Al menos 21 manifestantes mueren por disparos de las fuerzas de seguridad sirias
El régimen detiene a dos destacados líderes opositores
Al menos 21 personas han muerto al reprimir las fuerzas de seguridad sirias las protestas de la oposición celebradas en las ciudades de Homs y Hama, al norte de Damasco, según han asegurado activistas sirios. Yasin Saleh ha explicado a través de una conversación telefónica desde Damasco que recoge EFE que quince personas fallecieron en Homs y seis en Hama, y no ha descartado que aumente la cifra de víctimas.
Este número de muertos ha sido confirmado también por el director de la Organización Nacional Siria de los Derechos Humanos (ONSDH), Ammar Qurabi, que explicó a Efe que tanques del Ejército dispararon contra los manifestantes en Homs. Qurabi había informado anteriormente de que entre cinco y diez personas habían fallecido en esta ciudad, al dispersar las fuerzas del orden las protestas contra el régimen del presidente Bachar al Asad.
Este activista denunció también que se están produciendo decenas de arrestos en varias localidades del país, entre ellas Sabka, Zabadali y Al Tel, en la provincia de Damasco. Además, ha asegurado que en el centro de Sabka han irrumpido las tropas del Ejército y que en Al Tel se escuchan disparos.
Una fuente militar, citada por la agencia oficial de noticias SANA, ha explicado que "un grupo criminal armado" atacó un puesto de control del Ejército y la Policía cerca del puente Al Sultanía de Homs y mató a un oficial del Ejército y a cuatro agentes.
Desde que comenzaron las protestas, a mediados del pasado mes de marzo, la agencia oficial solo ha ofrecido cifras de las víctimas de los cuerpos de seguridad y siempre acusa a bandas armadas de estar detrás de las agresiones. Hoy, a pesar del fuerte despliegue de tropas ordenado por las autoridades sirias, decenas de miles de personas salieron a las calles siguiendo la convocatoria de los grupos opositores al régimen, bautizada Viernes del desafío.
Además las autoridades sirias han arrestado en Damasco a Riad Seif, líder opositor, y al clérigo Mouaz el Khatib, según han informado varios activistas pro derechos humanos. En este mismo distrito, decenas de manifestantes se han congregado tras la oración del viernes para pedir la renuncia del presidente del país, Bachar el Asad, según testigos. Mientras, en el suburbio de Saqba, al este de Damasco, unos 2.000 residentes han salido a la calle pidiendo la liberación de los cientos de detenidos por las fuerzas de seguridad durante los últimos días.
La cadena de televisión Al Yazira ha mostrado imágenes de personas que marchaban y luego salían corriendo, gritando a favor de la "caída del régimen". Por otra parte, miles de kurdos se están manifestando en el este de Siria, donde este grupo reside principalmente, para reclamar más libertades políticas pero manteniendo la unidad nacional, según ha informado una fuente kurda.
Durante los últimos dos días los tanques han tomado posiciones cerca de los centros urbanos de Homs, Rastan y Banias. Unidades militares se mantienen desplegadas en varios barrios de Damasco -Erbin, Saqba y Douma- y de la localidad de Tel, cercana a la capital. Un influyente diplomático ha revelado el pronóstico de que las manifestaciones crecerán en número "gradualmente, no masivamente" comparado con las de hace una semana, cuando decenas de miles de personas se echaron a las calles. Las ONG calculan que las protestas del pasado viernes dejaron un saldo de al menos 62 civiles muertos a causa de la represión de las fuerzas gubernamentales. Solo en Rastan se registraron 17 víctimas civiles.
El presidente, Bachar el Asad, ya ordenó la semana pasada una incursión militar en Deraa, epicentro de las protestas contra el régimen. Fuentes opositoras aseguraron el jueves que la ciudad, en el sur del país, continúa bajo control militar pese a la "retirada gradual" de las tropas anunciada este mismo día por las autoridades de Damasco. Los activistas pro Derechos Humanos calculan que desde el inicio de las revueltas, hace aproximadamente siete semanas, han muerto al menos 560 civiles a manos de las fuerzas leales a Al Assad. Miles de personas han sido arrestadas y detenidas, incluidos ancianos, mujeres y niños. Las autoridades acusan de los incidentes a "grupos terroristas armados", y el propio Al Assad cree que las protestas son orquestadas desde el exterior con el fin de causar violencia religiosa.
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