Estrasburgo halla irregularidades en la detención de Jodorkovski
El Alto Tribunal dictamina que el juicio al magnate ruso no tuvo motivaciones políticas
Mientras a Rusia llegaba la noticia de la relativa victoria del magnate Mijaíl Jodorkovski en Estrasburgo, se supo en Moscú que el multimillonario expresidente de la petrolera Yukos y su socio Platón Lébedev habían solicitado oficialmente su libertad condicional.
El Tribunal de Derechos Humanos en Estrasburgo no encontró pruebas suficientes para dictaminar que el primer juicio contra el magnate Mijaíl Jodorkovski hubiera tenido motivaciones políticas, pero sí halló una serie de irregularidades tanto en su detención como en su mantenimiento en prisión.
El alto tribunal dictaminó que hubo ocho violaciones de diversos puntos de la Convención Europea de Derechos Humanos, por lo cual Rusia deberá pagar al multimillonario la suma de 24.500 euros. Esta resolución atañe a la primera queja registrada por Jodorkovski hace siete años ante el Tribunal de Estrasburgo; hay otras tres pendientes, sobre las cuales los jueces aún no se han pronunciado.
En cuanto a las afirmaciones de la defensa sobre las motivaciones políticas que tuvieron las autoridades rusas para procesar al magnate, el tribunal optó por no pronunciarse al respecto de forma determinante, ya que no recibió "pruebas irrefutables" de que hubiera habido semejantes motivos, aunque concede que "las circunstancias de dicho proceso despiertan efectivamente algunas dudas sobre la causa real de la persecusión del señor Jodorkovski".
Gueorgui Matiuskin, representante ruso en Estrasburgo, declaró que Moscú estudiará la conveniencia de recurrir la actual sentencia, para lo cual tiene un plazo de tres meses.
Jodorkovski, por su parte, «está muy satisfecho» con la resolución del Tribunal de Estrasburgo, afirmó uno de sus representantes, mientras que su abogado Yuri Shmidt dijo que espera conseguir que el proceso contra el ex presidente de Yukos sea reconocido en el curso de las otras quejas como políticamente motivado. El dinero que recibirá del Estado ruso Jodorkovski lo destinará a actos de beneficiencia, señaló otro de sus abogados.
Detenido en 2003 y acusado de estafa y evasión de impuestos, Jodorkovski fue condenado dos años más tarde a 8 años de prisión. Esa condena lo dejaba en libertad antes de las próximas elecciones presidenciales de 2012, algo, que, según la oposición, el Kremlin no podía permitir. Los defensores del que fuera el hombre más rico de Rusia afirman que fue encarcelado precisamente por haber osado desafiar al Kremlin y haber financiado a la oposición parlamentaria.
Sea como fuere, Jordorkovski y su socio Lébedev fueron acusados de nuevos delitos y condenados en un segundo proceso, a fines del año pasado, a un total de 14 años, contando a partir de 2003 cuando fueron detenidos. La semana pasada esta pena fue rebajada en un año por el tribunal que examinó la apelación de los empresarios.
Amnistía Internacional reconoció, también la semana pasada, a Jodorkvoski y Lébedev como prisioneros de conciencia, algo que les había negado durante los años que cumplían pena de acuerdo a la sentencia del primer proceso. Precisamente el hecho de que el tribunal de apelaciones no anulara el nuevo veredicto del segundo juicio hizo que Amnistía Internacional declarara presos políticos a ambos empresarios, explicó Serguéi Nikitin, jefe de la filial rusa de esa ONG.
Mientras tanto, Jodorkovski y Lébedev han solicitado que se les deje en libertad condicional, algo a lo que pueden optar en Rusia los que hayan cumplido al menos más de la mitad de su condena. Si se les niega esta posibilidad, probablemente tendrán que cumplir la totalidad de la pena y permanecer en prisión hasta 2016. En la carta en la que Jodorkovski pide acogerse a la libertad condicional, subraya que no se reconoce culpable.
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