“La niña estaba aterrorizada, no se movía”
Los investigadores de la matanza barajan desde un drama familiar hasta un encuentro con traficantes de drogas
En la primera rueda de prensa tras el crimen, los investigadores afirmaron que todas las posibilidades están abiertas. “Teniendo en cuenta lo que hemos visto, la pista criminal es la principal”, afirmó el fiscal. Pero insistió en que todo es posible, incluso una tragedia familiar. “La familia podría haber sorprendido a traficantes, aunque no se han encontrado drogas, o incluso a islamistas que estuviesen entrenándose”, añadieron fuentes policiales, que recordaron que en 2007 fueron detenidos en Besançon varios radicales que se entrenaban con fusiles semiautomáticos AK47 en los bosques de Jura. El BMW fue acribillado a balazos, pero en el lugar no apareció ningún arma.
Las zonas de sombra son abundantes. La presencia de supervivientes ha dejado perplejos a los investigadores, porque no cuadra con la violencia del ataque. La policía tampoco entiende por qué fue asesinado el ciclista que pasaba por allí. Sobre las niñas, se desconoce si el asesino (o asesinos) se apiadó de la menor de 4 años, si acaso no la vio o si tras disparar y golpear a la mayor no tuvo más tiempo para terminar su masacre.
Según los medios de Reino Unido, la familia vivía en el condado de Surrey, al sur de Londres. El padre nació en Irak aunque tenía nacionalidad británica. Algunos testimonios del camping Le Solitaire du Lac en que estaban aseguran que se trata de una misma familia de cinco personas, una pareja, sus dos hijas y la abuela. Sin embargo, la policía no confirma esta información.
La niña de 4 años que pasó ocho horas escondida en el coche sigue protagonizando la historia en las televisiones y medios escritos. “Se quedó bajo los cuerpos, escondida durante horas, y no se movió en todo ese tiempo. Solo la encontramos cuando pudimos mover los cadáveres y acceder a la escena del crimen”, explicó la fiscalía. “Los bomberos, los técnicos, los médicos miraron dentro del coche a través de los cristales, pero no vieron a la niña que, aterrorizada, no se movía. No podía distinguir a los malos de los buenos”, concluyó el fiscal.
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