"Latinoamérica aporta potenciales inversiones a la península Ibérica"
El secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, opinó ayer en Buenos Aires que las filtraciones de cables diplomáticos de EE UU posiblemente se comenten en las conversaciones informales que mantendrán los jefes de Estado y de Gobierno que participarán pasado mañana y el sábado de la Cumbre Iberoamericana en Mar del Plata. En entrevista con EL PAÍS, el experimentado dirigente uruguayo afirmó, además, que la reunión presidencial estará teñida por la crisis económica de España y Portugal, en contraste con Latinoamérica, más ocupada en su lucha contra el narcotráfico.
Pregunta. ¿Cómo impactarán las filtraciones del sitio Wikileaks en la cumbre?
Respuesta. No sé cuánta incidencia va a tener en el debate de los presidentes. En todo caso tendrá influencia a nivel de las relaciones informales que tienen los presidentes.
P. ¿Y cómo pueden impactar en las relaciones entre los países?
R. Prefiero no hablar. Puede ser imprudente, no sabemos qué queda de esta revuelta.
P. Antes, en estas cumbres España y Portugal jugaban el papel de los países desarrollados que alentaban a los latinoamericanos a encaminarse hacia el desarrollo. Ahora no ha cambiado la condición de unos y otros, pero los primeros están en crisis y los segundos se destacan por su expansión, y hasta Brasil se convierte en potencia emergente...
R. Tanto España como Portugal van a salir adelante, pero lo que surge como cosa nueva es que Latinoamérica, con su capacidad de crecimiento, es un factor que ayuda a esa recuperación. Hoy somos socios activos, no solo en lo que son las inversiones en Latinoamérica, sino también que nosotros mismos aportamos a la península Ibérica potenciales inversiones y comercio. Eso cambia la ecuación tradicional en forma positiva, aunque sería mejor que no hubiese crisis.
P. ¿Surgirá esta cuestión en la cumbre?
R. Los presidentes latinoamericanos van a esperar que el presidente del Gobierno español [José Luis Rodríguez Zapatero] y el primer ministro de Portugal [José Sócrates] informen de cómo ven la situación, que también nos preocupa a nosotros.
P. ¿Brasil y España rivalizan por la región?
R. Yo no diría eso. Hay espacios complementarios: hay un regionalismo muy vigoroso en el que Brasil tiene un peso muy especial, y además hay un marco iberoamericano donde todo el mundo tiene que sentirse cómodo.
P. En cuanto a la declaración final de la cumbre, ¿hay algún tema aún en discusión?
R. Está en preparación una cláusula de defensa de la democracia en caso de interrupción de los procesos políticos. Es una propuesta de Ecuador.
P. ¿Cómo se aplica en el caso de Cuba?
R. No está singularizado en ningún país, está el principio general.
P. ¿Se discutirá el papel de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el narcotráfico, como en México y Brasil?
R. No creo. Es un tema de cada país. Hay países que entienden que el tema es acuciante para la seguridad nacional y que debe ser abordado con las Fuerzas Armadas. Otros prefieren no hacerlo. En medio de una época de crecimiento e incluso de reducción de la desigualdad, el narcotráfico es un tema peligroso. Se ha instalado en la región, se ha expandido, es una verdadera multinacional con contactos potentes. Luchar contra ese frente exige colaboración entre los países. El narcotráfico no ataca a un país solo, hay que atacarlo en forma internacional.
P. ¿Cómo influye la pobreza y la falta de desarrollo en el narcotráfico?
R. Desgraciadamente la pobreza y el desempleo son altos entre los jóvenes y formar parte de esta familia de narcotraficantes se torna atractivo. Esto es una tragedia.
P. El norte de México se industrializó a partir del Tratado de Libre Comercio con EE UU, pero también desarrolló el narcotráfico.
R. Esto también tiene que ver con la remuneración que da esta actividad. Es muy difícil competir.
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