La fiscal acusa al vigilante de Florida de homicidio sin premeditación
La pena máxima, según la legislación de Florida, es la perpetua El acusado se ha entregado ya a la policía y ha cambiado a su equipo de defensa legal
La fiscal que investiga la muerte Trayvon Martin, ocurrida el pasado 26 de febrero en Florida, ha acusado formalmente de homicidio en segundo grado a George Zimmerman, autor confeso del disparo que acabó con la vida del adolescente afroamericano y que se halla ya bajo custodia policial. Angela Coley había rechazado encomendar la investigación a un gran jurado, y decidió decidir en solitario si presentaba cargos contra Zimmerman, que en la noche de la muerte de Martin patrullaba voluntariamente las calles de su barrio en busca de actos delictivos.
“Es en una corte de leyes, y no con la opinión pública o a través de los medios, como se juzgan estos casos. Los detalles van aflorando de forma minuciosa, y detalle a detalle, prueba a prueba, un jurado o un juez deberá aplicar la ley de forma escrupulosa, de acuerdo con sus obligaciones éticas”, dijo en conferencia de prensa Coley, que se hizo cargo del caso hace tres semanas. “Por eso hoy hemos presentado cargos contra George Zimmerman por homicidio en segundo grado, y se ha emitido una orden para su arresto”.
La muerte de Martin ha creado una gran conmoción entre la comunidad afroamericana de EE UU, que considera que se trata de un crimen racista. El hecho de que la fiscal Coley lo considere un homicidio en segundo grado implica que no estima que hubiera premeditación por parte de Zimmerman, pero que el supuesto autor actuó con peligrosidad y con menosprecio de la vida de la víctima. Según la legislación de Florida, la pena máxima a aplicar, si se considera a Zimmerman culpable, es la perpetua.
“Sólo queríamos un arresto, nada más ni nada menos, sólo un arresto”, dijo en conferencia de prensa aquí en Washington Sabrina Fulton, la madre de Martin, después de conocer los cargos presentados. “Sólo hablo de mi corazón a vuestro corazón, y los corazones no son blancos ni negros, son todos rojos”, añadió, visiblemente emocionada.
Zimmerman, hispano y de 28 años, ha anunciado a través de su abogado que se declarará inocente. Quedó en libertad sin cargos la noche en que disparó a Martin, de 17 años, y había declarado recientemente que se entregaría a la policía si finalmente se presentaban cargos contra él. El martes había lanzado una página web en la que pide donaciones económicas para financiar su defensa y manutención mientras dure el juicio. “Como resultado del incidente y de esa atención, me he visto forzado a dejar mi casa, mi escuela, mi trabajo, mi familia y toda mi vida”, dice en ella.
Este miércoles, además, Zimmerman cambió formalmente de equipo legal, Ahora le representa el abogado criminalista Max O’Mara. El día previo, había cortado cualquier vía de comunicación con los dos letrados que le habían representado hasta entonces, Hal Uhrig y Craig Sonner, que nunca se habían reunido con él cara a cara y que habían desarrollado todo su trabajo a través de citas con allegados y conversaciones de teléfono.
El presidente de la nación, Barack Obama, llegó a pedir una investigación exhaustiva del caso el pasado 23 de marzo, en una conferencia de prensa. “Creo que cualquier padre norteamericano entenderá por qué es absolutamente indispensable que investiguemos todos y cada uno de los aspectos del caso”, dijo Obama. También pidió a todas las autoridades locales, estatales y federales que unieran sus esfuerzos para determinar lo ocurrido. “Mi mensaje es para los padres de Trayvon Martin. Si yo tuviera un hijo, se parecería exactamente a él”.
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