elecciones, el diagnóstico es bien claro: un análisis erróneo de la realidad social catalana, una estrategia desacertada y una campaña electoral mal planteada. El independentismo tiene mucha fuerza, pero no suficiente para seguir avanzando, ni tan poca como para salir en desbandada. La rapidez y la energía de la estrategia, el tirón propiamente dicho, produjo sensación en el primer momento, a rebufo de la manifestación del 11S, pero luego pinchó. La personalización de la campaña, sus quiebros estratégicos y sus numerosos errores hicieron el resto.
A la vista de la embestida, precedida por la soez cornada de El Mundo, con la publicación en el último tramo de campaña de su falso informe contra Mas, donde mayor ha sido el fallo de los estrategas convergentes es en el cálculo de la resistencia y de la envergadura del vector centralista, a fin de cuentas el decisivo en la ecuación Cataluña/España. El venerable patriarca convergente Jordi Pujol lo venía advirtiendo desde que se empezó a redactar el nuevo Estatut y no ha cejado ni siquiera después de su súbita conversión independentista, hace un par de años: España es algo muy serio, con frecuencia minusvalorada desde Cataluña y nunca hay que dejar de respetar su envergadura y su fuerza.
Enric Juliana acuñó en tiempos del tripartito una metáfora redonda para captar este error de los catalanes enfrentados al poder central. Somos la brigada Pomorska, los lanceros polacos pertrechados de corazas, guardapechos y cascos emplumados, que se enfrentaron gentilmente a caballo a los blindados de la Wehrmacht en los primeros días de la invasión alemana de su país en 1939. El episodio nos llega como una hazaña llena de nostalgia y heroísmo, pero aquellos días fueron los que abrieron las puertas del infierno para Europa.
Las ideas y proyectos independentistas han sufrido una derrota política momentánea, pero se equivocaría quien diera por finiquitado el problema con la embestida. Al contrario, el ministro Wert ha dado una nueva y engañosa vida a la estrategia del tirón, que esta sí es la auténtica derrotada en las elecciones del 25N. Los artífices de l'estrebada, además de sus errores de análisis y cálculo de la situación, demostraron que no llevaban bien aprendidas las lecciones que la historia ha ido proporcionando al catalanismo.
Es curioso porque están muy bien sintetizadas en un libro tan imprescindible como Notícia de Catalunya, de Jaume Vicens Vives, y de nuevo tengo que citar a La Vanguardia, pues es el diario que ha puesto masivamente a la venta una reproducción de la edición original precisamente el día de las elecciones, demasiado tarde para que lo estudiaran y lo tuvieran en cuenta sus amigos de CiU, algunos de sus columnistas y sus lectores. Una cita es suficiente: "Hemos dicho '¡basta!' en el peor momento, cuando había pasado el punto dulce de nuestra fuerza o nuestra razón. Tiene la culpa de esa falta de acierto, sin duda, el debilitamiento del 'seny' en las clases dirigentes". La actual estrebada es hija de esta debilidad del criterio.
Comentarios
Del seny a la rauxa sin solución de continuidad. Y por lo demás, seguimos sin noticias de Mas, de la dimisión de Mas, quiero decir.
Respecto a Wert, dejémosle y él solo sería capaz de catapultar el independentismo a cotas inalcanzadas. Es el famoso tirón del toro bravo, al que dice emular el ministro ibérico, del que, al revés que el cerdo, no siempre se aprovecha todo, el pobre. En fin, un juego de tira y afloja en el que todos tiran pero ninguno afloja. A ver si me sale la figura: quieren ser convexos con los convexos y no cóncavos con los cóncavos. Y así no hay forma de cerrar el círculo.
