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Los egipcios acogen preocupados los últimos movimientos políticos

"Parece que el país se encamina hacia un periodo de mayor confrontación", sintetiza una ciudadana

Partidarios del islamista Morsi en la plaza Tahrir.
Partidarios del islamista Morsi en la plaza Tahrir.Manu Brabo (AP)

La incertidumbre y las últimas decisiones de la Junta Militar egipcia que han seguido a la segunda vuelta de las presidenciales han hecho que la preocupación cunda entre buena parte de la población, que además cree que las elecciones no han servido para desencallar la contenciosa transición democrática que experimenta el país.

 "Voté a Morsi [Mohamed, el candidato de los Hermanos Musulmanes], y debería hoy estar contenta. Pero más bien me siento preocupada después de conocer el contenido del anexo de la declaración constitucional promulgada por la Junta Militar [la que desviste de poderes al presidente]", declaraba ayer Manar Soliman, una joven profesora de tendencia islamista moderada. "Parece que el país se encamina hacia un periodo de mayor confrontación".

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Por diversos motivos, los votantes de Ahmed Shafiq tampoco se mostraban radiantes en la mañana de hoy. Aunque el ex primer ministro de Mubarak no ha aceptado la derrota que recogen los resultados agregados por los medios de comunicación egipcios, muchos de sus votantes sí dan la batalla por perdida.

"Hay una diferencia de 900.000 votos. Mal que me pese, Morsi ha ganado, y las elecciones han sido limpias. Estoy preocupado porque no me fío ni un pelo de los Hermanos Musulmanes. Ellos quieren controlar todo el poder, y entrometerse en la vida privada de la gente", explica Mohamed, un veterano conserje que en la primera vuelta se decantó por el nasserista Sabahi. "Menos mal que han disuelto el Parlamento, y la Junta Militar tiene el poder legislativo. Así no todo el poder está concentrado".

Los activistas liberales, muchos de los cuales boicotearon las elecciones presidenciales, están a la expectativa de los próximos movimientos en la escena política, lo que explica que Tahrir haya estado más bien adormilado tras la sentencia del Tribunal Constitucional que disolvió el Parlamento promulgada el pasado jueves. Si bien es cierto que la ola de calor que azota el país árabe no invita a la movilización, y muchos activistas se muestran agotados después de meses combatiendo en la calle a la Junta Militar.

 "Se acerca un duelo entre los Hermanos Musulmanes y la Junta Militar. A mí los dos me parecen muy peligrosos, por lo que no voy a apoyar a ninguna", explica un activista copto que prefiere guardar el anonimato, y que afirma que no votó el fin de semana. "Creo que, estratégicamente, los liberales debemos dejar que se maten entre ellos, mientras reagrupamos nuestras fuerzas, y solo luego intentar el asalto al poder".

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