Hallados en Austria restos mortales de víctimas del programa nazi de eutanasia
El descubrimiento se ha producido en el terreno de la sección de psiquiatría de un hospital de la localidad tirolesa de Hall cuando se realizaban trabajos de excavación para construir un edificio
Los restos mortales de unas 220 víctimas del programa nazi de eutanasia han sido hallados en el terreno de la sección de psiquiatría de un hospital de la localidad tirolesa de Hall (Austria) cuando se realizaban trabajos de excavación para construir un edificio, que han sido suspendidos temporalmente, han informado este lunes las autoridades sanitarias de la provincia. La cifra es, para el historiador tirolés Horst Schreiber, "exorbitantemente alta", pues se creía que era en torno a un centenar.
Si se comprueba que las víctimas del centro murieron por inyecciones de veneno, sería un hecho completamente nuevo. Hasta ahora no había pruebas de que el plan de eutanasia del régimen del Tercer Reich incluyera este método, ya que, a pesar de que había planes para llevarlo a cabo en Hall, su implementación fue desmentida por la entonces dirección nacionalsocialista.
Desde hace algunos años existía la sospecha de que durante esa época cientos de personas fueron abandonadas hasta que murieron por desnutrición en el hospital de Hall, pero desde el hallazgo, médicos forenses deben dilucidar la causa de las muertes, algo que es posible pese al tiempo transcurrido, señala Schreiber.
Ahora queda por averiguar la identidad de los fallecidos, los datos que aportan sus restos, la reconstrucción histórica de los hechos, aclarar las cuestiones legales y dilucidar la zona del terreno que era realmente el cementerio, asuntos de los que se ocupa una comisión de historiadores, recién creada.
Para el proyecto de construcción se pretendía en realidad excavar el antiguo cementerio del hospital. Sin embargo, a medida que se iba avanzando en la obra, las investigaciones de los restos mortales que fueron encontrando indicaron que los cadáveres databan de entre 1942 y 1945.
En el país alpino, anexionado a la Alemania nazi por las tropas de Adolf Hitler en 1938, el castillo de Hartheim en Alkoven (Alta Austria) es la institución más conocida y la más investigada científicamente como "centro de eutanasia" nacionalsocialista.
Unas 30.000 personas con deficiencias físicas y/o mentales fueron asesinadas allí desde 1940 hasta 1944 y de ellas, una parte eran internos de psiquiátricos y hospitales, y otra, prisioneros imposibilitados para el trabajo y procedentes de los campos nazis de concentración austriacos de Mauthausen, Gusen y Dachau -en los que perecieron por lo menos 5.000 presos políticos españoles republicanos- y mano de obra esclava.
La Asociación del Castillo de Hartheim fue fundada en 1995 con la intención de que fuera convertido en un lugar de recuerdo, de la memoria y del encuentro. En 2003, se erigió allí un centro conmemorativo y se abrió la exposición "El valor de la Vida". El centro sirve para reflexionar sobre las condiciones y consecuencias de la eutanasia y la eugenesia nacionalsocialista, y documenta lo ocurrido bajo ese régimen, así como aborda cómo se enfrenta la sociedad actual a las personas discapacitadas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.