Divertido análisis estos que pretenden hacernos creer que el soberanismo ha perdido las elecciones. Puro esperpento, convertido en delirio por los que, además, siguen insistiendo en el federalismo mágico. Este si: completamente derrotado en las elecciones. Dicen que si repites una mentira hasta la saciedad se acaba convirtiendo en realidad. ¿Es esta la estrategia del establishment politico-mediático español? ¿Tanto miedo da el referendum?Mientras la sociedad catalana no pueda expresarse libremente en las urnas sobre el futuro político de Catalunya estaremos a merced de analisis tendenciosos e interesados de la realidad como la que nos brinda el Sr. Bassets. Ellos prefieren mantener el artificio: continuar haciendo de filtro entre la realidad y la sociedad. Hagamos el referendum pacifica y democráticamente y salgamos de dudas de una vez.
Y según caían en el abismo insondable no paraban de exigir su derecho a decidir.
Pues para estrategias equivocadas, creo que la suya, sr. Bassets, se lleva la palma. Ud. lleva tiempo en campaña para intentar convencer a los lectores de que Catalunya estaría mejor sometida a España que siendo independiente. Y el argumento que ahora usa para ello... es que España es muy fuerte y muy vengativa y puede hacer mucho daño a los catalanes. ¿Esa es su manera de convencer a los catalanes de que dentro de España pueden estar a gusto? Le está diciendo a la mujer que quiere divorciarse que no lo haga porque si lo intenta su marido le agredirá y le hará la vida imposible. ¿Cree ud. que la respuesta razonable de esa mujer sería aceptar la convivencia con semejante energúmeno?En cualquier caso, su argumento se resume en que si los catalanes tratan de independizarse los nacionalistas españoles se radicalizarán. Pero eso falla por la base: los nacionalistas españoles ya llevan años radicalizándose, recentralizando y "estirando". Y no sólo los del PP (el típico recurso del PSOE, decir que los malos son los del PP), que el PSOE ya empezó con la tercera hora de español, las leyes orgánicas, el déficit fiscal creciente y el cepillado y reescritura del Estatut (el PP presentó el recurso, el abogado del estado del PSOE defendió que el Estatut fuera laminado, y los ponentes de PP y PSOE redactaron la sentencia que lo anuló). Lo bueno es que ud., sr. Bassets, da la razón a los independentistas. La elección que ud. presenta está entre ir luchando una guerra de resistencia contra una España recentralizadora y españolizadora que asfixia a Catalunya en lo cultural y económico, una guerra que a lo más que puede aspirar es a salvar el núcleo del catalanismo, cada vez con menor poder político y económico (la solución que ud. defiende, sr. Bassets) o tratar de escapar de esa España mediante la independencia.Con la segunda opción, si se tiene éxito se libra uno de esa España suya, que ud. mismo pinta en tan graves términos. Y si se fracasa, nos quedamos en la misma situación que la que ud. presenta, ni mejor ni peor. ¿O es que ud. pretende hacernos creer que si los catalanes somos fieles y obedientes súbditos españoles y abandonamos la locura de querer tener cultura propia y autogobierno, entonces los amos españoles serán generoso y nos tratarán bien? ¿Realmente ud. pretende hacernos creer eso? Me temo que como vendedor, sr. Bassets, deja ud. bastante que desear.
Ciro, eso era porque el derecho a decidir (sobretodo si se decide salir de esa España vuestra) era la única manera de salir de ese abismo vuestro. Vosotros os habéis encargado de ello.
"Las ideas y proyectos independentistas han sufrido una derrota política momentánea". El sr. Bassets, siguiendo la doctrina de El País (y el periodismo madrileño-español en general) insiste en confundir el proyecto independentista con el proyecto de Artur Mas. Considerar que un proyecto independentista que consigue 2/3 del Parlament (87 diputats, que antes se le suponían pero no se sabían, puesto que los diputats de CiU habían sido elegidos cuando CiU no se proclamaba partidaria del "estat propi") sufre una "derrota política" es algo muy curioso. ¿Cómo califiaría entonces al proyecto federalista de su PSOE (20 diputats, en claro descenso) o al proyecto ultracentralista de PP y Cs (28 diputats)? Pero nada, dejemos que la prensa madrileña se regocije en su "triunfo" (que no sólo El Mundo hizo esa campaña contra Mas, aunque fueran los más sucios) mientras el pueblo catalán va abandonando a esa España suya.
