Un virus se infiltra en la red de aviones teledirigidos de Estados Unidos
Los expertos del Pentágono temen que el ataque informático ponga al descubierto grabaciones de vídeo efectuadas por estos aparatos no tripulados en Pakistán y Afganistán
Un virus se ha infiltrado en los sistemas informáticos de una base de la Fuerza Aérea de Estados Unidos desde la que se controlan los aviones no tripulados que portan misiles en misiones en Afganistán, Pakistán, Yemen, Libia e Irak. El virus, que registra los movimientos de los usuarios de ordenadores en la base, en Nevada, no ha infligido daño alguno en las redes clasificadas de la Fuerza Aérea. Fue descubierto hace dos semanas y, a día de hoy, el Pentágono aún no ha sido capaz de erradicarlo de sus servidores.
La revista Wired fue la primera en revelar la existencia del virus, este viernes. Se trata de un programa conocido en inglés como keylogger: su finalidad es registrar los movimientos de los usuarios con acceso a las redes. Existe la posibilidad de que se comunique de forma remota, a través de Internet, con su autor o autores, algo que, según los informáticos del Pentágono, aún no ha hecho. El virus podría intentar beneficiarse del hecho de que las grabaciones de vídeo que efectúan los aviones en sus misiones no se codifican y pueden ser fácilmente interceptadas.
Los 'drones' se utilizan para atacar al enemigo sin sufrir bajas propias y grabar imágenes de posibles objetivos
EE UU emplea esos aviones no tripulados con frecuencia porque suponen una forma de atacar al enemigo sin poner en riesgo a sus tropas. Muchos de ellos se ponen en marcha de forma remota desde la base infiltrada ahora en Nevada. En muchas ocasiones se emplean para grabar posibles objetivos con cámaras de vídeo. En 2009, el Pentágono descubrió en una batida en Irak ordenadores con horas de grabaciones de esos vídeos que los insurgentes habían robado. En otras ocasiones sirven para atacar objetivos con misiles.
Dos son los modelos empleados por el Pentágono y la CIA: Reaper y Predator. Pakistán es el principal objetivo de ataque de esos aviones no tripulados, que en terminología bélica en inglés se conocen como drones (en inglés, abejorro). En total, 30 unidades han lanzado misiles en aquel país en más de 230 ocasiones y han provocado la muerte de 2.000 insurgentes y civiles, entre ellos, en agosto, el nuevo número dos de Al Qaeda, el libio Atiyah Abdel Rahman. Otros 150 drones se emplean en Afganistán y en Irak. También se utilizan en Yemen, donde a finales de septiembre murió el propagandista de Al Qaeda, nacido en EE UU, Anuar el Aulaki.
Pakistán es el principal objetivo de estos aviones: han provocado la muerte de más de 2.000 insurgentes y civiles
Durante mucho tiempo EE UU ha rechazado hablar en público de la existencia de ese programa teledirigido de ataque de objetivos insurgentes, ya que suele provocar numerosas víctimas civiles. Este viernes, sin embargo, el secretario de Defensa, Leon Panetta, ha hecho dos referencias a él durante una visita oficial a Italia. “Cuando asumí este puesto, venía de la CIA”, dijo ante un grupo de soldados de EE UU en Nápoles. “Es obvio que ahora tengo muchas más armas a mi disposición en este puesto. Aunque en la CIA, los Predator no estaban nada mal”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.