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Entrevista:

"Francia crecerá a un 1,5% hasta el 2013"

Éric Heyer es director adjunto del Observatorio Francés de Ciencias Económicas y especialista en economía francesa. Considera que Francia, gracias a su colchón social, logró amortiguar el impacto brutal de la crisis. Pero sostiene que el rigor económico y fiscal impuesto por Bruselas puede frenar la recuperación.

Pregunta: ¿Cómo es la situación económica francesa?

Respuesta: No es terrible. Salimos de una enorme crisis financiera que ha tocado a todos los países de Europa y ha influido mucho en el paro, que ha alcanzado el 9,3%, un nivel que no conocíamos desde hace 10 años. Es más bajo que en España, pero es peor en parte porque ha habido una explosión de parados de larga duración. Lo que ha permitido resistir mejor en 2009 y 2010 ha sido su modelo social. Es particularmente generoso. Ha jugado un papel de colchón, el paro se ha estabilizado, recula en décimas. Pero el problema es que siempre son los mismos los que se quedan en paro, y cada vez tienen menos posibilidad de encontrar trabajo. Durante dos años tienes derecho a una indemnización del 60% de tu sueldo. Luego, a una ayuda más débil que ronda los 800 euros, dependiendo de las circunstancias económicas y sociales. Sin embargo, hemos hecho un estudio y en dos años 43 de cada 100 parados estarían por debajo del umbral de pobreza. Esto indica que los estabilizadores automáticos están a punto de fisurarse. Esto explica también que los buenos resultados del paro tienen trampa: hay muchos parados de larga duración que ya no se declaran, desanimados. Esos ni se apuntan. No figuran. Piensan: "Para qué acercarme a la oficina del paro".

P: En España hay un problema con el paro juvenil. ¿En Francia?

R: Sí y no. Siempre que hay una crisis económica y de empleo, los primeros perjudicados son los jóvenes. Si hoy eres joven en Francia, sin cualificación y mujer, te vas al final de la cola. El paro de jóvenes ha subido. Aunque se dice siempre que es el 20 y 25 %, pero no es así. En Francia no hay muchos jóvenes de entre 20 y 24 en el mercado de trabajo. A esa edad dos de cada tres están escolarizados. Así que en realidad, es un 20% de un tercio. Esto es: un 8% del total de jóvenes franceses. Estamos en la media europea. Alemania lo hace mejor, pero hay otros que tienen más.

P: ¿Es peor el problema de los que tienen 50?

R: Cuando tienes 50 años y te encuentras en el paro, se acabó. La probabilidad de encontrar trabajo es muy escasa. Un joven sí tiene tiempo de esperar dos años a que se recupere el mercado, pero alguien como yo... Tener que competir con gente que tiene el mismo diploma pero es mucho más joven hará más difícil mi vuelta al trabajo. Eso sí, ahora hay que tener 42 años trabajados para recibir la jubilación completa. Arrastraré esos dos años de paro toda la vida y quedaré marcado por el estigma de la crisis. No será una generación sacrificada, pero estará desfavorecida.

P: Hay quien dice que el problema de la economía francesa es la deuda, que llega al 80%. ¿Está usted de acuerdo?

R: No. No digo que no sea un problema. Pero no es EL problema. Tras la crisis el paro y las finanzas públicas quedaron desequilibrados. El plan de recuperación supuso un aumento del gasto. Así que nos enfrentamos a dos problemas: restablecer el paro y las finanzas públicas. En Europa, vía Bruselas, la prioridad ha sido el déficit. Pero la deuda ha crecido 15% en dos años. Es enorme. Alcanza el 80% del PIB, ¿esto es grave? Hay que ver en qué está el pasivo de las administraciones públicas.

Vamos a imaginar que usted se endeuda porque compra un castillo de dos millones de euros. El banco le presta el dinero. Yo no sé lo que cobra usted como periodista de EL PAÍS, pero cualquiera puede decir, "hombre, está usted demasiado endeudado". Pero eso es relativo, porque el día en que compra el castillo no es ni más rico, ni más pobre que antes. Todo depende de los días siguientes, de si el castillo vale cada vez más o cada vez menos de los dos millones de euros. Así, que, además de la deuda, hay que contar los activos: recuerde, usted debe dos millones de euros, pero también tiene un castillo.

En Francia la administración pública tiene muchos activos financieros, como acciones en empresas públicas o semipúblicas como Areva, EDF. Es decir, el Estado francés dispone 45% de PIB, además de los activos inmobiliarios que son difíciles de valorizar, pero que podemos estimar que suponen más o menos un 60%. Así que tenemos más activos que pasivos. No estamos en quiebra. Se pueden vender los activos. El Reino Unidos no tiene activos financieros: los ha privatizado. Así, que no se puede sólo medir la riqueza o el nivel en endeudamiento por la deuda bruta. Además, la tasa de interés de la deuda ha bajado en 2009 y 2020 y eso quiere decir que ha habido una confianza de los inversores. No quiero decir que no se tenga que considerar la deuda. Sólo digo que no se puede ser catastrofista.

P: ¿Dónde está Francia?

R: Estamos en una época baja. Ahora no conviene quitar las políticas intervencionistas. Subimos, pero no mucho. Para mí, la estrategia que se lleva ahora por toda Europa no dejará crecer lo suficiente. Es el problema de hacer una política económica rígida.

P: ¿Por qué se protestó tanto en Francia?

R: Vamos a ver: en Francia, en el sector privado, no hay más huelgas que en el resto de Europa. La difrencia está en las que se organizan en el sector público. Los funcionarios, por lo general, ganan menos, en igualdad de calificación y puesto, que en la privada; sin embargo gozan de ciertos privilegios (una jubilación favorable o una protección en caso de paro...). Esta reforma cambió las reglas de juego a mitad de partido. No hubo concertación ni diálogo: y eso no puede suceder en Francia. Aquí hay que explicar por qué se hacen las cosas.

Además, los sindicatos representan a un 8% de los trabajadores. Así, el Gobierno tiende a no tener en cuenta la protesta. ¿No es una manera de que la gente se agarre a sus derechos? Como la sindicación es escasa, no se sienten representados y salen a la calle.

P: Pero los sindicatos personificaban la protesta.

R: Sí, pero donde el tasa de sindicación es mayor, el Gobierno tiende a discutir y si no, no escucha. No representan. Pero si los sindicatos representan el 80%, el Gobierno escucha.

P: ¿Qué va a pasar con Francia desde el punto de vista económico?

R: Bueno, se ha decidido reducir las finanzas públicas. Como en todos los países, incluido el más virtuoso y menos tocado: Alemania. Hemos cerrado el grifo de la inversión pública y si el Estado no invierte y los agentes privados no se consideran en posición de invertir, ¿de dónde viene el crecimiento? Mi diagnóstico es que no habrá crecimiento en Europa. En Francia la previsión de crecimiento ronda el 1,5% hasta 2013. Así no se puede bajar el paro.

El economista Éric Heyel en un momento de la entrevista.
El economista Éric Heyel en un momento de la entrevista.DANIEL MORDZINSKI

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