Hombre, Fuss, el ejemplo de España con un maltratador en potencia no me parece el más adecuado. Si nadie dice que no pueda haber divorcio en buena lid, pero con el acuerdo de las partes, no que una sola decide, sin más, marcharse, máxime cuando ni siquiera en su casa está del todo clara tal decisión. Que tan importantes son una parte como la otra. Así que, si va de referéndum, vale, pero uno para todos. Por otro lado, Mas exigía una mayoría excepcional para catapultar su plan a la estratosfera universal, pero en ningún lado apuntaba que si no lo conseguía, uniría su magro resultado, siquiera por sus expectativas, al de los independentistas de toda la vida. Yo pienso que la operación que CiU debe hacer no es una suma sino una resta. En tan solo dos años de gobierno ha perdido un veinte por ciento de sus escaños. Tratar ahora de sumar a los cincuenta escaños obtenidos los veintitantos de ERC por mor de la confusión de las pretensiones finales, me parece una triquiñuela para convencidos pero no para los decepcionados.
No es un acuerdo sino una analogía, y no es mío, es el sr. Bassets quien así lo expone: Catalunya debe ir con cuidado si quiere separarse, porque España puede hacerle mucho daño. Ese es su mensaje.Sobre el divorcio, te recuedo que (felizmente) hace mucho que no se requiere el mútuo acuerdo y se puede hacer sólo con que una parte lo quiera, evitando así que los maltratadores puedan prolongar su situación de maltrato. Esa analogía sigue siendo vigente para la relación Catalunya-España. Si Catalunya se siente maltratada y explotada por España, ¿debe esperar el permiso del maltratador y explotador para separarse? Eso es lo que tú estás defendiendo.
"en ningún lado apuntaba que si no lo conseguía, uniría su magro resultado, siquiera por sus expectativas, al de los independentistas de toda la vida" Hombre, "magro resultado" una mayoría clara, 2,5 veces la del segundo partido, no sé yo... Y no anunció tal cosa, pero ningún partido que aspira a una mayoría dice nunca los pactos que hará si no la alcanza, así que eso no me parece que sea algo achacable especialmente a Mas o CiU, sino práctica política normal.Además, CiU sí que proclamó que su principal (Casi único) objetivo para esta legislatura era una consulta de autodeterminación, así que aliarse con otros partidos que pretenden exactamente lo mismo para coneguir eso me parece perfectamente coherente (mucho más que los pactos de legislatura habituales en los gobiernos españoles, dicho sea de paso; aquí nadie va a tener que aprender a hablar catalán en la intimidad ;-)).Sí, CiU ha tenido una resta en escaños. Pero los partidarios de la independencia de Catalunya han sumado (de 84 a 87) y los partiarios de un referéndum de autodeterminación también (hasta 104 si cuentas al PSC, que defiende una consulta, aunque con tantas condiciones que su apoyo es dudoso). Que tú te niegues a hacer esa suma sólo es porque tú mantienes la visión española-madrileña del "proyecto de Mas", y por lo tanto sólo ves que CiU ha perdido escaños. Pero si tomaras la visión catalana del proyecto soberanista de la sociedad catalana, del cuál Mas sólo es una parte y no el principal líder (aunque al mismo Mas le duela), verías cómo el proyecto soberanista ha salido reforzado de estas elecciones, y cómo una mayoría de 2/3 del Parlament no es precisamente un fracaso en ninguna parte. Por supuesto, tú cómo convencido y no decepcionado puedes preferir tus triquiñuelas y autoconvencerte de que el proyecto soberanista ha fracasado. Es tu elección.
