Muere en Somalia el jefe de Al Qaeda en África del Este
Fazul Abdulá Mohamed estaba acusado de organizar en 1998 los atentados contra las embajadas de EEUU en Kenia y Tanzania
El principal sospechoso de organizar los atentados contra las embajadas de Estados Unidos en Kenia y Tanzania en 1998, el comorano Fazul Abdulá Mohamed, murió el pasado miércoles en un puesto de control de la policía en Mogadiscio, informaron hoy fuentes kenianas y somalíes. Mohamed tenía doble nacionalidad, comorana y keniana.
"Es un golpe significativo en la lucha contra Al Qaeda, sus aliados extremistas y sus operaciones en el Este de África", señaló en la tarde del sábado la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton.
"Hemos confirmado que murió esta semana a manos de nuestra policía en un puesto de control", había anunciado anteriormente un funcionario de seguridad en la capital somalí. "Tenía un pasaporte sudafricano falso y otros documentos. Tras confirmar su identidad, enterramos su cuerpo", señaló dicha fuente.
Mohamed, presunto jefe de operaciones de Al Qaeda en el este de África, figuraba en la lista de terroristas más buscados por la Oficina Federal de Investigación (FBI, en sus siglas inglesas), que ofrecía cinco millones de dólares a cambio de información. En los últimos años, escapó a varios ataque estadounidenses en Somalia.
Nacido en Moroni (Comores) en 1972 en el seno de una familia de seis hermanos, Mohamed comenzó a radicalizarse a los 16 años, según un informe de la inteligencia estadounidense, cuando se convirtió en alumno de un jeque salafista, disidente del Islam moderado que se practica en el archipiélago.
En 1990, a los 18 años, viaja a Pakistán y entra en la órbita de la red Al Qaeda, un hecho que confirma a su familia en una carta de 1991. Dos años, después participa en su primer ataque, en Somalia, contra los cascos azules de Naciones Unidas que entonces se enfrentaban a los señores de la guerra en este país del Cuerno de África.
Tras regresar brevemente a las Comores, vive los siguientes años entre Sudán, Kenia y Somalia y se dedica a preparar los atentados antiamericanos de Nairobi y Dar es-Salaam, que causaron 224 en julio de 1998. No sólo fue el autor intelectual del acto terrorista, sino que colocó personalmente el coche cargado de explosivos frente a la Embajada de EEUU en Nairobi, siempre según las fuentes del espionaje estadounidense.
Entre 1999 y 2001, busca refugio en uno de los países más violentos de África, Liberia, y se convierte en invitado casi permanente de Charles Taylor, acusado de crímenes de guerra. Su objetivo es invertir en el próspero negocio de los diamantes de sangre para buscar financiación para la red terrorista. En 2002, se convirtió en el responsable de Al Qaeda en África del Este y planifica los atentados antiisraelíes de 2002 en Mombasa, que causaron 15 muertos.
En 2007 y 2008, escapó por los pelos a ataques de Estados Unidos. Su muerte en combate en Mogadiscio, una ciudad atrapada en una interminable guerra civil, contrasta con su capacidad para escapar durante años a la persecución de Estados Unidos.
Mohamed es uno de los principales dirigentes de Al Qaeda abatidos desde la muerte de Osama Bin Laden, en Pakistán, el pasado 2 de mayo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.