De las palabras a los hechos. De los discursos de la pasada semana a los hechos de la semana que hoy empieza. En los últimos siete días hemos escuchado varias voces destacadas: el viernes, las de la canciller Angela Merkel en una sesión de explicación sobre la próxima Cumbre Europea en el Bundestag y del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, en su primera comparecencia ante el plenario del Parlamento Europeo; el jueves la de Nicolas Sarkozy en un mitin ante 5.000 militantes y simpatizantes en Toulon; y el lunes la de Radoslaw Sikorski en una conferencia organizada por el diario Die Welt y el think tank Deutschen Gesellschaft für Auswärtige Politik (DGAP) con motivo del final de la presidencia polaca de la UE. A partir de hoy, además de las voces, empezaremos a encontrarnos ya con las propuestas, que culminarán, esperemos, en la Cumbre de los días 8 y 9.
Destaca el énfasis de Merkel en la independencia de los tribunales y del Banco Central Europeo, algo que va más allá de la crítica al manoseo que suelen sufrir este tipo de instituciones en boca de muchos políticos. Aseguró en su discurso que nada dirá ni censurará de estas instituciones y mucho menos sobre qué tienen que hacer, porque está en juego no tan solo su credibilidad sino también el funcionamiento entero del sistema. La UE es una unión de derecho y si el actual funcionamiento de las instituciones es imperfecto lo que hay que hacer es cambiarlo y mejorarlo pero no criticarlo desde los gobiernos. Hay un problema en la actitud de Merkel ante esta larga crisis, que ya ha producido enormes desperfectos con Grecia: su lentitud de reacción, su incapacidad para combinar la actuación urgente a corto plazo con las reformas a largo plazo de la UE.
Sikorski casi dio con todos los argumentos en dirección contraria. Alemania es el primer beneficiario del euro tal como funciona ahora y no es “una víctima inocente del despilfarro de los otros”: también rompió el pacto de estabilidad y sus bancos se cargaron de bonos de riesgo, mientras que ahora sus inversores pueden endeudarse a bajo coste después de vender los bonos de los países más expuestos. Advirtió del riesgo de una implosión de las economías vecinas que también afectaría a Alemania y señaló, con gran tino, que “a pesar de su comprensible aversión hacia la inflación, el peligro de colapso es ahora una amenaza mucho mayor”. Apeló, finalmente, a la responsabilidad alemana, que considera ‘especial’, pues están en juego, literalmente, “la paz y de la democracia del continente”.
Los discursos de la pasada semana se hallan en resonancia entre sí. Draghi manifestó su confianza en que “el nuevo marco de vigilancia (presupuestaria y financiera) restaurará la confianza con el tiempo”, pero a la vez pidió “una señal creíble”, que “servirá para dar una seguridad definitiva en el corto plazo”. Merkel, en cambio, rechazó la posibilidad de que cupiera esperar un Big Bang, porque se trata de un proceso largo, comparable a correr una maratón, en la que alcanzar una gran velocidad al principio no garantiza que se llegue a la meta. Sikorski defendió dos valores complementarios como la responsabilidad y la solidaridad: “Nuestra responsabilidad en las decisiones y procesos, y nuestra solidaridad a la hora de compartir las cargas”, frase de la que se hizo eco cinco días después la señora Merkel: “No hay solidaridad europea sin responsabilidad nacional”.
También resuenan, aunque de forma especial, las voces de Sarkozy y Merkel. La primera, en eco ampuloso de la segunda. Después de refundar el capitalismo ahora vamos a por la refundación de Europa. Da toda al impresión de que el presidente francés está preparando a sus electores para que encajen lo que será finalmente una aceptación casi íntegra del proyecto alemán. Algo que le va a doler por dos flancos sensibles: por un lado, el del Estado colbertista francés, acostumbrado a los déficits perpetuos, de tan buen rendimiento electoral; por el otro, el del soberanismo de matriz gaullista, que necesariamente debe resistirse a una entrega de poder fiscal a Bruselas y a sus instituciones y preferiría compartirlas ‘a dos’ con Alemania en un directorio europeo.