Está bien, no hace falta alegar causa alguna para divorciarse. Otra cosa es que puedan divorciarse dos hermanos. Habrá que buscar otra figura que sirva entonces para ilustrar esta separación.
Y es cierto también que no es mal resultado el cosechado por CiU, máxime si lo comparamos con sus nada inmediatos seguidores. Pero en ningún caso es excepcional, ni tan siquiera una reválida del que ya disponía. Mas y su plan fracasaron estrepitosamente, por más que se quiera presentar como lo contrario. No hay más que ver las caras de los triunfadores el día de la celebración (?), más de funeral que de emancipación. Y veremos en qué acaba toda esa hipotética fusión entre independentistas veteranos e independentistas bisoños. Veremos si el proyecto soberanista ha salido reforzado o herido de muerte, al menos en lo que respecta a los convergentes.
Y por acabar, citar una frase de Noticia de Cataluña que podría recordar al presente, al presente que lleva a algunos el querer separarse. Situémonos entre los años 1620 y 1630 (página 166 de mi edición): entonces "los catalanes recapacitan y se preguntan de qué ha servido su unión con Castilla. La respuesta contenida en un memorial del periodo es, como podía preverse, totalmente negativa. Pero los argumentos que se especifican en ella son especialmente de orden social y económico, no ideológicos o políticos: "La fraternidad y unidad que está establecida entre los reinos de España es firme, pero si algo puede cambiarla es que los provechos se vuelvan particulares de uno de ellos y no comunes"". Vamos, que tiraban más dos pesetas que dos carretas, tiran más dos euros que las banderas. Hoy parece que se nos quiere hacer pasar un sentimiento de un tipo por otro, se nos ha querido hacer creer que el descontento catalán lo es más por razones de necesidad de un estado propio que por razones de desmantelamiento del estado existentes por los recortes brutales emprendidos. ¿Por quién? Pues justamente por quien quiere hacer valer el primero tras hundir el segundo. Y es en este sentido, pienso, en el que chocarán convergentes y divergentes, pues unos son independentistas de pacotilla para disimular su fracaso económico y otros lo son de postín para ocultar su ignorancia política.
Los hermanos no están obligados a convivir ni a compartir bienes, así que no necesitan ni siquiera separarse: ya lo están. Me temo que tu búsqueda de metáforas cada vez te lo pone más mal a ti mismo. ;-)
¿Alguien ha discutido que Mas fracasó? Lo que se discute es la visión extendida en Madrid, que Bassets adopta como propia (como tantos otros) de que el soberanismo o el independentismo fracasó. No hace falta ninguna "fusión", simplemente hace falta un objetivo común. Y ese objetivo existe. Que no es de independentistas "veteranos y bisoños", sino de gran parte de la población catalana, la que salió a la calle masivamente el 11-S (lo que hizo creer a Mas que podía ponerse delante de esa gente y así le votarían, sin darse cuenta de que el independentismo es plural y no se fia de Mas), la que ha votado por gran mayoría a opciones soberanistas, la que quiere la independencia de Catalunya. Ahí no hay "bisoños o veteranos", ahí hay simplemente un objetivo común, compartido por la mayoría de los catalanes y por varios partidos, la mayoría del Parlament. Y Mas en eso sólo es uno más, por mucho que en España sigáis emperrados en creer que todo es un montaje de Mas.
Dejando aparte que en 1620 la fraternidad entre Castilla y Catalunya era todo menos "firme" (deberías tomarte la propaganda con un pellizco de sal, tanto la antigua como la actual), el diagnóstico es claro: "pero si algo puede cambiarla es que los provechos se vuelvan particulares de uno de ellos y no comunes". Hace mucho que en Catalunya existe la convicción, cada vez más extendida, de que los provechos de esa unión son particulares de Castilla y para Catalunya quedan los perjuicios. Y no sólo por temas económicos, como gusta también de caricaturizar a los españoles ("la pela es la pela"... lo cuál querría decir que si queréis mantener la sumisión de Catalunya debe ser para seguir aprovechandoos de su "pela", ¿no? Ah, no, que los peseteros son sólo los catalanes, claro. ;-D), con ese simplismo tan vuestro.
