Un hombre intenta inmolarse ante el tribunal en que se juzga a Breivik

Un hombre ha intentado inmolarse al prenderse fuego ante el tribunal de Oslo en que se desarrolla el proceso judicial contra Anders Behring Breivik, autor del doble atentado que provocó la muerte de 77 personas en el centro de la capital noruega y la isla de Utoya.

El hombre, descrito por la policía como noruego de origen extranjero, se ha presentado a mediodía ante el control de seguridad de acceso al tribunal y se ha prendido fuego tras rociarse con un líquido inflamable, según muestra el vídeo publicado por el diario noruego Verdens Gang. 

"No tenemos ninguna razón por la que pensar que el suceso esté ligado [al proceso contra Breivik]", ha explicado el jefe de operaciones de la policía Kjell Jan Kverme que asegura que se desconocen aún los motivos que han empujado al hombre a intentar quemarse.

Los policías han auxiliado al hombre arrancándole la ropa e intentando apagar el fuego con botellas de agua según Jan Kverme. Lejos de solicitar ayuda, el suicida ha gritado repetidamente a los agentes: "disparadme, disparadme", según relatan los testigos. El hombre, gravemente herido, ha sido hospitalizado tras recibir los primeros cuidados delante del tribunal.

La agencia noruega NTB sostiene que podría tratarse de una persona desesperada que sobrevive gracias a la ayuda social. Bente Roli, una abogada de Oslo, ha explicado a la agencia que un hombre se había presentado minutos antes en su oficina y había dejado un sobre con la petición de que se abriera en caso de sucederle algo grave. Roli asegura haber encontrado en el interior del sobre, que desprendía un fuerte olor a parafina, una carta de rechazo a una prestación que el hombre habría solicitado.

El juicio continúa

El intento de inmolación de hoy no ha interferido en el proceso contra Breivik que continuará hasta finales del mes de junio según lo previsto. La corte ha seguido hoy escuchando, por segundo día consecutivo, los testimonios de los jóvenes heridos en Utoya.

"Me acuerdo de todas las balas que me alcanzaron. Cuando me di cuenta de que me habían herido en un brazo pensé que sobreviviría. Cuando me alcanzó la mandíbula me dije: esto es más grave. Cuando me llegó al pecho pensé que moriría", ha relatado Ina Rangoenes Libak, una de las jóvenes que se encontraba en la isla el 22 de julio. Ina sobrevivió escondiéndose tras el piano de la cafetería en la que 13 de sus compañeros perdieron la vida.

Breivik ha reconocido la autoría de los dos atentados por los que se le juzga por lo que la cuestión central a determinar en el proceso no es su culpabilidad sino su responsabilidad penal. Si el ultraderechista es considerado un enfermo mental será recluido en un centro psiquiátrico. Si, como él mismo pretende, es considerado penalmente imputable será enviado a prisión.