Las primeras damas se rebelan
Las esposas de los futuros presidente y primer ministro chino pueden acabar con el tradicional perfil bajo
Las esposas de los futuros presidente y primer ministro chino amenazan con acabar con el tradicional perfil bajo de las mujeres de los máximos líderes
El actual vicepresidente chino, Xi Jinping, de 59 años, podrá estar llamado a convertirse en el próximo secretario general del Partido Comunista Chino (PCCh) en el congreso que comienza este jueves y en jefe del Estado en marzo del año que viene, pero quien realmente es popular en su país es su esposa, Peng Liyuan, una cantante de ópera, miembro del Ejército Popular de liberación (EPL), que durante años ha reinado en las pantallas de las televisiones en China.
Peng, de 49 años, ha mantenido un perfil bajo desde que su marido fue nombrado vicepresidente del país en 2008, pero todo apunta a que cuando se convierta en primera dama tendrá un perfil más activo que su predecesora, Liu Yongqing, mujer del actual máximo líder, Hu Jintao.
Los tiempos cambian. China está cada vez más integrada en la escena mundial y la población reclama más visibilidad y transparencia a los líderes sobre sus vidas personales, al calor de las redes sociales, donde mujeres como Michelle Obama, esposa de Barack Obama, son fuente de gran interés.
Cuando Xi Jinping viajó a Washington el febrero pasado, los medios de comunicación internacionales aseguraron que los estadounidenses se mostraron decepcionados porque la soprano no formó parte de la delegación que acompañó a su marido. El mundo tenía curiosidad por conocer a quien ha llegado a ser comparada con Carla Bruni, la cantante y esposa del expresidente francés Nicolas Sarkozy; pero, probablemente, los consejeros de imagen del Gobierno en Pekín quisieron evitar un exceso de atención hacia Peng, ya que en el viaje pretendía impulsar el perfil internacional del dirigente asiático, no el de su mujer.
Peng Liyuan es una de las cantantes más famosas de China. Originaria de Yuncheng (provincia de Shandong), entró en el Ejército cuando tenía 18 años. Comenzó como soldado, pero sus dotes vocales la llevaron a cantar en las bandas militares “para impulsar la moral de la tropa”. Saltó a la fama con su participación en la gala de Año Nuevo chino en 1982, donde interpretó En las llanuras de la esperanza, que se convertiría con los años en una de sus piezas más renombradas junto con Gente de nuestro pueblo, Soldado y madre y Elogio de la bandera. Desde entonces, fue habitual en la gala anual, el programa más visto de la televisión china, con una audiencia de cientos de millones de personas.
Peng fue una de las primeras cantantes en obtener en China la maestría en música tradicional étnica cuando el diploma fue establecido en la década de 1980. En la actualidad es miembro civil del EPL, como soldado-artista, con rango de general de división. Es reconocida como “intérprete nacional de primer grado”. También es presidenta de la compañía de actuaciones artísticas del departamento político del Ejército Popular de Liberación.
El hecho de que la nueva primera dama sea una glamurosa cantante popular ha planteado cuestiones. A diferencia de Occidente, las esposas de los dirigentes chinos han permanecido fuera de los focos y no han jugado ningún papel político desde los tiempos de Mao Zedong, una circunstancia que puede estar ligada a los nefastos recuerdos dejados por Jiang Qing, la mujer de Mao, detenida tras la muerte del Gran Timonel por su papel durante la Revolución Cultural (1966-1976) y liderar la llamada Banda de los Cuatro. Liu Yongqing, mujer de Hu Jintao, ingeniera de formación como él, aparece lo justo en público, y Wang Yeping, esposa de Jiang Zemin, predecesor de Hu, fue descrita por la prensa local y extranjera como “una primera dama invisible y silenciosa”.
Peng Liyuan es diferente. Según algunos analistas, ha ayudado a potenciar la imagen de Xi Jinping, un desconocido hasta hace poco incluso para los chinos. Poco antes de que su marido entrase a finales de 2007 en el Comité Permanente del Politburó del PCCh, Peng habló de su relación con él. “Cuando vuelve a casa, no pienso en él como líder. A mis ojos, es tan solo mi marido. Cuando yo vuelvo a casa, él no piensa en mí como una estrella famosa. A sus ojos, soy simplemente su esposa”, aseguró a una revista estatal. Para garantizar que no hace sombra a Xi, Peng Liyuan ha intentado llevar la atención del público de su actividad como cantante a su carrera filantrópica, igual que hacen las primeras damas en otros países.
Desde 2007, ha evitado aparecer con Xi o hablar de él en público, pero en los últimos años ha dado pasos que la sitúan en una posición más visible y hacen pensar que será una primera dama más activa cuando su marido asuma el poder. Ha promovido el Día Mundial Sin Tabaco con el magnate estadounidense Bill Gates y desde junio de 2011 es embajadora de la Organización Mundial de la Salud en la campaña contra la tuberculosis y el HIV (virus del sida), lo que le obligará a interactuar con gobernantes de todo el mundo. En mayo de 2008 visitó la provincia de Sichuan, que sufrió un terremoto devastador, y dio conciertos benéficos. Su hija, Xi Mingze, de 16 años entonces, trabajó como voluntaria en las labores de ayuda. El matrimonio solo tiene esta hija.
Si se espera que Peng Liyuan ocupe un lugar más destacado, no está claro qué posición adoptará Cheng Hong, la esposa del previsible próximo primer ministro, Li Keqiang. Cheng, de 55 años, investigadora, escritora y traductora, ha mantenido un perfil muy bajo los últimos años. Daba clases de inglés y literatura estadounidense en la Universidad de Economía y Negocios de Pekín, pero dejó la enseñanza la década pasada, debido al ascenso político de su marido, aunque continúa siendo miembro del comité académico, según el diario de Hong Kong South China Morning Post. Li Keqiang, de 57 años, fue nombrado viceprimer ministro también en 2007. Cheng ha escrito dos libros y ha traducido varios al chino. Es una experta en el escritor naturalista y filósofo estadounidense del siglo XIX Henry David Thoreau, un perfil muy distinto al de Zhang Beili, la mujer del actual primer ministro, Wen Jiabao, conocida por sus negocios de joyas.
El papel que jueguen Peng Liyuan y Cheng Hong en el estricto protocolo chino será un indicador adicional de hacia dónde camina China, un país de tradición conservadora, en el que las consortes de los máximos dirigentes deben permanecer claramente en la sombra y todo lo relacionado con sus familias es tratado como secreto de Estado.
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