"Hoy parece que se nos quiere hacer pasar un sentimiento de un tipo por otro". Te lo querrán hacer pasar a ti, lo cuál debería hacerte pensar en cambiar tus fuentes de información y de doctrina, más que en considerar tus prejuicios como verdades. En fin, sigues mostrando esa ignorancia y esa desinformación (muy probablemente voluntaria) tan extendida en Madrid-España. Tú ves pidiendo la dimisión de Mas, como si eso tuviera alguna importancia para el proceso soberanista. Tú ves diciendo que todo es una astuta maniobra para tapar la gestión económica, tú ves autoconvenciéndote de que el independentismo catalán es "por razones de desmantelamiento del estado existentes por los recortes brutales emprendidos" (¿de dónde sacas tales absurdos?). Lo dicho, tú sigue con tus dogmas, que te confortan y te reafirman en tus seguridades. Y los catalanes ya irán haciendo lo suyo, sin que tu opinión y tu desinformación sobre ellos les importe demasiado.
Me refiero al independentismo sobrevenido de Mas y CiU cuando me refiero a que dicho independentismo proviene del desmantelamiento del estado de bienestar promovido por quien se vuelve independentista. No es tan absurdo. Es una estrategia muy calculada.
Todo va muy bien, pues, para el proyecto soberanista, pero fíjese en lo que le digo, incluso si algún día triunfara, será una victoria pírrica, tan pírrica que hasta puede que cambie de adjetivo para convertirse en catalana. Pero dudo que los catalanes, en fin de cuentas, quieran ganar para perder.
Nada, Fuss, que ni yo te convenceré ni tú me convencerás, por mucho que argumentemos. ¿O has visto alguna vez que dos visiones nacionalistas se pongan de acuerdo? Porque nacionalistas somos todos, todos nos creemos que formamos parte de una nación, pero unos sentimos haber llegado al destino final y otros sienten encontrarse a medio camino, en una estación de transición, en tránsito, como dicen en los aeropuertos.
Yo lo que se es que la heredad entre hermanos sera dividida. Tal vez era lo que tenia que pasar, tal vez no. Yo, republicano federalista, de esos que aman la igualdad de derechos y deberes, pienso que es mejor la division que un Estado Asimetrico. Politicamente nuestra clasica intolerancia nos ha desbrozado las simientes de las promesas, y las ha dejado morir en el rocío de las primeras heladas, sobre la tierra yerma. Me. Del mismo modo, rota la heredad, haran su vida los hermanos y sus descendientes distanciandose. No sera una distancia agria ( espero) pero ya no se reunirán ante un mismo fogón. No me apena, pero tampoco me ilusiona esa perspectiva.
Y del nacionalismo galopante pasaremos cualquier día al pueblismo extremo, y entonces sí que no habrá quien se desurda.
Hay una figura que me atrae especialmente y que salía en el libro de Ignatieff citado en el anterior apunte. Era una persona de Quebec quiero recordar y se autocalificaba como nacionalista no separatista.
Vaya, habemus referéndum. No le quedaba otra salida a Mas que pactar con ERC su celebración, aún a sabiendas de que no se celebrará, lo que ya sabía antes. Pero solo así podrá presentar como un éxito su fracaso soberanista, aliándose con el soberanista de toda la vida. Fracaso, sí, porque pidió una mayoría excepcional y sufrió un duro recorte. Me temo que no habrá referéndum, y sinceramente, me temo que no será por veto gubernamental sino convergente. Buf, dos años, quién sabe, quizás dentro de dos años vuelve a haber elecciones. Mas gana tiempo haciéndoselo perder a los demás, incluidos sus socios de conveniencia temporal.
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Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).