Merkel destacó por su vestido negro y su sobriedad expresiva de Señora No: no a los eurobonos, no a un BCE que sea prestador de último recurso, no a la compra masiva de deuda soberana. Draghi, por su elegante rechazo de la propiedad conmutativa en la salida de la crisis; el orden de los factores sí altera en este caso el producto: primero el Pacto o Unión Fiscal y luego ya llegará la actuación del BCE. Sarkozy destacó por lo que destaca siempre: no puede salirse del papel que la vida política le ha asignado en este guión. No habló de Europa, sino de sí mismo, el presidente que dice siempre la verdad, que todo lo sabía y que siempre acierta. Y no propuso un plan para salir de esta (eso quien lo hace es Merkel) sino un plan para ganar la elección presidencial toreando el lío europeo en el que está metido. Sikorski fue entre todos los gobernantes el más agudo y certero de la semana, porque les dijo a los alemanes lo que nunca habían oído de boca de un polaco: que la principal amenaza para Polonia ya no eran ellos sino un colapso de la eurozona y que un polaco como él empezaba a temer “menos el poder de Alemania que la inacción de Alemania”. “Ustedes son la nación europea indispensable”, aseguró en su conferencia berlinesa.
Estas cuatro voces contrastan con el silencio oficial español, del gobierno que se va y del gobierno que va a entrar, del presidente saliente y del presidente silente. En mitad de la niebla que ha caído con el traspaso de poderes la única voz que se oye, ayer domingo en EL PAIS, es la de Javier Solana, imagen todavía de la UE a ojos de mucho aunque no tenga cargo alguno, y su advertencia a Rajoy para que se ponga “las pilas a la velocidad de la luz”. Una vez pasadas las elecciones, derrotado el PSOE y con Zapatero de despedida, ya se puede decir con claridad, como hace Solana, que a diferencia de la crisis anterior “muchos de nuestros problemas están en Europa” y que por ello es indispensable “encontrar los consensos nacionales” y “volver a tener iniciativa en Europa”, algo para lo que se necesitan “contactos y amigos”, contar con “una buena red”, y sobre todo que “España no puede limitarse a quedarse como observador”. Que no le tomen mal los nuevos, pero ahí está la clave del asunto. Con tan espeso silencio, la sospecha es que nadie ha hecho los deberes en cuanto a contactos, conversaciones y mensajes. Nada más que decir: que los hagan esta semana aunque sea a toda prisa y que los hagan bien. Por ejemplo, como los amigos polacos, los más lúcidos europeístas en esta época de ofuscación antieuropea.
(Una voz aparte, sabia y escuchada, es la de Helmut Schmidt, el Viejo Canciller, que también habló ayer domingo, desde su silla de ruedas, ante el congreso federal del SPD, el partido socialdemócrata alemán, para exaltar la razón europea pero a la vez reclamar a los alemanes una corazón europeo y compasivo hacia los socios y vecinos. Pocos personajes han analizado con mayor precisión y coraje la actual situación de Europa, continente que envejece, se encoge e incluso se empobrece a ojos vistas, sin que a la vez sepa reaccionar de la única forma posible para evitar el declive: mediante una unión cada vez más estrecha. Schmidt criticó la nueva arrogancia de un cierto tipo de discursos alemanes que amenazan con terminar con Europa. Su discurso se titulaba "Alemania en, con y para Europa”, la diana fue “el matón alemán” y el lugar donde se pronunció, atención al detalle, Berlín, la ciudad donde más discursos sobre Europa se han pronunciado esta semana).
Resultaría apasionante de observar la batalla que libran arriba nuestros mandatarios si no fuera porque aquí abajo se sufre lo indecible. Tenemos crisis de deuda, de crecimiento, de empleo, de confianza, de líderes, de imaginación, de solidaridad, de responsabilidad. De todo un poco. Lo que se dice un auténtico mix-basura.
SE ACABÓ EL 'café para todos' Y QUE NOS LO PAGUE 'el que mas gana'. El mundo va hacia el 'BÚSCATE LA VIDA' y hacia 'QUE CADA PALO AGUANTE SU VELA', se acabó la 'solidaridad' obligatoria por decreto ley, que hace pagar a los mejores la vagancia y falta de ambición de muchos. Se acabó las Embajadas catalanas por el mundo, y las subvenciones a ikastolas etarras. Se acabaron la ONG de Hotel 5 estrellas y Business Class. En definitiva, se acabó la mentira!! y el mamoneo!! El mundo va hacia otro sitio, y si Europa no quiere naufragar, tendrá que seguir al mundo!!
