Un hombre asesina a siete personas en un centro educativo en Oakland
El tirador disparó a diez personas y dejó siete muertos. Tres han sido hospitalizadas con diagnóstico reservado Es el tercer suceso que ocurre en una institución educativa en EE UU en poco más de un mes
Al menos siete personas han fallecido y otras tres han resultado heridas en un tiroteo en la Universidad cristiana de Oikos en Oakland, California, este lunes a las 10.40 (19.40, hora peninsular), según han informado las autoridades al diario San Francisco Chronicle. El supuesto autor de los disparos es un antiguo alumno del centro de 43 años de edad.
El sospechoso, identificado como Goh Uno, nacido en Oakland, ha sido arrestado en un centro comercial a varias millas de la universidad sobre las 12.20 (21.20 hora peninsular). Allí se había dirigido poco antes hasta el mostrador de información al cliente, donde confesó a los empleados que acababa de "disparar a algunas personas", según el diario San Francisco Chronicle. La policía ha revelado este martes que el sospechoso por el tiroteo en una universidad en Oakland, California buscaba a una trabajadora de la institución y al no encontrarla formó a sus víctimas en línea y les disparó uno a uno.
Una fuente policial cercana a la investigación ha confirmado que el sospechoso usó una pistola del calibre 45, disparó a quemarropa y salió del aula propinando más disparos al aire, ha recalcado la misma fuente. Además de estudiar enfermería en la universidad, el alumno había sido expulsado de alguna clase.
El fundador de la escuela, el Pastor Jong Kim, ha añadido en el diario Oakland Tribune que el hombre ha sido detenido a unas cinco millas (ocho kilómetros) del lugar donde ha ocurrido el tiroteo y ha añadido que escuchó unos 30 disparos. El suceso duró al menos una hora, según la portavoz de la policía del condado, Johnna Watson.
El autor de los disparos caminó hasta el mostrador de información de un supermercado y confesó que acababa de "disparar a algunas personas"
Testigos de la detención han afirmado que el sospechoso parecía “fuera de sí”. Lisa Resles de 41 años es una de los que presenciaron la detención y ha sostenido: “En un primer momento pensé que era un ladrón”. Resles ha descrito al sospechoso como un hombre de mediana edad, asiático, que llevaba una gorra y unos pantalones de color caqui. Esta descripción es muy parecida a la otorgada por los medios de comunicación minutos después de alertar sobre el suceso.
Los estudiantes, aterrorizados, corrieron por las instalaciones de la universidad, situada en una zona industrial en el este de Oakland, durante unos instantes críticos. Las víctimas fueron trasladas en ambulancia al Hospital Highland mientras la policía registraba el edificio. La policía ha estado trabajando con un equipo de especialistas para vigilar el perímetro de la universidad. “Lo más inmediato era evacuar a todo el mundo del centro”, comentó una oficial a la cadena de televisión CNN.
El profesor Lucas García de 33 años ha declarado al diario San Francisco Chronicle que estaba impartiendo una clase de inglés con 20 estudiantes cuando oyó la retahíla de disparos desde el otro lado del edificio: "Miré hacia afuera y alguien dijo: ‘Alguien tiene un arma", ha dicho García. "Así que decidí evacuar el aula", ha asegurado.
Otros decidieron encerrarse. Tashi Wangchuck, de 38 años, ha dicho al mismo diario que su esposa estaba dentro de un aula de enfermería con ocho estudiantes cuando oyó los disparos. Wangchuck ha añadido que su mujer le dijo que decidió cerrar la puerta de la clase y apagar la luz, pero aun así, el tirador disparó contra ella. Nadie resultó herido.
"Tenía mirada de loco"
Angie Johnson, de 52 años se encontraba haciendo unos recados por el complejo cuando vio a una mujer abandonando el edificio con sangre en el brazo y gritando: “Me han disparado, me han disparado”. Mientras ambas mujeres esperaban a la ayuda médica, la mujer le ha dicho que el tirador era un hombre, este habría entrado a su clase de enfermería y habría disparado a quemarropa a un estudiante antes de lanzar balas al aire, según relata esta mujer en el mismo periódico. “Me ha dicho que el hombre tenía mirada de loco y que no eran capaces de adivinar cuándo iba a parar”, ha continuado Johnson.
De acuerdo con su sitio web, la Universidad de Oikos es cristiana y ofrece estudios en teología, música, enfermería y medicina asiática. Esta institución no se encuentra en la lista de centros acreditados por el Departamento de Educación de EE UU, aunque sí ha sido aprobado por el Consejo de Escuelas Privadas Superiores para realizar siete programas específicos. No hay datos del número de docentes y estudiantes que conforman el centro.
Con este ya son tres los tiroteos sucedidos en instituciones educativas en Estados Unidos en poco más de un mes. El primero ocurrió en Cleveland el pasado 28 de febrero cuando tres estudiantes resultaron muertos a manos de un compañero. Siete días después, un profesor de español mataba a la directora de un instituto de Florida minutos antes de quitarse la vida. Sin duda, un mes trágico que ahora deja, de momento, siete víctimas más.
El suceso de California recuerda también a masacres como las acontecidas en el campus Virginia Tech en 2007, cuando el estudiante Seung-Hui mató a 32 personas antes de suicidarse, y en el Columbine High School (Colorado), cuando 12 estudiantes y un profesor murieron en 1999 a manos de Eric Harris y Dylan Klebod.
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