Egipto reabre de forma definitiva su frontera con Gaza
El cambio de política aliviará el embargo que sufre la Franja desde 2007
Pasadas las nueve de la mañana Egipto abría su frontera con Gaza de forma indefinida rompiendo así el cerco que desde 2007 mantiene la libertad de un millón y medio de personas supeditada a los antojos del Gobierno de Israel. No había gran expectación en Rafah a aquellas horas. La mayor parte de los informadores habían sido retenidos desde las siete de la mañana en los controles previos al puesto fronterizo, con argumentos para todos los gustos. Las viejas costumbres, tarde se olvidan, y el rais Hosni Mubarak cayó de su pedestal apenas hace 100 días. Tampoco en la frontera, hubo gran afluencia a primera hora. Sin embargo, el goteo ha ido creciendo, hasta convertirse en un chorro constante, sobre todo de salida de la Franja. Aunque también de entrada. A estas horas más de 300 personas han cruzado ya del lado palestino al egipcio. La media normal diaria es de 500 y suele llegar más gente por las tardes, a los responsables del puesto les cuesta aventurar cifras.
Portamaletas, camareros y el tendero del pequeño puesto de chucherías que, en tierra de nadie, alimenta a los que esperan el sello en su pasaporte, todos hacen el agosto hoy. Y se alegran, no sólo por el negocio, sino por los rostros que van y vienen y sonríen y esperan un poco más tranquilos que ayer. "Hace cuatro años que no veo a mis nietos", señala Asmaa, una anciana con la cara llena de tatuajes protectores tradicionales. "Al fin voy a poder besarlos", exclama ante la ventanilla, mientras espera que le devuelvan su pasaporte sellado.
El Gobierno interino egipcio, bajo control de facto del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, ya había anunciado hace semanas su intención de abrir de forma permanente el puesto fronterizo de Rafah, el único de la Franja de Gaza que no está bajo control israelí. Finalmente, hace unos días el Estado egipcio marcó el sábado 28 de mayo como el del inicio de una nueva política en la era pos Mubarak. Una política que viene a respaldar el acuerdo firmado entre las distintas facciones palestinas y que ha sido bien recibida en la comunidad internacional, no así en Israel. Mientras ayer, líderes destacados de Hamas reconocían este primer paso de los egipcios como un signo positivo hacia la causa palestina, Israel lo interpretaba en términos de seguridad. Y aludía al peligro que suponía reabrir el puesto.
Sin embargo en el control de seguridad de Rafah, los egipcios no muestran signos de preocupación al respecto. "Es imposible que puedan pasar drogas o armas. Se registra a todo el mundo y se les hace pasar por detectores de metales", señala un responsable. En los arcos, cargados de bultos, hombres y mujeres pasan una y otra y hasta cuatro veces haciendo saltar las alarmas; se quitan los cinturones, buscan entre los pliegues del hiyab... Después, reconocimiento manual y paso otra vez por el arco.
Estados Unidos ha mostrado también su confianza en que los egipcios puedan controlar la frontera adecuadamente. Hasta ahora sólo los estudiantes, enfermos que fueran a recibir tratamiento o los que tuvieran un pasaporte extranjero podían cruzar la frontera que estaba abierta cinco días por semana, aunque no de forma permanente.
Aunque la frontera no se abrirá para el comercio, significará una mejora para la economía de Gaza. Pero sobre todo, aliviará la sensación de aislamiento que su población sufre desde 2007. "No se puede tener a un millón y medio de personas encarceladas", afirma Ahmed. Él es uno de los afortunados que ha podido cruzar de forma habitual ("dos o tres veces al año"), la frontera egipcia por razones médicas. No todos han tenido esa suerte. Muchos llegan por primera vez, algunos, tan solo, para sentirse "un poco más libres".
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