Sólo el fanático o el impostor pueden hablar en público de la verdad con el mismo aplomo con que enmascara los hechos en su comportamiento privado.
El gran filtrador empezó a cambiar el día en que se vio sometido él mismo a una filtración. Entonces fue cuando echó cuentas y puso cifras al valor de su idea.
Comentarios
Hay quien tiene dos caras, sí, una impoluta y otra oscura. Y luego están los que tienen las dos malas aunque se presenten siempre con buena cara. Por lo demás, cuánto mejor nos iría a todos si aquello que reprochamos a los demás nos lo exigiéramos a nosotros mismos. Lo vemos en el tráfico. Gritamos a quien nos estorba y gritamos cuando otro nos grita que le estorbamos por lo mismo que nosotros le gritábamos. Realmente tenemos una sola cara, la de mirar cada uno por si mismo sin mirar a los de atrás y sin que ello nos impida luego sentar cátedra sobre lo que otros hacen mal y que nosotros mismos hacemos mal. Qué difícil es ser exigente con uno mismo y cuán fácil es serlo con los vecinos. Pero bueno, unos vivimos nuestras miserias y contradicciones en privado y sin gran trascendencia, salvo que vamos cultivando nuestra propia infelicidad en pequeñas dosis, mientras que los grandes miserables solo cultivan y ahondan la desgracia ajena y sin que sus grandes miserias le amarguen la existencia. Más bien al revés, se encuentran muy contentos de haberse conocido, pese a lo malvados que son. Completitos que son, lo cual anda muy cerca de la perfección. Que también se puede ser perfecto en lo negativo.
Y los resultados tardarán en aparecer -si antes no se ha archivado el caso definitivamente, con una larga serie de excusas pueriles y cínicas, pero antes se prepará el terreno con una campaña mediática sutil hecha a la medida, y nuestro "amigo" Rupert el manipulador mitómano se irá de rositas a su paraíso fiscal favorito brindándo en el camino con una botella de Château d’Yquem de 1811, o quizás un Cheval Blanc de 1947-. Un saludo.
El espejo no engaña cuando uno se ve solo y desnudo así mismo como si fueran los demás. Este ejercicio de humildad refleja que nada tiene valor y menos, vender el pensamiento por un plato de lentejas.
Toda cita es un encuentro. En ocasiones sucede, que una palabra, una frase o recomendación de invitación de un perfecto desconocido, supone encontrar, después de visionar el recomendado film “La vida de los otros”, el epílogo maravilloso de agradecimiento y reconocimiento público dedicado a un buen hombre en clave a HGWXX/7 en una novela del film “Sonata para un Buen Hombre”. Repuesto de la emoción, simplemente, muchas Gracias Lambda por tu recomendación. Un gran Saludo,Juan Bernardo montejb
Es un placer, Juan Bernardo.
Me alegra que te haya gustado la película, porque de veras, lo merece. Hace pensar. Y emociona, también.
En el cine alemán hay joyas como esa (no muchas),porque de vez en cuando, hacen un cine a veces íntimo, pero universal.
Es muy agradable saber que una recomendación que se hace, llega, y da un buen rato a otra persona. Y que además, te lo dice.
Un placer inesperado. Pero ésos son los mejores. De veras.
Gracias!
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