Los grandes partidos australianos cortejan a verdes e independientes para formar Gobierno
Laboristas y conservadores están casi empatados a escaños a falta de completar el recuento
Tras las elecciones más reñidas en décadas, los principales partidos australianos se vuelven hacia los grupos más pequeños para intentar formar la mayoría que les dé el gobierno. Aunque los resultados aún no son definitivos, el último recuento, con el 75% de los votos escrutados, otorga 73 escaños a los laboristas de la primera ministra, Julia Gillard, por 70 de la coalición conservadora de Tony Abbott. La mayoría absoluta se sitúa en 76 escaños.
No obstante, las previsiones apuntan a que ambos partidos terminen finalmente con 73 diputados cada uno, mientras que los cuatro escaños restantes quedarían en manos de Verdes e independientes, a los que ahora los principales partidos intentan cortejar. De momento, cuatro diputados independientes se sentarían en el Parlamento, además de Adam Bandt, que ha llevado a los Verdes por primera vez al Parlamento australiano.
La primera ministra en funciones, Julia Gillard, ha iniciado hoy negociaciones sin descartar ninguna opción, tanto un pacto con los Verdes como con independientes. Gillard corre el riesgo de perder el cargo que asumió hace sólo dos meses, tras una rebelión en el seno del partido laborista que acabó con el anterior primer ministro, Kevin Rudd. Si finalmente obtiene los 73 escaños, los cuatro independientes le bastarían para lograr la mayoría.
Gillard, quien poco después de conocer que su formación había perdido la mayoría parlamentaria hizo un guiño al Partido Verde y a los independientes, explicó que ha mantenido conversaciones preliminares con los cuatro que tienen asegurado su escaño en el Parlamento, y un quinto que está pendiente de que se confirme su victoria. "Tengo la intención de negociar de buena fe un acuerdo eficaz para formar gobierno", ha dicho Gillard en conferencia de prensa. El líder del Partido Verde, Bob Brown, ha indicado que había mantenido una reunión "importante" con Gillard, aunque de esta no salió ningún acuerdo inicial.
Gillard ha asegurado que ninguno de los dos partidos obtendrá los 76 escaños necesarios para gobernar en solitario, por lo que se plantean dos posibles escenarios: un gobierno encabezado por los conservadores con el apoyo de independientes, u otro capitaneado por los Laboristas aliados con los Verdes y algún independiente.
El líder conservador, Tony Abbott, que encabeza una coalición de los partidos Liberal y Nacional, también ha anunciado que su objetivo es formar gobierno y que ha mantenido conversaciones con destacados miembros de la coalición para planear las negociaciones con independientes, según ha informado la cadena de televisión ABC.
Robert Oakeshott, uno de los cuatro diputados sin partido, ha dicho a los periodistas que presumía que las negociaciones para formar gobierno pueden alargarse "una o dos semanas", y antes de adoptar cualquier decisión se reunirá con al menos otros dos representantes de la minoría parlamentaria.
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