Bismarck se hubiera relamido de placer ante la situación, confirmando su creencia que Alemania era tarde o temprano " Lo mejor que podría asegurar el equilibrio de fuerzas entre los Estados , y mejorar el bienestar y las riquezas de las naciones de Europa". Desgraciadamente, apenas medio siglo después , Alemania destrozaba por completo sus predicciones. Por dos veces, la nación más poderosa en ciencia y tecnología , una de las más avanzadas de la tierra, usó ese saber transformándolo en dolor. Las dos veces, de forma estúpida. Una, respondiendo a una alambicada red de alianzas, Dos, revolviéndose despiadada con deseo de revancha. La Alemania actual no puede permitirse escachar de nuevo Europa. Tres veces, tres veces sería demasiado, y esta vez, no habrá ni Plan Marshall. Bueno, a lo mejor un Plan Zhong Yi. Pero dudo mucho que esta vez pudiesemos competir contra un mundo que ansía deshacerse de los regüeldos de antiguas potencias coloniales. Sí, el mundo es muy distinto ahora.
Un mundo de grandes paises, con poblaciones mayores que la Europea, con clases medias ansiosas por expandirse y crecer, aun a costa de las europeas. Hay, pues diferencia, en este siglo XXI. El poder está virándose hacia el Pacífico, y con él, el dinero. Europa intuye que ya no será una arteria aorta, sino una vena menor para los cauces del dinero, y del comercio. Toca reinventarse, y hacerlo antes de que acabe el siglo. Hemos tardado, mientras otros movian ficha. Somos variados, diversos, pero nos llaman Europa, nos clasifican como europeos. ¿Podemos hacer honor a ese calificativo?
completamente de acuerdo con el Cocinero Social en referencia a acabar con la mentira, corrupcion y el gasto superfluo. le invitaria a que visitara una ikastola y hablara a sus profesores y alumnos; los ciudadanos de euskadi queremos y asi se puede ver con las matriculaciones, estudiar en euskera ( y en ingles y castellano). Las ikastolas no son de etarras, de la misma manera que los colegios de madrid no son de fascistas. Ya vale de tanto comentario despectivo a todo lo que no es espanol.
Cuando conseguiremos unirnos los socialdemócratas europeos?
Sr. Vasco Enfadado: yo me referí a las ikastolas etarras subvencionadas, a las tapaderas etarras subvencionadas, no a todas las ikastolas, que supongo que algunas dignas habrá. Y en cuanto a la educación, me temo que poco inglés, poco castellano, y mucho eusquera en vano hay por ahí. Respecto del gasto, coincidimos, nosotros los europeos, que venimos de las peores miserias, de los peores crímenes contra la humanidad, nos creimos de pronto los mas listos, al inventar esa sopa de ajo a la que decidimos llamar 'Estado del Bienestar', que en realidad es del bienestar para los políticos, burócratas, ONGs y todo ser inutil e improductivo sobre todo. Nos creimos los mas listos, los mas 'humanos' por sacarle a unos y darle a otros, y criticamos a América porque allí cada uno se busca la vida, cada palo aguanta su vela, mientras se vienen ocupando de nuestra defensa y seguridad desde hace 100 años! Se acabó lo que se daba, caballero! ahora no nos darán nada, tendremos que ganarlo con el sudor de la frente, como ya está escrito en piedra!!
Nuestra prima de riesgo se relaja. Es anunciar Monti sus recortes y bajar su prima, y con ella, la nuestra, a remolque. Menos mal que le ha dado por hacer lo que se le exige desde las instancias suprariores, neologismo. No dependemos de nosotros mismos, da la sensación. Si Italia avanza, nosotros, y nuestra prima, detrás. Si Italia retrocede, nosotros, detrás. El gobierno, la gobernanza, que suena a gobierno de chanza, se perfila en lontananza, recurriendo al modelo de 'con nosotros o fuera de nosotros'. No sé yo si queda mucho margen de maniobra a los 25. Rajoy, el entrante silente, sólo ha roto su mutismo para decir que 'dónde hay que firmar'. ¿Te apuntas? ¡Me apunto! ¡Qué remedio! Tampoco se trata de entrar y espantar al santo. Y es que cuando uno entra hipotecado hasta las cachas, como él con sus promesas, que incumplirá desde el mismo día de su investidura, lo más cómodo es remitir su acción de gobierno a lo que digan la gobernanta y su sobrecargo.
