“Si los islamistas ganan en Túnez, reducirán las libertades”
El principal referente de las fuerzas laicas tunecinas analiza la situación política
El valor y la desesperación de un tunecino que se quemó a lo bonzo como extrema protesta por la falta de oportunidades y libertad prendió en diciembre de 2010 la mecha de unas revueltas que han sacudido desde entonces todo el norte de África y buena parte de Oriente Próximo. Nueve meses después, Túnez es otra vez pionera y se prepara para celebrar, el 23 de octubre, sus primeras elecciones libres. Los tunecinos elegirán una Asamblea Constituyente que tendrá que redactar la nueva constitución. Ahmed Nejib Chebbi (Túnez, 1944), líder del laico Partido Democrático Progresista (PDP) e histórico opositor del régimen de Ben Ali, cree que el país está listo. El carismático político alerta sin embargo, en una entrevista concedida en Madrid tras reunirse con el presidente del Gobierno español, sobre la presunta agenda oculta del partido islamista En Nahda (Renacimiento), que encabeza los sondeos por delante del PDP. Los líderes islamistas, advierte Chebbi, no son demócratas convencidos, y una eventual victoria de su formación conllevaría una “compresión de las libertades” conquistadas por los tunecinos.
Pregunta. ¿Se reúnen en Túnez las condiciones para celebrar elecciones libres y transparentes?
Respuesta. Sí. Túnez goza de libertad. Libertad de expresión, de prensa, de constituir partidos. Ya tenemos 111. Tenemos miles de nuevas asociaciones. Esto ya está conseguido. Tenemos una nueva ley electoral, una comisión electoral independiente y observadores internacionales que están ahí desde hace semanas para comprobar que todo va bien. Túnez reúne todos los elementos para celebrar las primeras elecciones libres en 3000 años.
P. Todos los sondeos prevén una victoria del partido islamista En Nahda. ¿Se trata de un partido moderado o sus intenciones reales son más radicales de lo que se desprende de sus discursos?
R. En Nahda es indicado como primer partido en los sondeos, pero no como mayoritario, sino con cuotas de entre 20% y 25%. En todo caso, hay que tener en cuenta que el sistema electoral no permite a un partido dominar exclusivamente la asamblea; que la mitad de los tunecinos según los sondeos todavía no ha decidido; y que no tenemos precedentes electorales que sirvan para medir el margen de error de los sondeos. Todo eso hace que la ventaja que indican los sondeos para En Nahda hay que tomarla con precaución. Esos sondeos indican nuestro partido como el segundo. Ahora bien: ¿es En Nahda un partido democrático? No lo creo. Creo que para ellos la democracia es un instrumento para conquistar el poder e instaurar un poder ideológico.
Impulsaré una coalición de todas las fuerzas que intentan defender las conquistas modernas
P. ¿De qué tipo?
R. Un poder que obligaría a las fuerzas del Estado y a los ciudadanos a amoldarse a una ideología oficial. Esa ideología es una lectura conservadora del Islam. Hasta ahora, En Nahda solo ha movilizado a los ciudadanos sobre bases religiosas y con el clientelismo en los barrios más pobres. Solo esta semana han presentado un programa. Yo lo considero un programa trampantojo. Todo eso me hace temer que una eventual victoria de En Nahda significaría en el plano interno una compresión de la libertad por una ideología oficial, y en el exterior una señal de radicalización que reforzaría las dudas sobre Túnez, un país que vive de la relación económica con el extranjero.
P. ¿Cree que En Nahda desearía llegar hasta la sharia si tuviese el poder para hacerlo?
R. En política no se puede razonar sobre las intenciones. La cuestión es siempre el equilibrio de fuerzas. Si el equilibrio de fuerzas se rompiera, irían hasta el final de la concepción ideológica. Pero con el equilibrio actual, con una sociedad moderna, con muchas conquistas que muchos defienden, una atención internacional… todo eso pesaría sobre las maniobras de los islamistas. Mientras actúen de forma pacífica y respetando las reglas, los islamistas tienen derecho a su sitio en el panorama político. Nuestro objetivo tiene que ser lograr formar un contrapeso suficiente para frenarles y asumir nosotros el gobierno.
Hay todas las condiciones para que se celebren elecciones libres y transparentes
P. El panorama político tunecino es muy fragmentado. ¿Se plantea usted impulsar la formación de un amplio frente de partidos laicos?
R. Nuestro partido ya ha empezado consultas con otras formaciones con el objetivo de constituir una coalición después de las elecciones, ya que ningún partido estará en condiciones de dirigir en solitario. Abogamos por una coalición de todas las fuerzas que intentan defender las conquistas modernas de Túnez y consolidarlas y desarrollarlas en la libertad.
P. La economía va mal, la tasa de paro sigue muy alta. ¿Teme que esto pueda causar desencanto o hasta una desestabilización de la transición?
R. Ya es así. Los tunecinos se levantaron para mejorar sus condiciones de vida. Ahora la tasa de crecimiento es negativa. El paro es alto. Los jóvenes empiezan a estar hartos. La situación es debida a que el Gobierno actual es frágil e incapaz de movilizar los recursos internos y externos. Para eso hace falta confianza. Las inversiones internacionales dependen de eso. Así que el próximo Gobierno tendrá el reto de inspirar confianza. Si lo logra, habrá una recuperación económica.
P. ¿Cómo fue la reunión con José Luis Rodríguez Zapatero?
R. Para mí es un honor haber sido invitado. Fue un encuentro cordial. Es el segundo. Ya me reuní con él durante su visita a Túnez. Ha querido a través de este encuentro enviar un mensaje de simpatía hacia Túnez y los tunecinos y su esperanza de que las libertades conquistadas se desarrollen en un sistema democrático moderno. Ha sido la ocasión de reafirmar el compromiso de España y de Europa hacia Túnez y el norte de África para acompañarles en su camino de democratización.
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