Excelente post Lluís y muy buenos comentarios. Felicidades para todos, ante la escasez de recompensas. La situación lo requiere y no es para menos.Crisis de confianzaComo sucede casi siempre, es relativamente fácil dilucidar a la vista de cualquier suceso, pero el caso y la dificultad siempre es, saber cómo anticiparse y tener visión de futuro.La experiencia y los hechos pasados solo sirven como mera referencia estadística, que en algunos casos, pueden ser de utilidad y aplicación práctica, cuando se conoce la actuación de la mayor parte de los ingredientes y estos pueden ser controlados, modificados y medibles en cuanto a sus variables y resultado. A priori, es muy difícil anticipar y establecer a futuro cuanto queramos de cualquier situación, por desconocimiento en el tiempo de la concurrencia de toda una serie de factores de las diferentes acciones humanas, la caducidad implícita, el aporte de la innovación, la evolución del progreso, el conocimiento y la interactuación de los ingredientes.Un principio esencial sería, que nunca sea de aplicación legítima el mayor conocimiento y medios con ventaja para nadie, subsanando y resarciendo en el tiempo la ventaja o el perjuicio que se pueda producir. Esta regla de oro sería de Universal aplicación, si la intención y confianza están a salvo de cualquier duda.Es fundamental una real y efectiva independencia de la justicia y los jueces, que deberían, además de administrar e impartir, subsanar de facto omisiones o carencias en base a un código de buenos usos, asunción de responsabilidad y una ética que permita establecer la base de confianza necesaria para el progreso sin ventajas para nadie.
Así las cosas, y las voces, me vienen a la cabeza aquellas palabras preliminares de Karl Kraus, al introducir su magna obra, Los últimos días de la humanidad: el mundo contemporáneo, capaz de tolerar los episodios registrados en esta obra, ha de posponer el derecho a reír al deber de llorar.
Voces con eco. La de Monti, por ejemplo, ¿resonará aquí? ¿Cambiará Rajoy tanto como se espera que cambie? Es difícil no seguir la huella de quien marcha delante tuyo, al tiempo que oyes restallar los latigazos por detrás. Él, en su sabia ignorancia, dice que es independiente. Zapatero también lo pensó y mira cómo acabó. Zapatero-Rajoy, analogías y diferencias de estas dos voces españolas en casa y en el mundo. Para luego.
Rajoy, el acompasado, no lo tendrá tan fácil como Zapatero, que fue llegar y besar el santo: tropas de Irak, a casa con el recado. Reservaba la decepción para el final. Todo apunta a que el silente recién estrenado, don Mariano, empezará su carrera al revés, con decepción desde el minuto uno, y quién sabe, quizás le espere un final felicísimo tras unos años de embarrado. Lo que tiene claro es que hoy toca no hablar, siquiera para no dar munición previa para la investidura a su rival. Otra cosa es que tenga pensado no hablar nunca, en cuyo caso, como me apuntaba Lambda hace unos comentarios, nos encontraremos en un serio aprieto.
Dice el dúo Merkozy ( a quién se le ocurriría esta economía nominal) que les gustaría que su plan fuese para los 27 pero que no hay empacho en que llegue solo a los 17 de la zona Merkozy, y si me apuran hasta es posible que no les importe que menos. No habrá sorpresas. Ocurrirá un poco como con las torturas físicas, que consiguen que los reos confiesen el asesinato de Kennedy si con ello consiguen que cese el sufrimiento. Lo de los planes, tratados, refundaciones, más refundiciones que otra cosa, suenan a torturas políticas y económicas. Torturas que obran el milagro de que los estados retenidos se coman su orgullo, soberano, eso sí, y renuncien a toda participación en el proyecto común con tal de que le dejen malvivir a bajo interés. De qué no será capaz, hoy día, un país por recuperar el crédito. Pues de ajustarse el cinturón hasta cortarse la respiración, si es preciso. Cualquier cosa con tal de pertenecer al selecto club. Un club, y ahora entramos en otra dinámica, tan cruel como la de las torturas, cuál es la de los pandilleros de barrios marginales, que obligan a quienes anhelan integrarse en sus filas a duras pruebas de desprecio a sí mismo y a sus víctimas aleatorias. Por ser pandillero, algunos matan. Por pertenecer al euro, algunos matarán de miseria a sus pueblos. Lo veremos. Y lo sentiremos.
La metástasis durante un tiempo es generosa, pero al final es miserable y ruin. Resulta curioso estar viendo y sintiendo como se hunde el Titanic mientras sigue sonando sin parar la música. Ante la duda, me pellizco para intentar asegurarme si estoy vivo o muerto. Ayss¡¡ Pues vaya... ¿qué sucede? ¿cual será el misterio? ¿cuanto de grave es la crisis? ¿Será verdad que no debemos fiarnos de cuanto percibimos? ¿Algo falla? ¿está todo bien en su sitio? Uuummm... Ya está¡¡¡ La percepción que tenemos de la realidad de la vida es producto de la imaginación.
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